La alianza entre BHP y Lundin Mining planea desembolsar hasta US$15.000 millones para explotar el metal en la provincia. El proyecto podría ubicarse entre las diez minas más grandes del mundo.
El cobre se consolida como la gran promesa exportadora de la Argentina. En este contexto, Vicuña Corp. —la empresa surgida de la fusión entre la australiana BHP, la minera más grande del mundo, y la canadiense Lundin Mining— alista su presentación al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) antes de fin de año.
El plan contempla una inversión estimada en 15.000 millones de dólares para desarrollar un mega proyecto de cobre en la cordillera sanjuanina, a pocos kilómetros de la frontera con Chile.
El proyecto Vicuña nació a partir de la fusión de dos desarrollos previos: Josemaría y Filo del Sol. Ahora, la empresa debe actualizar los estudios de impacto ambiental y evaluar las necesidades de infraestructura asociadas para avanzar en su ejecución.
De concretarse, sería “la inversión extranjera más grande de la historia argentina”, según declaró en San Juan José Luis Morea, director Senior de Vicuña Corp. para Argentina y Chile.
Si bien el monto aún no fue confirmado oficialmente por la compañía, la cifra ya circula entre funcionarios nacionales y provinciales, y algunos incluso proyectan que podría escalar hasta los US$17.000 millones.
La noticia fue uno de los temas centrales de la reciente conferencia sobre cobre organizada por Panorama Minero, que reunió a actores clave de la industria.
Un gigante de clase mundial
El proyecto Vicuña nació a partir de la fusión de dos desarrollos previos: Josemaría y Filo del Sol. Ahora, la empresa debe actualizar los estudios de impacto ambiental y evaluar las necesidades de infraestructura asociadas para avanzar en su ejecución.
El potencial es enorme: la mina podría convertirse en una de las diez más grandes del mundo en términos de producción de cobre, oro y plata. De hecho, fue recientemente reconocida como el hallazgo de cobre más importante de los últimos 30 años.
Además, no se descarta que en el futuro se sume a este conglomerado el proyecto Lunahuasi, de la canadiense NGEx Minerals, ubicado en la misma zona de San Juan.
Pese al entusiasmo, Morea advirtió que la provincia deberá preservar su perfil pro-minero para que estas inversiones avancen sin obstáculos.

“San Juan debe sostener su reputación”, afirmó, y se mostró crítico respecto a la intención del gobernador Marcelo Orrego y su ministro de Minería, Juan Pablo Perea, de impulsar una nueva ley de proveedores locales. “Sería contraproducente”, advirtió el ejecutivo.
Perea, en tanto, defendió la iniciativa y aseguró que la ley “no buscará limitar la competencia entre proveedores sino fomentarla, ordenarla y transparentarla”.
Exportaciones mineras en alza, pero con desafíos
En paralelo al auge del cobre, la minería argentina cerraría 2025 con un récord histórico de exportaciones.
Así lo estima un informe conjunto de la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM) y la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), que proyecta ventas externas por más de 5.000 millones de dólares.
El estudio destaca que el oro, la plata y el litio seguirán liderando el volumen exportador, con una producción estimada para el año que viene de: 1.114.000 onzas de oro; 19,6 millones de onzas de plata; y 130.000 toneladas LCE de litio
Oro y plata, en conjunto, representan el 81% de la canasta exportadora minera, según el reporte.
Con estos niveles de actividad, el país alcanzaría en 2025 su mayor volumen de exportaciones mineras de los últimos 15 años.
Sin embargo, el informe también advierte sobre una tendencia preocupante: “A pesar del incremento de las exportaciones, los volúmenes productivos muestran un marcado deterioro desde el año 2020, con los consecuentes incrementos en los costos operativos”.
Este desgaste se explica, en parte, por el envejecimiento de los principales yacimientos, que llevan décadas en operación y exigen cada vez más inversión para sostener sus niveles productivos.
Además, el documento señala que “todavía en Argentina la suba de precios de referencia global permite evitar el cese de muchas operaciones, aunque deja a las empresas en una situación de fragilidad ante un cambio de tendencia en los precios”.