El grupo empresario con aeropuertos y desarrollos inmobiliarios diversifica su cartera en busca de abastecer tanto al mercado local como al internacional con un insumo clave para la transición energética.

La Corporación América, liderada por Eduardo Eurnekian, concretó la adquisición del proyecto minero «Ivana«, ubicado en Río Negro, que incluye reservas de uranio, esencial para la generación de energía nuclear, y vanadio, un metal clave en la producción de acero.

Con esta iniciativa, el grupo empresarial busca posicionarse tanto en el mercado local como en el internacional, diversificando aún más su cartera, que ya incluye operaciones en aeropuertos, vinos e inmuebles.

El proyecto demandará una inversión de 160 millones de dólares durante los próximos tres años, destinados a estudios de factibilidad, construcción y desarrollo.

La apuesta de Corporación América por el proyecto «Ivana» en Río Negro también está motivada por el auge de las tecnologías de inteligencia artificial (IA), que requieren un consumo energético masivo para su operación.

La operación se formalizó a través de un acuerdo con Blue Sky Uranium Corp y su subsidiaria local, Minera Cielo Azul S.A.

En un comunicado, la Corporación América destacó que esta inversión refleja «una visión que posiciona a la industria minera como piedra angular del progreso tecnológico, energético y económico de Argentina, alineándose con la creciente demanda global de recursos estratégicos«.

Además, señalaron que este proyecto tiene el potencial de convertirse en un motor clave para el desarrollo económico y regional.

El grupo subrayó la capacidad del país en el ámbito nuclear, mencionando que «Argentina, reconocida por su industria nuclear altamente desarrollada y con profesionales de clase mundial, cuenta con plantas capaces de purificar uranio, transformarlo en combustible y abastecer a sus centrales nucleares».

No obstante, advirtió sobre la paradoja actual: «A pesar de sus recursos probados de uranio, durante más de dos décadas el país ha sido un neto importador«.

IA y energía nuclear, ejes del negocio

La apuesta de Corporación América por el proyecto «Ivana» en Río Negro también está motivada por el auge de las tecnologías de inteligencia artificial (IA), que requieren un consumo energético masivo para su operación.

En este contexto, la energía nuclear se perfila como una solución viable para satisfacer estas demandas.

uranio
El uranio, un metal pesado esencial para los reactores nucleares en todo el mundo, desempeña un papel clave tanto en la transición hacia energías limpias como en el impulso de economías locales.

“Países como China, Francia y Estados Unidos ya están ampliando sus capacidades nucleares para cumplir con las metas de transición energética”, destacó la corporación en su comunicado.

Asimismo, subrayaron que el proyecto forma parte de su estrategia para respaldar la energía nuclear como un «pilar esencial en la transición energética, al combinar seguridad y desarrollo tecnológico».

Nikolaos Cacos, presidente y director ejecutivo de Blue Sky, celebró la asociación con el grupo liderado por Eduardo Eurnekian, describiendo la inversión como un paso clave.

“Ahora esperamos cerrar la transacción que posicionará a Blue Sky y a sus accionistas para beneficiarse enormemente del avance del depósito de Ivana junto con empresas integrantes del negocio energético global del Grupo Corporación América, uno de los grupos más capaces de Argentina”, afirmó.

Además, Cacos destacó una cláusula adicional del acuerdo que permitirá financiar la exploración en otras áreas prometedoras de su cartera, abriendo la puerta a nuevos descubrimientos y al fortalecimiento de recursos, lo que generará valor tanto para los inversores como para la industria en general.

La importancia del uranio

El uranio, un metal pesado esencial para los reactores nucleares en todo el mundo, desempeña un papel clave tanto en la transición hacia energías limpias como en el impulso de economías locales.

Este recurso ha despertado interés en Argentina, particularmente en áreas donde la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) ya había identificado un alto potencial de exploración.

En este escenario, Blue Sky Uranium Corp emerge como una de las principales compañías del país en la búsqueda de uranio y vanadio, con más de 4.000 km² de propiedades prospectivas.

El proyecto «Ivana» se inserta en una iniciativa mayor, la exploración «Amarillo Grande», que abarca unas 300.000 hectáreas en Río Negro.

Este proyecto alberga la mayor estimación de recursos minerales de uranio registrada en el país, consolidándose como un referente en el sector.

Recientemente, la empresa amplió su portafolio gracias a una inversión de Eurnekian, alcanzando más de 480.000 hectáreas con posibilidades de explotación en las provincias de Río Negro, Chubut, Neuquén y Mendoza.

En Mendoza, específicamente en el Distrito Minero de Malargüe Occidental, Blue Sky detectó anomalías relacionadas con uranio en pozos de petróleo y gas. Según la empresa, las características geológicas de la zona son prometedoras y podrían contener depósitos de uranio recuperables directamente en el lugar, lo que refuerza su potencial estratégico.

En Neuquén, el proyecto Chihuidos, cercano a Añelo, otorga a Blue Sky el control sobre 60.000 hectáreas ubicadas en el corazón de la cuenca neuquina. Este desarrollo subraya la diversidad y alcance de las operaciones de la empresa en Argentina, apuntando a maximizar el aprovechamiento de los recursos locales en zonas con condiciones geológicas altamente favorables.

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