Desde los gremios advirtieron que cesantearon a más de 100 trabajadores, y que la cifra podría multiplicarse en los próximos días. Según trascendió en medios locales, son tres empresas las que recortaron personal.
El boom del litio que se disparó el año pasado y se sostiene con la mirada en el futuro, atravieza sin embargo algunas dificultades a partir del desplome que tuvo el precio internacional del mineral en los últimos meses.
Si bien la producción en el norte del país no hace más que crecer, algunos proyectos acusaron el golpe que significó esta variación negativa y varias empresas contratistas en Catamarca empezaron a prescindir de trabajadores.
El recorte provocó una fuerte respuesta gremial por parte del gremio de la construcción UOCRA, que organizó protestas y manifestaciones en la ciudad capital de la provincia.
Según denuncian, cerca de 100 trabajadores del sindicato que trabajan como obreros en proyectos de litio fueron despedidos y esperan que la cifra final podría llegar a más de 600 operarios.
Los despidos responden a que Arcadium (ex livent y Allkeim) canceló dos créditos internacionales por 230 millones de dólares para ampliar el desarrollo Sal de Vida.
En los medios locales, detallaron que los despidos se registraron en las firmas Concat, Huasi Construcciones y Guido Mogetta SRL, empresa de la misma familia que el actual Secretario de Transporte, Franco Mogetta.
La medida responde a que Arcadium (ex livent y Allkeim) canceló dos créditos internacionales por 230 millones de dólares para ampliar el desarrollo Sal de Vida.
Por otro lado, la multi desaceleró las inversiones programadas para el Proyecto Fenix –también ubicado en Catamarca. Con la cancelación del financiamiento del Banco Mundial y el menor volumen de desembolsos, la firma no accederá a los beneficios del Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI).
Además, Arcadium ya había despedido a un centenar de trabajadores en las últimas semanas, como parte del recorte del 10% a nivel global.
Escenario complejo para el litio
El avance de la transición energética y los compromisos internacionales para descarbonizar la matriz productiva, puso en el eje del mercado las actividades vinculadas a los insumos llamados «críticos» para este proceso. Entre ellos, el litio se convirtió en un commoditie estrella por su utilidad a la hora de fabricar baterías eléctricas.
Sin embargo, luego de meses de auge donde la tonelada de litio llegó a valer 80.000 dólares, la sobre oferta de proyectos en marcha, y una sensible baja en la demanda por el estancamiento de los autos eléctricos y la aparición de otros minerales competitivos, llevó a que el precio hoy se ubique por debajo de los 12 mil dólares.
Entre las cuestiones claves para este escenario, se destaca la eliminación de los subsidios del gobierno chino para la compra de autos eléctricos en ese país, que representa el principal mercado de estos vehículos.
En consecuencia, las compañías mineras debieron ajustar sus costos de producción, lo que se tradujo en una reducción de la demanda de mano de obra y, en consecuencia, en despidos masivos. Por ende, se declaró un estado de alerta permanente ante la incertidumbre y amenaza en las fuentes de empleo.
De todas maneras, algunos estudios privados proyectan un repunte en los precios del litio de cara el 2027. Un reciente informe del economista Maximiliano Ramírez con datos de EPyCA Consultores, señala que el mercado volverá a ser favorable para el mineral a medida que la tecnología renovable se vuelva la principal fuente de energía.
Actualmente, la Argentina cuenta con un total de 49 proyectos, de los cuales cuatro están en producción: Fénix, en Catamarca, y Salar de Olaroz, en Jujuy, operados por Arcadium; Cauchari-Olaroz, en Jujuy, de la minera Exar, una compañía argentina conformada por Ganfeng Lithium (de capitales chinos), Lithium Argentina y Jujuy Energía y Minería Sociedad del Estado, y Centenario Ratones, en Salta, perteneciente a Eramine Sudamérica, firma creada por el grupo francés Eramet y por la siderúrgica china Tsingshan.
