Fue en una de las audiencias públicas convocadas por el ENRE para discutir los ajustes de tarifas eléctricas para los próximos cinco años. El número coincide con el que habían dejado trascender desde el Gobierno.
Las distribuidoras eléctricas Edenor y Edesur presentaron este jueves en audiencia pública su solicitud de un aumento de la luz, cercano al 10% a partir de abril. Ahora, la decisión queda en manos del Gobierno, que deberá validar el pedido en las próximas semanas.
Cuando se anunció el llamado a consulta abierta para definir un mecanismo de ajuste para los póximos 5 años, con retoques mensuales vinculados a la inflación, desde Economía habían dejado trascender que -en el año electoral- el objetivo del Gobierno es que los incrementos no superaran el 9,9% durante 2025, manteniéndose por debajo de los dos dígitos.
Ahora las distribuidoras del AMBA parecen haber registrado el dato en su pedido, al que además fundamentaron anticipando que planean ejecutar un plan de inversiones que, en conjunto, totalizaría unos 2.150 millones de dólares, con el objetivo de reducir tanto la duración como la frecuencia de los cortes de luz.
Justamente esos dos objetivos son los que el Gobierno se había encargado que les iba a exigir a cambio de definir un esquema previsible y no arbitrario de actualización tarifaria.
Destacaron que con el ajuste el 80% de los usuarios pagará un promedio de 27 dólares mensuales, muy por debajo de los valores en países vecinos: «US$ 44 en Brasil, US$ 59 en Chile y Perú o los US$ 73 que se abona en promedio en Uruguay», informó Edenor.
Durante la audiencia ante el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), las compañías expusieron sus necesidades de ingresos para los próximos cinco años, hasta 2029.
Estos ingresos pueden provenir de dos fuentes: los usuarios, a través de las tarifas, o la asistencia del Estado mediante subsidios como los que se otorgan desde la crisis de 2001, que el gobierno viene reduciendo y apunta a eliminar progresivamente. .
El pedido de aumento de la luz
Edenor fue la que propuso un incremento en torno al 10%, superando el promedio de inflación mensual. Según su planteo, el costo de la distribución, a cargo de la empresa y de Edesur, debería aumentar al menos un 20%.
Para cubrir estos costos, señalaron que bastaría con que el gasto en distribución no caiga por debajo del 8%, pero que, además, se contemple un 2% adicional derivado de los costos del transporte eléctrico.
En su presentación, la compañía desglosó la composición de la tarifa que pagan los usuarios: un 44% corresponde a la generación de energía, un 30% a la distribución, un 24% a impuestos y un 2% al transporte.
Además, explicaron que las tarifas se actualizarán mensualmente en función de la evolución de los precios.
A pesar de la recomposición tarifaria, el costo de la energía en Argentina sigue siendo de los más bajos de la región e incluso a nivel global.
Con el ajuste, el 80% de los usuarios pagará un promedio de 27 dólares mensuales, muy por debajo de los valores en países vecinos: «US$ 44 en Brasil, US$ 59 en Chile y Perú o los US$ 73 que se abona en promedio en Uruguay. ‘Ni hablar si la comparación es contra países como Francia (US$ 79) o Alemania (US$ 113)'», destacaron desde Edenor.
Los números de Edenor
Desde Edenor argumentaron que los ingresos solicitados son “suficientes para costos operativos del servicio, impuestos, amortizaciones”.
La compañía también destacó que “en los últimos 22 años no distribuyó dividendos, mientras que en los últimos 10 años invirtió 2.000 millones de dólares”.
Ese esquema de inversiones tuvo un impacto directo en la calidad del servicio. La duración de los cortes, que en 2017 promediaba 27,6 horas al año por cliente, se redujo a menos de 9 horas en 2024, lo que representa una caída del 65%.
En la misma línea, la frecuencia de interrupciones también mostró una mejora significativa: mientras que en 2017 los usuarios sufrían cortes unas 9 veces al año, en 2023 ese número se redujo a 3,5, una disminución del 60%.
Qué esquema planteó Edesur
Por el lado de Edesur, se planteó introducir «un esquema que refleje la evolución del perfil de los consumidores en los últimos años» sin brindar detalles del impacto que el nuevo régimen tarifario produciría en los clientes.
La propuesta para las pequeñas demandas implica una «simplificación de escalas tarifarias» pasando de 6 a 2 categorías, así como «la eliminación de altos entre categorías» junto con «la contratación de potencia para suministros trifásicos».
En relación a las medianas y grandes demandas, la compañía sugirió mantener los cargos actuales pero incrementar el valor de los recargos por exceso de potencia.
Revisión quinquenal de las tarifas eléctricas
Lo que describieron desde Edenor y Edesur, y hace unos días también Transener en la audiencia, en concreto, no es más que el contexto de emergencia en el que el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) puso en marcha un proceso de revisión quinquenal de tarifas (RQT) para el período 2025-2029.
Es decir que a partir de esta serie de consultas públicas, se avanzará en la definición de un esquema de aumentos tarifarios de la electricidad para los próximos cinco años, terminando con los ajustes discrecionales que hasta ahora se aplican desde el Ejecutivo.
Una de las metas de estas audiencias públicas es establecer qué nivel de inversiones deberán realizar las empresas para garantizar la operación y mejorar la calidad del servicio. A cambio, se fijará una tasa de rentabilidad y un mecanismo de ajuste automático, con el objetivo de eliminar la discrecionalidad en los aumentos tarifarios.
