Son modelos de dimensiones más pequeñas y sin volante, que se comandan con una pantalla táctil. Tesla apunta a perfeccionarlos mientras avanzan nuevas regulaciones para este tipo de tecnologías.
Tesla avanza a paso firme en el diseño y construcción de autos autónomos que prometen revolucionar el transporte como se lo conoce. Recientemente, la automotriz de Elon Musk presentó el Cybercab, un auto diseñado para operar sin intervención humana.
Este modelo compacto, más pequeño que el Model 3, carece de mandos tradicionales. No tiene volante, pedales ni palancas, y su tablero incluye únicamente una pantalla táctil central. La idea es simplificar el diseño para disminuir los costos para acelerar su producción en masa.
Elon Musk hizo énfasis en los progresos logrados para que los vehículos autónomos puedan operar en las ciudades de Estados Unidos.
Los vehículos tienen capacidad solo para dos personas y Musk los describió como “transporte masivo individualizado”.
El CEO prometió carga inductiva, lo que significa que estos móviles no necesitarán conectarse como un auto eléctrico tradicional, aunque no dio detalles sobre cómo funcionará el sistema de propulsión.
Desde la compañía aseguraron que tanto el Cybercab como la Cybervan, una versión más grande destinada al transporte de pasajeros, estarán disponibles en 2027.
Aunque Tesla tiene antecedentes de retrasos, como ocurrió con el Tesla Semi y el Cybertruck, recientemente se avistó un prototipo del Cybercab cerca de la Gigafactoría de Texas, lo que sugiere que su desarrollo está más avanzado de lo previsto.
Avances en la regulación de los autos autónomos
Durante la presentación de estos vehículos, Musk hizo énfasis en los progresos logrados para que los vehículos autónomos puedan operar en las ciudades de Estados Unidos. “Esperamos comenzar con la autonomía completa, sin supervisión, en Texas y California el próximo año”, señaló el empresario.
De todas maneras, aclaró que los Tesla actuales necesitarían la aprobación del gobierno local para operar sin conductores.
La firma aún no logra la certificación de Nivel 3 para su Full Self-Driving (FSD), que actualmente opera como un sistema Nivel 2+. Esto implica que el conductor debe permanecer atento y listo para intervenir en cualquier momento.
Otras marcas ya superaron este nivel. Mercedes-Benz, por ejemplo, obtuvo la homologación de Nivel 3 en territorio estadounidense. Esto coloca a Tesla en una situación desventajosa, a pesar de liderar en ventas de vehículos eléctricos.
Según la doctora Marcela Riccillo, experta en inteligencia artificial, alcanzar el Nivel 5 de autonomía total será un desafío a largo plazo. Explicó que, mientras los niveles 1 y 2 dependen del humano, los niveles 3 y 4 requieren que la máquina asuma el control con mínima asistencia. Sin embargo, en el Nivel 5, el vehículo sería completamente autónomo, algo que aún parece lejano.
Riccillo destacó la importancia de legislar sobre estos avances. Uno de los principales obstáculos es definir la responsabilidad en caso de accidentes. Actualmente, este debate impide la implementación masiva de vehículos con mayor grado de autonomía.
La automotriz de Elon Musk y la conducción remota
En paralelo al diseño de nuevos vehículos autónomos, Tesla introdujo herramientas que se acoplen al uso de esta tecnología. Hace poco más de dos meses, la firma presentó el «Actually Smart Summon» (ASS).
Un software que permite que los autos se desplacen automáticamente hacia el usuario usando el GPS del smartphone, pero solo en estacionamientos y distancias cortas. Aunque funciona con precisión, su despliegue está limitado por las regulaciones vigentes.
Europa presenta restricciones aún mayores. Las leyes prohíben maniobras completamente autónomas iniciadas por el sistema, lo que impide que funciones como ASS estén disponibles en la región. Se espera que estas normativas cambien a finales de 2024 o principios del próximo año.