Después de un 2022 de crecimiento, se registró una caída de más del 4% en los primeros cuatro meses del año. Cuán preocupante resulta el dato y en qué sector se dio este retroceso.
La participación renovable en la matriz energética argentina ha evidenciado un incremento significativo en los últimos dos años, pero no comenzó el 2023 de la mejor manera. Según datos del último reporte mensual de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), difundido semanas antes de este 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente, la generación de energías verdes cayó un 4,34% interanual entre enero y abril.
La Argentina ratificó su compromiso con la disminución de emisiones en el marco de la última conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) del 2021. Desde aquel momento se pusieron en marcha distintos proyectos e iniciativas con el objetivo de desarrollar el sector, aprovechando las condiciones naturales del país.
La caída del 7% interanual que registró el sector eólico en los primeros cuatro meses condicionó el resultado general de las renovables.
En ese sentido, Cammesa dio a conocer que la oferta de energías renovables el año pasado fue de 19.340 GWh, es decir un 10,9% más en comparación al 2021, debido a la capacidad instalada adicional que se incorporó. Sin embargo, una caída en la generación eólica provocó un retroceso en este 2023, a pesar de que la energía solar mantuvo su tendencia al alza.
De hecho, el informe señala que los proyectos solares son los que mejor incremento en la producción acumulada mostraron en lo que va del año y cerraron el primer cuatrimestre con una suba del 12,42%. Esta tecnología representa casi el 24% de la potencia total del país y es la segunda en importancia, solo superada por la energía eólica, segmento en el que el país es líder de la región y cuya participación en la generación eléctrica total de fuentes renovables llega al 62%.
En consecuencia, la caída del 7% interanual que registró el sector en los primeros cuatro meses condicionó al resultado general de las renovables. Esta tecnología aportó 4.396 GW/h en lo que va del 2023, mientras que, en ese mismo período del año pasado, su generación llegó a los 4.731 GW/h.
De esta manera, la generación renovable total acumulada entre enero y abril fue de 6.208 GW/h. Acorde a los reportes oficiales, la producción de enero fue un 1% más baja en términos interanuales, en febrero aumentó un 3%, en marzo tuvo su caída más pronunciada con un 10% y abril reportó una disminución del 7,86%.
Aún no está claro si la tendencia continuará de esta manera o tenderá a revertirse en la segunda mitad del año. Más allá de eso, ¿cuán preocupante resultan estos indicios? Aunque no hay certezas, varios inicadores permitirían suponer que la señala de alarma no es importante.
Si bien el sector eólico es clave y un retroceso allí tiene mayor impacto en la cuenta general, actualmente existen varios proyectos verdes en tratativas y otros en proceso. Y a pesar de la merma, Argentina sigue siendo líder en producción eólica en la región y hay proyectos en ejecución.
Pero además, se espera que siga el crecimiento de los proyectos solares -en marzo de 2023 un estudio privado reveló que Argentina ocupo el cuarto lugar en el ranking de lationamérica para este rubro-, ya que se abrió la posibilidad de importar yuanes y esto tendría impaco positivo en la compra de paneles fotovoltaicos.
Desafíos y expectativas
Más allá de los registros estadísticos de la coyntura, la transición energética presenta aún numerosos desafíos, pero la inversión en el sector crece a nivel global y Argentina se posiciona como líder en América Latina. Según la consultora Wood Mackenzie, en los primeros tres meses de 2023 los pedidos de equipamiento para los parques generadores de energía eólica subieron un 27% en todo el mundo.
“América Latina tuvo un primer trimestre récord, gracias a la actividad en Argentina y Brasil, y Estados Unidos está experimentando una confianza renovada y un crecimiento de los pedidos, en parte gracias a la Ley de Reducción de la Inflación”, afirmó Luke Lewandowski, director de investigación de Wood Mackenzie durante la presentación del informe.
En sintonía, el doctor e ingeniero Lucio Ponzoni, integrante del Instituto de Ciencia y Tecnología de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (Untref) le había indicado a este medio semanas atrás que, “se han llevado a cabo importantes inversiones en proyectos de energía solar, eólica, hidráulica y biomasa, con el objetivo de diversificar la matriz energética del país y reducir su dependencia de los combustibles fósiles”.
De todas maneras, Ponzoni destacó que el país debe superar distintos desafíos para que el sector se desarrolle. “Uno de ellos es la necesidad de mejorar la infraestructura de transmisión y distribución de energía, para poder integrar de manera más eficiente la energía renovable en la red eléctrica nacional”, explicó.
Con el mismo diagnóstico, Héctor Ruiz Moreno, gerente general de la Cámara Eólica Argentina (CEA) señaló que la entidad planteo el panorama necesario, “en materia de transporte para posibilitar nuevas inversiones y el crecimiento del sector, que permitirá también escalar al resto de la matriz energética”.
“La financiación es el factor que va a poder desencadenar de una vez por todo el inicio de estos proyectos. La buena predisposición está tanto en la cámara como en las autoridades”, concluyó Ruiz Moreno.
