El reclamo ante organismos de Defensa del Consumidor lo hacen vecinos de Tilcara que se oponen al nuevo paseo turístico de Jujuy. Se da tras la reciente extensión del recorrido hasta esa ciudad. Qué argumentan.
El Tren de la Quebrada fue denunciado por un posible caso de publicidad engañosa ante la Subsecretaría de Defensa del Consumidor y Lealtad Comercial dependiente del Ministerio de Economía nacional.
El argumento que sostienen los acusadores es que en la publicitación del nuevo servicio turístico, la provincia de Jujuy enfatizó que se trata del “Primer Tren Solar de Sudamérica” y ese no sería el caso, según la presentación, que ya fue aceptada por la defensoría del consumidor.
Allí se sostiene que el propio Decreto que habilitó la compra de la formación de origen chino como “material rodante (duplas eléctricas impulsadas por baterías de 600 KwH) para el tren turístico”. Esto da pie a una diferenciación técnica que, según entienden los demandantes, permite sostener el reclamo.
El proceso es impulsado por miembros de la comunidad que optaron por mantenerse anónimos, patrocinados por dos abogadas del foro local que también llevan adelante una causa judicial contra el Tren Solar por “usurpación del Estado”.
La denuncia apunta al Estado provincial de Jujuy como principal promotor del supuesto engaño publicitario.
El proyecto de energías renovables recorre la Puna jujeña de manera regular desde hace más de dos meses, pero no tuvo un trayecto fácil y su inauguración fue varias veces demorada.
A principios de año, se dispararon algunos cuestionamientos por parte de los vecinos en la zona de Tilcara, que derivó en una causa por “desalojo violento” de los terrenos por donde hoy pasa la traza del paseo turístico.
Los demandantes aseguran que los mismos funcionarios de gobierno y miembros del Ente Autárquico creado para la administración del tren, han sostenido la versión solar, por ello la denuncia apunta al Estado como principal promotor del engaño publicitario.
¿El Tren de la Quebrada funciona con energía renovable o no?
La realidad es que la formación cuenta con dos baterías de litio que almacenan electricidad para propulsar el tren. Pero estas, a su vez, son cargadas con energía obtenida por celdas solares instaladas en las estaciones.
Por qué, entonces, se sostiene que decir que se trata de un tren solar es engañoso. Lo técnicamente adecuado -sostienen los denunciantes- sería considerarlo un tren eléctrico alimentado por energía solar.
Queda en manos de la Justicia determinar si, efectivamente, esa sutil diferencia convierte al contenido de la publicidad oficial como intencionalmente modificado para mentirles a los consumidores.
El argumento de las abogadas es que la categorización se basa en la fuente de energía primaria y el tren turístico no es abastecido directamente por energía solar, como sí es el caso de otro tren que circula en australia y con el que se comparó al del nuevo paseo jujeño.
“De hecho es abastecido por energía eléctrica devenida de un proceso electroquímico, a través de baterías de litio recargadas desde una red eléctrica conectada a celdas solares”, señalaron en la demanda.
Diferencias con el Byron Bay Train
El servicio australiano que se convirtió en el primer tren solar del mundo, efectivamente cuenta con paneles fotovoltaicos en el techo de la formación. Estos alimentan los motores eléctricos que impulsan los dos pequeños vagones por el municipio costero del estado de Nueva Gales del Sur.
DE todo modos, el Byron también cuenta con un banco de baterías de litio que, junto a los paneles solares, pueden generar hasta 6,6 kW. Asimismo, el servicio cuenta con un motor diésel adicional en caso de emergencias.
Por ello, el recorrido es corto y no abarca múltiples localidades como el Tren Solar de la Quebrada. De la estación original a la playa, el Byron no demora más de 10 minutos y circula a 50 kilómetros por hora.
Otra diferencia clave es que no se trata de dos duplas construidas en la última década como las que posee la formación jujeña. El tren australiano es una adaptación de un viejo ferrocarril del siglo XX, que no demanda grandes fuentes de energía para circular.
