El aumento de la cantidad mínima de bioetanol y biodiésel que deben tener las naftas y el gasoil es un reclamo permanente del sector y la cuestión en disputa. Las comisiones reciben a actores de toda la cadena para escuchar diferentes argumentos.
El proyecto que busca modificar la ley de biocombustibles en Argentina empezó a ser debatido en la Cámara de Diputados. La inciativa impulsada con mucha anticipación por los empresarios y las provincias que componen la Liga Bionergética está siendo tratada en las comisiones de Energía y Combustibles, y de Agricultura y Ganadería.
Entre los principales cambios propuestos, uno de los puntos más discutidos es el incremento de la mezcla obligatoria de bioetanol y biodiésel en los combustibles fósiles. La ley actual establece un porcentaje de 12% de bioetanol en las naftas y 5% de biodiésel en el gasoil.
La propuesta de ley también contempla la autorización de motores flex y kits de conversión.
La idea es aumentar estos porcentajes de manera progresiva, llevando la mezcla de bioetanol al 15% y la de biodiésel al 20%.
De acuerdo a los promotores del proyecto, esto no solo contribuirá a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, sino también a generar ahorros significativos en la importación de combustibles, como lo mencionaron diversos expertos durante las sesiones.
Por otra parte, la desregulación del sistema de fijación de precios, que actualmente está en manos del Estado, fue otro eje central. La iniciativa plantea la eliminación de los cupos de abastecimiento que el Gobierno le otorga a las empresas productoras, lo que permitiría una mayor competencia entre privados a través de licitaciones.
Durante las audiencias, varios expertos destacaron que la propuesta de ley también contempla la autorización de motores flex y kits de conversión, lo que facilitaría un mayor aprovechamiento de la materia prima nacional.
En este sentido, se subrayó la importancia de alinear a Argentina con las prácticas de sus socios comerciales en el Mercosur, donde los porcentajes de mezcla de bioetanol y biodiésel son considerablemente más altos.
Según datos aportados en el debate, en países como Brasil, la mezcla de bioetanol en las naftas alcanza el 24%, mientras que en Argentina solo se llega al 12%.
En cuanto al biodiésel, Brasil también lidera con una mezcla del 20%, mientras que Argentina se encuentra por debajo de su propio corte obligatorio del 7,5%, con un corte efectivo de solo 6,6%.
Los argumentos para modificar la ley de biocombustibles
El presidente del Centro Azucarero Argentino, Jorge Feijoo, fue uno de los expositores más enfáticos al destacar los beneficios del proyecto.
Durante su intervención, resaltó que solo el uso de bioetanol en el país permitió evitar importaciones por 4 mil millones de dólares el año pasado, lo que demuestra el impacto económico positivo que pueden tener los biocombustibles en la balanza comercial.
Feijoo también hizo hincapié en la importancia de la inversión progresiva en el sector, ya que el incremento en los porcentajes de mezcla requerirá una mayor capacidad productiva en el futuro.
Otro aspecto relevante del debate fue el costo fiscal que tendría la implementación de estas modificaciones.
Aunque se estima que el proyecto implicará un costo de 19 millones de dólares, los defensores de la iniciativa señalaron que el ahorro en divisas por la menor importación de combustibles sería mucho mayor, alcanzando los 74 millones de dólares.
Por su parte, el director ejecutivo de la Asociación de Fabricantes de Automotores (Adefa), Fernando Rodríguez Canedo, subrayó que cualquier cambio en los porcentajes de mezcla requerirá inversiones significativas en nuevos materiales y en el desarrollo de tecnologías que se adapten a las nuevas normativas.
Además, señaló que la industria automotriz representa el 50% de las exportaciones argentinas al mundo y el 10% del producto bruto industrial del país, por lo que los cambios deberán implementarse de manera progresiva para asegurar la competitividad de este sector clave.
