«Drill, baby, drill» (traducido como «Perforar, bebé, perforar») fue una de las frases destacadas del discurso de inauguración que dio el nuevo presidente en el Capitolio. Además, anunció la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París.
Donald Trump regresó a la Casa Blanca, y lo hizo de una manera que refleja su estilo característico: declarando una emergencia energética nacional y anunciando la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París.
Entre las decisiones más polémicas de su nueva administración se encuentra la suspensión de nuevas concesiones federales para proyectos de energía eólica marina, a la espera de una revisión ambiental y económica.
Esta medida, junto con otras incluidas en su plan «Make America Great Again», busca desmantelar las políticas climáticas impulsadas durante el mandato de Joe Biden y devolver el protagonismo a los combustibles fósiles como motor de la economía estadounidense.
«No vamos a hacer lo del viento. Molinos de viento grandes y feos. Arruinan el vecindario», declaró Donald Trump.
«Drill, baby, drill» (traducido como «Perforar, bebé, perforar«) fue una de las frases más llamativas de su discurso inaugural en el Capitolio.
En línea con esta visión, Trump justificó la suspensión de proyectos eólicos marinos afirmando que los molinos de viento son «grandes, feos y caros», y que, además, perjudican a la fauna.
«No vamos a hacer lo del viento. Molinos de viento grandes y feos. Arruinan el vecindario«, declaró.
Sin presentar evidencia, el presidente vinculó los proyectos eólicos marinos con el aumento en las muertes de ballenas frente a la costa este de Estados Unidos en los últimos años.
También agregó: «Son la forma de energía más cara que se puede tener, con diferencia. Y matan a las aves y arruinan los hermosos paisajes».
Desde la Casa Blanca, un comunicado oficial confirmó que Trump firmó una acción ejecutiva para suspender todas las concesiones federales de energía eólica marina en las áreas de la plataforma continental exterior del país
Preocupación del sector eólico norteamericano
La orden emitida por Trump no impactará en los proyectos de energía eólica marina ya en marcha, liderados por empresas como Orsted, Avangrid, Copenhagen Infrastructure Partners y Dominion.
Sin embargo, la medida generó preocupación entre los representantes del sector eólico, quienes señalaron que la postura de Trump contradice su promesa de maximizar la producción de energía nacional.
Este cambio de rumbo es especialmente llamativo, dado que durante su primer mandato la administración de Trump había impulsado el desarrollo de la energía eólica marina.
La suspensión de nuevas concesiones se enmarca dentro de un plan más amplio de Trump para priorizar la producción nacional de petróleo y gas, una estrategia que incluye la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París de 2015, diseñado para combatir el cambio climático.
Adiós al Acuerdo de París
Por otro lado, Trump reafirmó que, bajo su administración, Estados Unidos volverá a abandonar el Acuerdo de París, al que calificó como un obstáculo para la competitividad económica del país.
“La inflación y la crisis energética fueron causadas por políticas climáticas extremistas y una sobre-regulación que sofoca a nuestras empresas y familias”, sostuvo el mandatario.
Entre las medidas que implementará de forma «inmediata», Trump se comprometió a revisar y derogar regulaciones que, según él, representan «cargas indebidas» para la producción y el uso de energía. Esto incluye actividades como la minería y el procesamiento de minerales no combustibles.
Además, anunció una orden ejecutiva destinada a eliminar restricciones sobre la fabricación y el uso de ciertos electrodomésticos, como cabezales de ducha, bombillas, lavadoras y lavavajillas.
Con esta medida, el presidente aseguró que los consumidores tendrán la libertad de elegir sin interferencias del gobierno.
Las renovables, bajo la amenaza de Trump
En contraste con su promesa de «utilizar todos los recursos necesarios para impulsar la producción doméstica de petróleo y gas», Donald Trump lanzó fuertes críticas contra las energías renovables, especialmente los parques eólicos.
En el plano internacional, Trump presentó su estrategia «Comercio primero para América», enfocada en reducir la dependencia de organizaciones extranjeras y establecer tarifas a países que, según declaró, «castigan a las empresas estadounidenses».
Paralelamente, destacó que la industria de la inteligencia artificial (IA), conocida por sus altas demandas energéticas, será una prioridad estratégica para competir con China y otras potencias.
Por otra parte, el presidente anunció medidas para aprovechar los recursos naturales en Alaska y revertir iniciativas clave relacionadas con vehículos eléctricos aprobadas durante la administración Biden.
Estas acciones incluyen la eliminación de subsidios para autos eléctricos y la protección de los vehículos a gasolina frente a regulaciones federales y locales.
