El pragmatismo que imponen las necesidades energéticas de ambos países primó sobre las diferencias ideológicas entre ambos gobiernos, que trazaron pautas para estudiar las opciones más factibles para enviar hasta 30 millones de metros cúbicos diarios de Neuquén a Río Grande do Sul.
Las actuales diferencias políticas entre los gobiernos de la Argentina y Brasil quedaron de lado en nombre del pragmatismo que imponen los objetivos energéticos de cada país, que permitieron la firma de un memorandum que buscará generar las condiciones para la exportación del gas de Vaca Muerta, en el marco de la cita de Jefes de Estado de la Cumbre del G20 en Río de Janeiro.
Allí, el ministro de Economía, Luis Caputo, firmó con su par Alexandre Silveira en la cartera de Minas y Energía (MME) un MOU para posibilitar la exportación de gas natural argentino a Brasil.
El documento crea un grupo de trabajo bilateral para identificar las medidas necesarias para facilitar el suministro de gas natural argentino, en particular el de Vaca Muerta.
Entre las medidas acordadas se destaca el estudio de la viabilidad económica de las rutas logísticas, considerando la posible ampliación de la infraestructura existente en ambos países, mediante el cual se estima que la factibilidad de mover 2 millones de metros cúbicos diarios en el corto plazo, aumentando en los próximos 3 años a 10 millones, hasta llegar a 30 millones en 2030.
La agenda de trabajo de los estudios enumera prioridades como infraestructura, transporte e interconexión entre países y tipos de operaciones. El memorando tiene una validez de 18 meses, prorrogables, y al final de este período se presentará un informe de actividades.
“Esta es una entrega importante del programa Gas para Emplear, que creamos con el objetivo de incrementar la oferta de gas natural e impulsar la reindustrialización del país. Al importar gas de Vaca Muerta, estamos fortaleciendo el desarrollo de las industrias de fertilizantes, vidrio, cerámica, petroquímica y muchas otras que traen desarrollo económico a Brasil. Tendremos más gas y con ello más empleos, ingresos y riqueza para los brasileños”, afirmó Silveira.
En busca de la mejor ruta para el gas de Vaca Muerta
Entre las medidas acordadas se destaca el estudio de la viabilidad económica de las rutas logísticas, considerando la posible ampliación de la infraestructura existente en ambos países, mediante el cual se estima que la factibilidad de mover 2 millones de metros cúbicos diarios en el corto plazo, y 10 millones a 3 años para llegar a 30 millones en 2030.
El documento indica que el grupo deberá buscar la infraestructura ya existente en ambos países, permitiendo exportar gas argentino en el menor tiempo y al menor costo posible. Para ello, los equipos de trabajo binacionales deberán identificar formas de facilitar el diseño y construcción de la infraestructura necesaria para interconectar los gasoductos operativos en cada país.
La agenda de trabajo de los estudios enumera prioridades como infraestructura, transporte e interconexión entre países y tipos de operaciones. El memorando tiene una validez de 18 meses, prorrogables, y al final de este período se presentará un informe de actividades.
El objetivo principal del Memorandum es facilitar la exportación de gas natural desde Argentina hacia Brasil, principalmente vía Vaca Muerta, en el menor tiempo y al menor costo posible. Para ello el Grupo de Trabajo Bilateral se dedicará a estudiar rutas logísticas e interconexión de infraestructura.
En ese sentido, las rutas evaluadas por el grupo de trabajo son inicialmente cinco. La primera y más inmediata, según distintos actores de la industria, es vía Bolivia, que demandará una inversión mínima en gasoductos existentes.
La agenda de trabajo de los estudios enumera prioridades como infraestructura, transporte e interconexión entre países y tipos de operaciones. El memorando tiene una validez de 18 meses, prorrogables, y al final de este período se presentará un informe de actividades.
Para lograr los niveles de exportación previstos, será necesario complementar al Gasoducto Norte, recientemente inaugurado, que le permite a la Argentina dejar de importar gas del vecino país, con loops y plantas compresoras, además de garantizar un excedente exportable.
Las opciones a la vía Bolivia
La segunda alternativa planteada es la onerosa construcción de un gasoducto por el Chaco Paraguayo, en la cual tendrían participación inversores de ese tercer país para el financiamiento de la obra, que tendría su punto de partida en Vaca Muerta.
También se suma la opción de llegar a la demanda directamente por el estado brasileño de Rio Grande do Sul, a través del ducto existente a la altura de Uruguaiana, o en su defecto vía Uruguay, a través del ducto entre Buenos Aires y Montevideo. En estos dos casos se deberían afrontar obras de cientos de kilómetros para lograr la interconexión con Rio Grande do Sul.
Finalmente, la última opción planteada en el documento es la importación de gas natural licuado (GNL), para lo cual la Argentina debe avanzar en el desarrollo de sus planes de infraestructura para poder abastecer al vecino país a través de cualquiera de sus siete terminales de regasificación.
El MOU también llevó claridad sobre los costos que se pretenden acordar las transacciones, ya que
se habla de un costo en origen de US$ 2 por millón de BTU, y un costo esperado a su llegada a Brasil de entre US$ 7 y US$ 8 por millón de BTU.
En el proceso inicial de exportación también se menciona a las empresas Total Energy, PlusPetrol y Pan American, que son las que ya cuentan con los permisos de exportación interrumpibles por los próximos dos años, vía Bolivia.
Los precios que ya se manejan
Esos permisos iniciales permitirían cubrir la expectativa de envíos de corto plazo por 2 millones de m³/día a inicios de 2025, para saltar a 10 millones de m³/día durante los próximos 3 años, y alcanzar al 2030 los 30 millones de m³/día, de acuerdo al sendero firmado por los ministros.
Para Brasil, los beneficios esperados de la importación del gas argentino se explican en las expectativas de reindustrialización con foco en los sectores de fertilizantes, vidrio, cerámica y petroquímica.
Así, el impacto económico esperado del aumento del suministro de gas natural en el vecino país en los próximos años es de R$ 94,6 mil millones en inversiones; la creación de 436 mil empleos directos e indirectos; un aumento del PBI de R$ 79 mil millones e ingresos federales por R$ 9,3 mil millones.