Aunque el crudo repuntó a casi 70 dólares la semana pasada, el organismo estima que los precios caerán sostenidamente hasta mediados de 2026. El escenario podría afectar las inversiones en la cuenca neuquina y presiona sobre la planificación del sector.
El último informe de corto plazo de la Agencia de Información Energética (EIA) de Estados Unidos anticipa que la cotización internacional del petróleo tendrá un recorrido descendente en los próximos meses, y en Vaca Muerta toman nota.
Según las proyecciones, el Brent promediará 59 dólares por barril en el cuarto trimestre de 2025 y bajará hasta 51 dólares en promedio durante 2026.
Esto ocurre pese a que, en la práctica, la cotización se mantuvo en niveles elevados en los últimos días: el viernes pasado cerró a 69,40 dólares y en el inicio de esta semana cotizaba en torno al mismo valor.
Las previsiones internacionales generan inquietud en las operadoras con proyectos en Vaca Muerta. Un Brent cercano a 50 dólares afectaría la rentabilidad y podría condicionar los niveles de inversión planificados para 2026.
La EIA atribuye la futura baja a la acumulación de inventarios globales y al final anticipado de los recortes de producción implementados por la OPEP+.
El organismo estima que los inventarios de crudo aumentarán más de 2 millones de barriles diarios entre el tercer trimestre de 2025 y el primero de 2026.
Este exceso de oferta presionaría los precios a la baja, aunque el ajuste en la producción de algunos países de la OPEP+ y de operadores independientes podría moderar más adelante el crecimiento de existencias.
Producción récord de petróleo en Estados Unidos
El panorama global está además condicionado por el récord de producción estadounidense. En junio, el país alcanzó los 13,58 millones de barriles diarios, con un promedio anual de 13,2 millones en 2024. Esto se logró a pesar de la baja en el número de equipos de perforación activos —412 según Baker Hughes— gracias a mejoras de eficiencia.
No obstante, referentes de la industria advierten que un Brent sostenido en 50 dólares complicaría la expansión. Si el precio se mantiene en torno a esos valores de forma sostenida, el shale oil estadounidense probablemente comenzará a declinar lentamente.
Impacto en la Argentina
Las previsiones internacionales generan inquietud en las operadoras con proyectos en Vaca Muerta. Un Brent cercano a 50 dólares afectaría la rentabilidad y podría condicionar los niveles de inversión planificados para 2026.
La incertidumbre también está atravesada por el contexto macroeconómico argentino. Tras la derrota electoral en la provincia de Buenos Aires, el respaldo financiero del Tesoro estadounidense al gobierno de Javier Milei ayudó a calmar la volatilidad cambiaria.
Sin embargo, la consultora Horizon Engage, con sede en Nueva York, alertó que el programa económico enfrenta “una inconsistencia fundamental” derivada de la escasez crónica de divisas.
Hace rato que desde YPF bajaron el tono de la preocupación. Horacio Marín, presidente y CEO de la petrolera estatal, fue claro hace unos meses: “Obviamente ganaremos menos, pero no vamos a perder”, aseguró. Y afirmó que Vaca Muerta puede desarrollarse incluso con un barril a 45 dólares.

Marín insistió en mirar el panorama a largo plazo. Recordó que el crudo ha tenido múltiples vaivenes a lo largo de la historia y que hay que evitar caer en dramatismos. “Yo he visto al barril bajar, subir, bajar, subir. Y esto es de largo plazo”, reflexionó.
Inversiones y empleo en Vaca Muerta
En Argentina, el potencial de Vaca Muerta requiere inversiones de gran escala. Distintas estimaciones de la industria calculan que el desarrollo completo de la formación demandará hasta USD 200.000 millones en las próximas décadas.
Pero la magnitud del desafío no solo se mide en capital. Un estudio elaborado por la consultora Aleph Energy para el Instituto Argentino del Petróleo y el Gas (IAPG), presentado en la expo AOG 2025 sobre el cierre de la primera mitad de septiembre, señala que el crecimiento de la cuenca neuquina implicará un consumo extraordinario de bienes y servicios a lo largo de la cadena de valor.
De acuerdo con el informe, en su punto máximo de actividad Vaca Muerta podría requerir entre 30.000 y 43.000 trabajadores adicionales, lo que supone un incremento del 60% respecto al empleo directo actual en el sector de hidrocarburos. Esto equivale a entre 400 y 518 millones de horas-hombre acumuladas, una escala inédita en la historia energética del país.