La desarrollan en el CONICET y la UBA, fabricada con biopolímeros. Es reutilizable y además de la contaminacion, impide la propagación de las llamas en caso de incendio. También incide en el ahorro de costos de transporte, acopio y disposición final.
El Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y la Universidad de Buenos Aires (UBA) desarrolaron mantas oleofílicas e hidrofóbicas con alta capacidad de absorción, diseñadas para proteger los suelos en derrames de petróleo durante la extracción de crudo.
Este innovador producto, denominado BIOmanta, está en proceso de fabricación y pronto sustituirá a las mantas tradicionales utilizadas en la industria petrolera.
BIOmanta se destaca por estar fabricada con materias primas naturales, ser reutilizable, además de la recuperación y remoción de hidrocarburos en derrames acuosos, ofrecer resistencia al fuego, evitando la propagación de llamas en caso de incendio.
La patente de este producto fue registrada por el Conicet, la UBA y la empresa Emerald, que también firmó el convenio, y ha sido certificada por los organismos de control pertinentes.
Se trata de un desarrollo liviano, lo que reduce la cantidad de material a incinerar, y no libera gases tóxicos, a diferencia de los materiales particulados usados en las mantas comerciales. Además, genera menos residuos.
Su desarrollo se llevó a cabo íntegramente en el Laboratorio de Polímeros y Materiales Compuestos del Departamento de Física de la UBA.
El presidente del Conicet, Daniel Salamone, subrayó la importancia de la colaboración entre el sector público y privado en este proyecto, destacando que «la articulación del Conicet con la Universidad y la empresa muestra lo virtuosa que puede ser la relación público-privada para solucionar una demanda de la industria petrolera».
Además, la investigadora del Conicet, Silvia Goyanes, explicó que «BIOmanta es una estructura no tejida con una porosidad adecuada, es decir, un continuo sin desperdicio para el medio ambiente«, y añadió que se trata de un polímero de origen natural.
Goyanes también mencionó que el equipo ha estado desarrollando nanoestructuras por más de 10 años, enfocándose en cómo la porosidad y conectividad de los poros mejoran la eficiencia en los procesos de absorción.
BIOmanta cuenta con la certificación del INTI y la Universidad Nacional de La Plata, lo que refuerza su validez y potencial en el mercado.
Cómo se usan las biomantas en caso de derrames de petróleo
Aunque la industria petrolera en Argentina cuenta con proveedores establecidos de mantas oleofílicas, existe una creciente necesidad de mejorar la relación eficiencia/costo para reducir el impacto ambiental de manera económica.
Un aspecto clave en la evaluación de estas mantas es su capacidad de absorción de hidrocarburos en relación con su peso, ya que este factor afecta directamente los costos de transporte, almacenamiento y disposición final, procesos que se ven incrementados proporcionalmente con el peso del absorbente.
Federico Trupp, miembro del equipo liderado por Silvia Goyanes en el Laboratorio de Polímeros y Materiales Compuestos, explicó el uso y las ventajas de BIOmanta.
«Básicamente, la manta se coloca en todo el suelo del sitio de extracción para absorber los hidrocarburos que se derraman de las máquinas, evitando así la contaminación del suelo», detalló.
Trupp añadió que, una vez que la manta ha cumplido su función, se retira y se dispone mediante incineración.
«Nuestra manta ofrece varias ventajas: es liviana, lo que reduce la cantidad de material a incinerar, y no libera gases tóxicos, a diferencia de los materiales particulados usados en las mantas comerciales. Además, genera menos residuos«, explicó, subrayando la eficiencia y sostenibilidad de BIOmanta frente a las opciones tradicionales.
Una evolución de las mantas ya existentes
Juan Gozio, uno de los propietarios de la empresa privada Emerald, expresó la importancia de contar con el conocimiento del Conicet y la UBA para desarrollar proyectos innovadores en el sector del petróleo y gas.
“Tener acceso a la experiencia y saberes del Conicet y la UBA es fundamental para crear soluciones innovadoras en nuestra industria”, afirmó Gozio, destacando la fluida colaboración entre ambas entidades que permitió concretar el proyecto de BIOmanta.
Por su parte, Alejandro Iglesias, gerente Upstream de Emerald, comentó sobre la oportunidad que identificaron para mejorar el sistema de mantas oleofílicas que se ha utilizado durante más de 10 años en la provincia de Neuquén para mitigar los impactos de los hidrocarburos en el suelo.
Iglesias explicó que las mantas tradicionales “no son muy cómodas para transitar debido a su estructura de valles y crestas, lo que puede generar tropiezos e incidentes. En cambio, el producto desarrollado es homogéneo y asegura una absorción uniforme en toda la superficie”.
