El consumo creció un 4,79% interanual el mes pasado, impulsado por la demanda de naftas y gasoil de mayor calidad. Sin embargo, el despacho de diésel común volvió a contraerse.
El mercado de combustibles atraviesa la recta final de un año de vaivenes, pero con una tendencia positiva que empieza a consolidarse. Tras el leve aumento de agosto, las ventas volvieron a subir en la comparación interanual de septiembre, a pesar de que los precios continuaron aumentando.
Según el informe “Venta al público de combustibles” elaborado por el portal Surtidores, el despacho creció un 4,79%. En total, se comercializaron 1.376.837 m³, frente a los 1.313.874 m³ registrados en el mismo mes del año anterior, evidenciando una recuperación sostenida en el segmento.
El volumen de venta por tipo de combustible refleja una preferencia sostenida por los de alta calidad.
El crecimiento mensual, comparado con agosto de 2025, fue más moderado, con un avance del 0,17%, lo que indica que la tendencia al alza se consolida sobre una base interanual más que por fluctuaciones recientes.
En el estudio se sugiere que este comportamiento implica un repunte gradual en la demanda de los consumidores y empresas que utilizan combustibles para transporte y actividad productiva.
Análisis por empresa y calidad
Los combustibles premium fueron nuevamente los principales impulsores de esta recuperación. La nafta de mayor octanaje registró un incremento del 16,22%, mientras que el gasoil grado 3 creció 12,64%. En contraste, la nafta súper avanzó un 4,11% y el gasoil grado 2 presentó una importante caída de 3,96%.
En tanto, el estudio por compañías evidencia resultados heterogéneos. Seis de siete empresas registraron incrementos interanuales, destacando Gulf Oil con un crecimiento del 47,73% y DAPSA con 18,05%.
YPF, la principal operadora del mercado, alcanzó un volumen de 756.794 m³, con un aumento del 5,09%, mientras que Refinor reportó una contracción de 3,98%, situándose en 11.762 m³. Shell y Axion Energy mostraron desempeños positivos pero moderados: la primera con 311.644 m³ y un aumento marginal del 0,06%, y la segunda con 166.860 m³ y 7,25% de incremento.
Puma Energy sumó 75.649 m³, un 3,60% más que en septiembre de 2024. En términos de participación de mercado, YPF mantiene el 55%, seguida por Shell con 22,6% y Axion con 12,1%.
Consumo de combustibles por región
El repunte también se observa en los grandes centros urbanos, aunque con diferencias regionales. Provincias como Santiago del Estero, Buenos Aires y San Juan lideran los crecimientos, mientras que CABA, La Pampa y Río Negro evidencian retrocesos, marcando la heterogeneidad del mercado y los patrones de consumo locales.

Desde la perspectiva operativa, el aumento en la venta de combustibles implica una mayor rotación en estaciones de servicio y logística de distribución. La planificación de inventarios y la frecuencia de reabastecimiento se ajustan para atender la demanda creciente, especialmente en los productos premium que concentran la mayor parte del incremento.
Presión sobre el precio en surtidores
Hace unos días, el precio del biodiésel registró un nuevo aumento que acumuló una suba superior al 12% respecto a septiembre. La Secretaría de Energía fijó el valor mínimo de adquisición en $1.590.832 por tonelada, mediante la Resolución 422/2025 publicada en el Boletín Oficial.
Se trata del segundo ajuste en el mes, luego de que la Resolución 385/2025 hubiera fijado el precio en $1.508.704 por tonelada. Se espera que las actualizaciones en este derivado, se traduzca en un salto más pronunciado de los precios del combustible a partir de noviembre.
En este caso, el incremento se aplicó solo al biodiésel destinado a la mezcla obligatoria con gasoil, mientras que el bioetanol no sufrió modificaciones. Según la normativa, “las condiciones actuales del mercado ameritan la determinación de un nuevo precio”, conforme a la metodología establecida en la Resolución 963/2023.
Los productores habían reclamado ajustes adicionales para mantener la rentabilidad, dado que el biodiésel impacta directamente en los costos del gasoil y, por extensión, en la economía del transporte y la logística.




