Ya se terminó de reacondicionar el Oleoducto Trasandino, que no funcionaba desde 2006 y, a partir de ahora comenzará el bombeo. El traslado inicial será de 41.000 barriles por día, entre mayo y junio.

La rehabilitación del Oleoducto Trasandino (OTASA) llegó a su etapa final y está todo listo para comenzar a exportar petróleo a Chile. Hace poco más de una semana, YPF y ENAP llegaron al acuerdo que permitirá retomar las operaciones y reiniciar la interconexión energética-petrolera entre ambos países. Las empresas son socias junto con la estadounidense Chevron en la concesión de Otasa.

A partir de lo firmado por las petroleras de ambos países, el traslado inicial será de 41.000 barriles por día a ser entregados entre mayo y junio. El convenio incluye un plazo de 45 días que confirmará la reactivación del oleoducto después de 17 años y permitirá probar la respuesta de la obra ante las densidades del crudo.

El caño cuenta con una envergadura de 16 pulgadas, tiene una extensión de 427 kilómetros y cuando llegue al pleno funcionamiento, se espera que transporte unos 115.000 barriles diarios de petróleo. Esta obra, junto a la ampliación del ducto del Oldeval que llega hasta Puerto Rosales, son fundamentales para sacar provecho de la creciente producción de hidrocarburos en el país.

De esta manera, el crudo viajará desde el yacimiento Puesto Hernández (uno de los más longevos del país) hasta llegar a las refinerías chilenas y de allí al puerto de Concepción, donde se abre la posibilidad de que llegue a nuevos países a través del Pacífico.

Las evaluaciones sobre los ductos se realizan hace meses con resultados satisfactorios y se espera que hoy se realice el primer envío.

Además, este primer envío permitirá a ENAP comenzar a evaluar el rendimiento del crudo de Vaca Muerta en su refinería Bío Bío, que tiene una capacidad para destilar 116.000 barriles diarios. En ese sentido, YPF proyecta que Otasa debería bombear unos 70.000 barriles por día a finales de este año y seguir creciendo hacia su capacidad total en 2024.

A través de esta rehabilitación la petrolera argentina comenzará este año a exportar petróleo de forma regular, y se acerca aún más al autoabastecimiento de crudo de sus propias refinerías, gracias al pronunciado crecimiento de sus áreas no convencionales de la zona de Añelo.

Al respecto, el gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, señaló que “llevamos ya 17 años sin utilizar este oleoducto y ahora estamos a punto de reactivarlo para poder exportar y generar divisas para el país. Los ensayos se han realizado con éxito”.

Oleoducto, YPF
El ducto tiene una extensión de 427 kilómetros y se espera que traslade unos 115.000 barriles diarios.

Además, el funcionario elogió a “cada uno de los hombres y mujeres que vienen trabajando desde hace meses para poner nuevamente en funcionamiento el oleoducto, que permitirá anticipar y acelerar el flujo de inversión, generando producción y trabajo en la cuenca neuquina, para Patagonia y el país, y también para el mercado que vamos a consolidar a Chile”.

Trabajos de prueba

Las evaluaciones sobre los ductos se realizan hace meses con resultados satisfactorios y se espera que hoy se realice el primer envío. Según lo planificado por Otasa, en primera instancia se transportará un volumen acotado para desplazar el agua que hoy tiene el caño en su interior por los ensayos hidráulicos.

Los trabajos de prueba del ducto se realizaron a través de cuatro etapas: la primera, desde Rincón de los Sauces, Puesto Hernández y Pampa de Trill; la segunda etapa hasta La Primavera; la tercera, desde La Primavera hasta la estación El Avellano, en Chile, y desde allí el último tramo ya en el vecino país.

Cabe recordar que durante los primeros tres meses del año la Provincia del Neuquén exportó un total de 6.5 millones de barriles de petróleo, generando 460 millones de dólares. En ese marco, la puesta en marcha de este oleoducto permitirá capitalizar el récord histórico de producción que transita la región.

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