La cartera de Energía aprobó las subas a través de la resolución 323/2023, publicada este martes en el Boletín Oficial, que confirmó la eliminación de los subsidios. La medida funciona también como una señal para el FMI.
Tal como se había anticipado en Dinamicarg, mayo comenzó con aumentos en las tarifas de energía para los usuarios cuyos ingresos superen los 670 mil pesos mensuales o el equivalente a tres Canastas Básicas. La disposición de cortar los aportes la electricidad forma parte de los puntos del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para bajar el gasto público.
De este modo, quedaron fijados los nuevos precios estacionales para el período compuesto entre el 1 de mayo y el 31 de octubre. Según la programación estacional del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) los usuarios residenciales de Nivel 1 (altos ingresos) deberán abonar el costo pleno de la energía, como ya sucedía desde marzo con el gas natural por redes.
Los hogares de ingresos medios y bajos (Nivel 3 y 2 respectivamente), junto a los comercios minoristas que consumen menos de 800 kWh mensuales no serán afectados por un aumento tan pronunciado.
A partir de los registros oficiales, la medida alcanza aproximadamente a 30 millones de hogares. Cabe aclarar, que los usuarios afectados son aquellos que no se inscribieron en el Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE). Ya sea porque no están habilitados por el ingreso que perciben o por decisión propia.
En caso de no contar con el subsidio, el costo de la energía eléctrica pasará de 9.300 a los 21.200 pesos por megavatio-hora (MWh), lo que implica una suba cercana al 125% mensual, aunque en la comparativa interanual, el alza llega al 775%. De esta manera el impacto promedio en las boletas en todo el país es 3 mil pesos más impuestos.
En el caso del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), la boleta para los hogares de altos ingresos pasaría de 5.150 a 10.200 pesos promedio con impuestos, Lo que se traduce en un aumento cercano al 100%. También incrementa en un 60% el precio spot máximo del MEM, que pasa de los 1.682 por Mw/h vigente entre noviembre de 2022 y abril de este año a 2.691 pesos para el semestre que va de mayo a octubre.
Por su parte, los hogares de ingresos medios y bajos (Nivel 3 y 2 respectivamente), junto a los comercios minoristas que consumen menos de 800 kWh mensuales no serán afectados por un aumento tan pronunciado, ya que el incremento se aplicará exclusivamente sobre el consumo que supere ese piso. Las facturas con los nuevos precios empezarán a llegar entre mediados y fines de junio.
Según la resolución firmada por la secretaria de Energía, Flavia Royón, el Nivel 2 (hogares de menores recursos) seguirá con beneficio pleno, mientras que para los usuarios Nivel 3 se mantendrá el apoyo estatal hasta un consumo de 400 Kwh, en caso de superarlo, abonarán las tarifas del Nivel 1.
En cuanto al segmento de demandas mayores a 300 kwh y organismos y entes públicos que presten servicios públicos de Salud y Educación (Grandes Usuarios del Distribuidor o «GUDI»), se aplicó una reducción del 31% del subsidio vigente, al igual que para las demandas no residenciales entre 10 y 300 kwh.
La quita de subsidios energéticos forma parte del convenio con el FMI para bajar el gasto público en torno a 0,6 puntos porcentuales sobre el Producto Interno Bruto (PIB) en 2023 y reducir el déficit primario fiscal, una meta que está en revisión por los efectos de la sequía.
