El programa busca evitar desbordes en la red durante el verano y el invierno, ofreciendo incentivos económicos a quienes colaboren. El Gobierno estima que podría disponer de unos 500 MW de potencia liberada en caso de que colapse el sistema.

Tal como estaba previsto, la Secretaría de Energía activó un nuevo “Programa de gestión de demanda de energía” para prevenir cortes de luz en momentos críticos y moderar el uso eléctrico de industrias y grandes comercios en los momentos críticos del sistema.

La medida del área conducida por María Tettamanti, publicada el último viernes en el Boletín Oficial mediante la resolución 379, apunta a que los grandes usuarios reduzcan voluntaria y remuneradamente su consumo en días hábiles de temperaturas extremas, tanto en verano como en invierno, con el objetivo de prevenir eventuales desbordes en la red.

Con la nueva resolución, el Gobierno busca ofrecerles a las empresas un esquema más atractivo: un ingreso fijo remunerado por la sola adhesión, sumado a pagos variables y premios por cumplimiento efectivo.

La iniciativa busca anticipar un escenario en el que la oferta energética no alcance a cubrir la demanda en las horas de mayor exigencia.

El esquema está dirigido a los Grandes Usuarios Mayores (GUMA), con un consumo mínimo de 1 MW; los Grandes Usuarios Menores (GUME), con un piso de 30 kW y un tope de 2 MW; y los Grandes Usuarios de las Distribuidoras (GUDIS), que superan los 300 kW de consumo y están conectados a redes de distribución.

El Gobierno estima que, si logra un nivel alto de adhesión, podría disponer de unos 500 MW de potencia liberada para atender los picos del sistema. El mecanismo es voluntario, pero prevé un esquema de pagos fijos y variables que mejora los incentivos vigentes hasta ahora.

Los montos de las remuneraciones para prevenir cortes de luz

En la práctica, Cammesa —la empresa que administra el mercado eléctrico mayorista— remunerará a los usuarios que se inscriban con un cargo fijo de 1.000 dólares por megavatio por mes (US$/MW-mes), sólo por el compromiso de estar disponibles para bajar su demanda.

A esto se suma un cargo variable de hasta 350 US$/MWh (megavatio hora) por la energía que efectivamente no consuman y que Cammesa puede programar como potencia disponible.

El plan también contempla un premio extra para quienes cumplan con la reducción pactada: 2.000 US$/MW-mes adicionales.

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La meta oficial es contar con una red de grandes usuarios dispuestos a moderar su consumo en los picos de demanda, liberando capacidad para evitar cortes.

Pero, en caso de incumplimiento, se aplicará una penalización de 3.000 US$/MW-mes. Cammesa, a su vez, evaluará las ofertas de cada industria con un tope de 350 dólares por MW por hora y conformará un ranking en función del precio ofertado, priorizando las más económicas dentro del límite fijado por la resolución.

La vigencia del esquema abarcará los meses de mayor demanda: diciembre, enero, febrero y marzo en verano; y junio, julio y agosto en invierno.

Según detalla el anexo de la norma, “la reducción de potencia sólo podrá ser solicitada al UA (usuario adherido al programa) inicialmente por un máximo de 14 días por año y no más de 5 horas por cada día”.

Antecedentes

Para dimensionar el problema, la Secretaría de Energía recordó en un comunicado que “el análisis de la operación eléctrica muestra que, por ejemplo, en 2024 apenas 35 horas anuales (0,4% del año) concentran el 10% de la demanda, equivalente a unos 3.000 MW.

Esta concentración de pocas horas de alta demanda revela la importancia de optimizar el uso de la infraestructura en esos picos críticos en lugar de sobredimensionarla para todo el año”.

El programa se apoya en la resolución 294 del año pasado, que había establecido un plan de contingencia para los meses críticos del período 2024-2026 con acciones sobre generación, transporte y distribución.

Aquella norma preveía un incentivo de 350 US$/MW-mes para industrias que redujeran su consumo, pero sólo cuando Cammesa las convocaba.

Con la nueva resolución, el Gobierno busca atraer a más empresas con un esquema más atractivo: un ingreso fijo remunerado por la sola adhesión, sumado a pagos variables y premios por cumplimiento efectivo.

La meta oficial es contar con una red de grandes usuarios dispuestos a moderar su consumo en los picos de demanda, liberando capacidad para evitar cortes y estabilizar el sistema sin necesidad de sobredimensionar la infraestructura.

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