La desregulación del Código Aeronáutico, oficializado hoy a partir de la publicación en el Boletín Oficial del Decreto 599/2024, abre las puertas de un rotundo cambio en lo que tiene que ver con la actividad aérea en nuestro país, que va mucho más allá de aquella “Revolución de los Aviones” instrumentada por Macri y Dietrich.

La anunciada desregulación abre la posibilidad de ingreso de nuevos operadores, nacionales o extranjeros; un cambio en el sistema por el cual se asignan las posiciones, sobre todo en el Aeroparque Jorge Newbery, donde Aerolíneas Argentinas siempre tuvo prioridad y la posibilidad de que compañías extranjeras puedan operar vuelos de cabotaje en el país, son medidas que, más allá de las controversias, movilizarán seguramente a todos los actores de la industria.

El decreto, permite digitalizar trámites, desregular los servicios de rampa en los aeropuertos y agilizar los procesos para el otorgamiento de rutas, pero también habilita a quienes tengan pequeñas aeronaves a ejercer una industria lícita sin la burocracia actual que les exige los mismos requisitos de una gran línea aérea.

Esto, en la práctica, implica que cualquier operador basado en pequeños aeropuertos, tenga la posibilidad de poner en funcionamiento un servicio de pasajeros y cargas, sin mayores burocracias y con la sola limitante de las condiciones que debe cumplimentar en materia de seguridad operacional, tanto en la base aérea como en las aeronaves.

En ese sentido, con la nueva norma, se acabaron las audiencias públicas para la presentación de solicitudes de rutas y desde ahora, una empresa podrá presentar un pedido por los tramos que desee operar y el gobierno tendrá 30 días iniciales de plazo máximo para presentar oposiciones u observaciones.

Otro de los puntos esenciales del decreto de desregulación del sistema aerocomercial es la eliminación de las limitaciones en cuanto a las prestaciones de las denominadas “libertades” bilaterales, con lo cual se suprimen trabas que consideran innecesarias y de esa manera impulsar la conectividad regional y global del país y de las provincias con un libre acceso a los mercados.

Si al final de dicho plazo no se hubiere objetado el pedido o no se hubiere expedido, el operador podrá pedir el pronto despacho de la solicitud.

No obstante se aclara que, si a los 15 días de solicitado el pronto despacho la autoridad aeronáutica no se hubiere pronunciado, la solicitud se considerará aprobada automáticamente, quedando sólo como requisito que el operador presente los seguros de ley y la “aprobación operativa de las programaciones”.

Esto hará que cualquier operador pueda acceder a cualquier ruta dentro del país de manera ágil y sin demasiados trámites.

Otro de los puntos esenciales del decreto de desregulación del sistema aerocomercial es la eliminación de las limitaciones en cuanto a las prestaciones de las denominadas “libertades” bilaterales, con lo cual se suprimen trabas que consideran innecesarias y de esa manera impulsar la conectividad regional y global del país y de las provincias con un libre acceso a los mercados.

Flybondi, JetSMART, cabotaje
Las aerolíneas low cost deberán competir con la oferta de aerolíneas de paises vecinos.

Las autorizaciones de vuelos domésticos para empresas extranjeras (bajo las libertades del aire 8 y 9) podrán otorgarse de forma unilateral “bajo estricta reciprocidad”, alineándose con los acuerdos bilaterales existentes.

Por el momento, Chile y Uruguay serían quienes mejor podrían aprovechar la desregulación para operar vuelos de cabotaje continuo o autónomo en Argentina, y se especula que un acuerdo de similares características se firmaría pronto con Paraguay.

En la práctica posibilitaría, por ejemplo, que la compañía chilena Sky por un lado y Jetsmart, por el otro, puedan operar rutas internas en el país o utilizar aeronaves matriculadas en Chile, para volar en nuestro territorio.

En ese sentido, Sky Airlines podrá operar una ruta entre Santiago de Chile, Mendoza y de allí a Bariloche o Mar del Plata, o cualquier otra ciudad argentina a la que consideren rentable y Jetsmart podrá volar cabotaje en el país con aviones matriculados en Chile.

Los próximos pasos del plan de desregulación

Según indica el decreto, el objetivo final de estas medidas, que el país tenga mayor conectividad, más frecuencias y nuevas empresas aéreas, lo que generará un mayor flujo de turismo en las provincias argentinas, con tarifas más competitivas para que más personas puedan volar.

Es cierto que las normas que rigen el sector aéreo argentino no se renuevan desde hace más de 70 años y que, para transformar el transporte, el trabajo aéreo y la aviación civil, era necesario actualizarlas.

Y en ese sentido, a adelantaron que están previstos más decretos para la reforma del Código Aeronáutico, la derogación de leyes que provocan monopolios, la implementación de política de cielos abiertos y cambios de funciones de los organismos públicos.

Aerolíneas Argentinas, Vuelos, Turismo
El gobierno apuesta a una política de cielos abiertos que otorgue mayor cantidad de servicios aéreos.

Esto afectará directamente la actividad de las compañías que hoy operan en el país los vuelos de cabotaje.

Flybondi y Jetsmart verán ampliadas sus posibilidades de operación, mientras que Aerolíneas Argentinas deberá adecuarse a los nuevos parámetros para seguir siendo competitiva.

Está claro que las empresas privadas buscarán fundamentar sus operaciones en aquellas rutas que son más rentables y allí habrá que ver qué decisión toma el Gobierno respecto a la línea de bandera que, por ahora, no está en situación de ser privatizada.

En otro orden, desde la Secretaría de Transporte señalaron que esta desregulación “transparenta el modo en el que se asignan las posiciones y horarios de vuelo a las aerolíneas y optimiza los servicios en los aeropuertos”.

Según indica el decreto, el objetivo final de estas medidas, que el país tenga mayor conectividad, más frecuencias y nuevas empresas aéreas, lo que generará un mayor flujo de turismo en las provincias argentinas, con tarifas más competitivas para que más personas puedan volar.

De la misma manera se eliminan los topes existentes en materia de fijación de precios de los tickets, que a partir de ahora serán establecidos de manera libre por las compañías aéreas de acuerdo a la libre oferta demanda.

Desregulación de Intercargo, a pedir de las low-cost

La desregulación también aplica a quienes quieran explotar servicios aeroportuarios y de rampa, eliminando de hecho las limitaciones que existían para establecer un servicio propio o de delegar la operación de los servicios de tierra en Intercargo.

Así, uno de los reclamos más recurrentes de las compañías low-cost de bandera argentina es finalmente tomado en cuenta en tanto que el nuevo escenario permite que se pueda elegir entre varios explotadores, que deberán competir en una terminal aérea para hacerse con el contrato de provisión de capacidades.

El futuro, más allá de las precisiones fundamentadas en el texto del Decreto, es aún incierto. Para tener un panorama real de cómo impactarán finalmente estas medidas habrá que dejar que el tiempo vaya decantando lo que hoy son planteos formales sobre un papel, en aplicaciones concretas.

Y habrá que ver también que posición adoptan los gremios ante estos cambios. Ya anticipó el titular de APLA (Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas), Pablo Biró, que esta desregulación “no funciona en ningún lugar del mundo” y que se está atetando contra “la soberanía”.

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