La Legislatura provincial dio sanción definitiva a las decclaraciones de impacto ambiental y habilitó el inicio de las exploraciones en un vasto territorio de 20.000 kilómetros cuadrados.
El Senado de Mendoza otorgó sanción definitiva a 34 Declaraciones de Impacto Ambiental (DIAs), previamente aprobadas en la Cámara de Diputados provincial, habilitando así la exploración en el área de Malargüe Distrito Minero Occidental.
Este avance es clave para impulsar proyectos de explotación de cobre en la región. La comunidad local ya había expresado su apoyo a la iniciativa durante audiencias públicas, mostrando un respaldo importante para la actividad minera.
En esta fase inicial, comenzarán las tareas de prospección y exploración, por lo que aún se desconoce cuántos de los proyectos tendrán potencial extractivo.
En tanto, mientras fuera de la Legislatura se reunían activistas ambientales y miembros de la UOCRA, la medida fue aprobada con 33 votos a favor y solo 3 en contra.
El gobernador Alfredo Cornejo celebró la decisión, asegurando que se trata de una acción que otorga «seguridad jurídica con el objetivo de mejorar la economía y los salarios de Mendoza».
Este proyecto representa uno de los pilares del gobierno provincial en su apuesta por generar empleo y diversificar la matriz productiva de Mendoza.
Aunque la norma permite el desarrollo de diversos proyectos mineros, todos deberán cumplir con los requisitos de la ley 7722, que prohíbe el uso de sustancias químicas tóxicas en la actividad minera, con el objetivo de garantizar el recurso hídrico.
En esta fase inicial, comenzarán las tareas de prospección y exploración, por lo que aún se desconoce cuántos de los proyectos tendrán potencial extractivo.
El gobernador resaltó que esta aprobación marca el inicio de exploraciones en una vasta extensión de 20.000 kilómetros cuadrados en Malargüe, una región con alto potencial para la extracción de cobre.
Este recurso resulta estratégico para el desarrollo sostenible tanto en Mendoza como en Argentina, especialmente en el contexto actual de la transición energética global.
Euforia oficial en Mendoza
«Cabe destacar que cada proceso legislativo y administrativo cumplió con principios de transparencia, legalidad y previsibilidad«, compartió el gobernador Alfredo Cornejo en sus redes sociales.
Además, enfatizó: «Confiamos en ofrecer a la ciudadanía y a posibles inversores la certeza de que el desarrollo de esta industria se llevará a cabo con decisiones claras y protegidas de cambios arbitrarios o intereses políticos de gobiernos de turno».
Para finalizar, expresó su gratitud por «este logro, alcanzado con amplio consenso y la aplicación de procedimientos legales actualizados».
En una línea similar, la ministra de Energía y Ambiente de Mendoza, Jimena Latorre, destacó el largo proceso, «marcado por la institucionalidad», que incluyó talleres participativos, visitas abiertas a los proyectos de exploración y una audiencia pública de alta concurrencia.
En sus redes, Latorre también subrayó que «la transparencia y la participación fueron los pilares del proceso», añadiendo que se incorporaron «13 informes sectoriales y un dictamen técnico de la Facultad de Ciencias Aplicadas a la Industria de la UNCuyo, cumpliendo con la Ley 5961 y el Decreto Reglamentario 820/06″.
Latorre sostuvo que la exploración minera representa «una oportunidad para que nuestras actividades productivas crezcan de forma armónica, generando más ingresos y beneficios para la provincia. Hoy avanzamos hacia un futuro sostenible en el que todos ganamos».
En el exterior de la Legislatura, la situación reflejaba posiciones divididas. Mientras que asambleas por el agua y grupos ambientalistas manifestaban su oposición al proyecto, afiliados de la UOCRA se congregaron en apoyo, viendo en la iniciativa una vía para fomentar el empleo en Mendoza.
El Plan Pilares, por cobre y potasio
Por otro lado, el Gobierno de Mendoza completó a fines de julio la segunda fase del Plan Pilares, un proyecto público-privado que busca fomentar la minería sostenible, enfocándose en la extracción de cobre y potasio, y promover una transición energética eficiente en la provincia.
La estrategia pone un énfasis especial en el cobre y el potasio, minerales estratégicos a nivel global. El primero es crucial para las nuevas tecnologías de transición energética, mientras que el segundo es vital para la recuperación de suelos en la agricultura intensiva.
El plan destaca que la provincia puede aprovechar su potencial geográfico, su rica geología, sus capacidades humanas y tecnológicas, y su tradición industrial para impulsar un desarrollo minero moderno que dinamice la economía y genere empleos de calidad, al mismo tiempo que proteja los recursos hídricos y los ecosistemas.
Según se consigna, la exploración y explotación del cobre se realizará de manera sostenible, con un bajo consumo de agua, recirculación y recuperación del 80% del agua utilizada, y cumpliendo con altos estándares internacionales.
La provincia podría producir 500.000 toneladas cúbicas bajo un escenario de desarrollo conservador (4 proyectos de cobre) y hasta 1.500.000 toneladas cúbicas con ocho proyectos en desarrollo.
Se espera que las inversiones en exploración y estudios de cuatro proyectos cupríferos asciendan a 1.332 millones dólares hasta 2050, y que la producción alcance los 12.693 millones de dólares, generando exportaciones anuales de unos US$ 3.150 millones.
El desarrollo cuprífero podría crear más de 2.000 empleos directos y casi 5.000 empleos indirectos, además de estimular el trabajo de empresas y pymes de servicios.