Ocean Renewable Power ya cerró un proyecto de energía mareomotriz en Chile y apunta a instalarse también en el sur argentino. Su tecnología permite abastecer a pueblos alejados que dependen de combustibles fósiles.
Ocean Renewable Power se lanzó a la búsqueda de financiamiento para instalar en Chile su primer dispositivo de generación de energía mareomotriz en América Latina. También inició conversaciones para traer su tecnología y desarrollar su negocio en la Argentina, Colombia y Brasil. En la actualidad solo este último país cuenta con un dispositivo de este tipo de producción eléctrica renovable.
Desde la empresa señalaron que están negociando los fondos necesarios para financiar sus proyectos con el Exim Bank, el Banco de Exportaciones e Importaciones de los Estados Unidos, de modo de poder avanzar con su objetivo de suministrar energía a comunidades remotas en América Latina que actualmente dependen de los combustibles fósiles.
El desarrollador de energía a partir de las corrientes marinas, con sede en la ciudad estadounidense de Portland, apunta a obtener un préstamo de una institución financiera que forma parte de la red del EXIM, explicó en una entrevista con medios especializados el presidente de ORPC, John Ferland.
La posibilidad de explotar la energía mareomotriz en zonas más alejadas y sin gran capacidad para el desarrollo de la solar es una opción que la empresa ve como viable para Tierra del Fuego.
Desde Chile, donde su empresa se prepara para instalar su primer dispositivo en la localidad patagónica de Chile Chico, Ferland señaló que Ocean Renewable también está en conversaciones avanzadas para concretar nuevas instalaciones en el Parque Nacional Torres del Paine mientras que ya ha empezado a discutir un proyecto en la zona de Timaukel en Tierra del Fuego.
Y señaló que “Argentina, Brasil y Colombia se encuentran entre otros países latinoamericanos que expresaron interés”.
La compañía aprovecha la energía de ríos que fluyen libremente y de las corrientes de las mareas, ofreciendo a las comunidades remotas acceso a una fuente estable y de bajo impacto para reemplazar la energía generada por diésel, más contaminante y también más cara.
La empresa comenzó a operar en Alaska y Canadá, abriéndose a un mercado estimado de 15 mil millones de dólares para energía comunitaria remota en Norteamérica. “América Latina tiene un potencial similar”, explicó Ferland.
“Por eso hemos incluido entre nuestras prioridades intentar entrar en el mercado aquí”, siguió y detalló: “estamos apuntando a estas áreas de alto costo de electricidad. Podemos sacar al diésel del mercado”.
La energía mareomotriz
Ocean Renewable Power Company colabora con la Universidad de New Hampshire en el diseño de álabes de turbinas mareomotrices fabricados con materiales compuestos. Esta innovación aportaría ventajas como un menor costo y una mayor eficiencia energética.
En las regiones donde el sol es menos abundante, los sistemas energéticos marinos (mareomotriz, undimotriz o hidráulico) son una excelente alternativa a los sistemas fotovoltaicos.
Su desarrollo es crucial para alcanzar el objetivo climático de neutralidad de carbono para el año 2050. Pero debido a sus costos más elevados, estas tecnologías siguen considerándose todavía menos rentables que otras soluciones energéticas.
Por este motivo, muchas empresas de energías marinas están realizando estudios para mejorarlas constantemente.
Ocean Renewable Power Company está avanzando en la investigación para fabricar un nuevo diseño de pala a partir de materiales compuestos más baratos y resistentes.
En ese sentido, los materiales compuestos que están utilizando ya han demostrado su eficacia en la construcción de buques y otras estructuras marinas. Estos componentes son muy resistentes a los esfuerzos marinos, como la corrosión, el agua salada y los impactos.