Lo elevó al Senado de la Nación. La inciativa de una empresa alemana se pondría en marcha en 2030 con una producción de 100.000 toneladas al año, gracias a una inversión inicial de U$S 2.500 millones. Evalúan pedir su inclusión en el RIGI.
La gobernación de Chubut busca fomentar la actividad eólica y respaldó la presentación el proyecto Eco-Refinerías del Sur (ERS) en el Senado de la Nación. Se trata de una iniciativa para producir Combustible Sostenible de Aviación (SAF, por sus siglas en inglés) a partir de energía eólica y es encabezada por la alemana GreenSinnergy GmbH, junto a los especialistas argentinos Ismael Retuerto y William Hughes.
La idea es posicionar a la provincia como un centro de innovación en energías renovables. De aprobarse, la propuesta podría representar desembolsos millonarios en la provincia y se analiza el ingreso de la iniciativa al Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI).
La primera fase, que comenzará en 2030, tiene como objetivo producir 100.000 toneladas de SAF al año.
El proyecto se basa en la tecnología Power to Liquid (PtL), que utiliza energía eólica para producir hidrógeno verde. Este hidrógeno, a su vez, se combina con dióxido de carbono mediante el proceso Fischer-Tropsch, generando combustibles líquidos de bajas emisiones, específicamente combustible sostenible para aviación.
La adopción de esta tecnología no solo apunta a reducir la huella de carbono de la industria aeronáutica, sino también a promover el crecimiento económico de la región patagónica, aprovechando sus recursos naturales y sus condiciones climáticas.
Las fases del proyecto en Chubut
La propuesta se desarrollará en tres fases. La primera, que comenzará en 2030, tiene como objetivo producir 100.000 toneladas de SAF al año, con una proyección de crecimiento que llevará la capacidad de producción a más de 500.000 toneladas anuales.
Para llevar a cabo esta etapa, se prevé una inversión inicial de 2.500 millones de dólares, que podría superar los 6.000 millones de dólares en la fase final.
Este impulso a la producción de combustibles sostenibles contribuiría de manera significativa a los objetivos globales de carbono neutralidad, con la expectativa de reducir cerca de 1,5 millones de toneladas de CO2 anuales una vez alcanzada su capacidad plena.
Más allá de su impacto en la descarbonización del sector aeronáutico, el proyecto también promete dinamizar la economía local y regional.
La creación de empleo será un aspecto fundamental, con oportunidades que abarcarán desde ingenieros y técnicos especializados hasta trabajadores en áreas de logística, transporte y servicios complementarios.
Ismael Retuerto, especializado en proyectos eólicos, destacó que la capacidad tecnológica de las pymes locales será clave para la ejecución del proyecto, permitiendo además que estas empresas se especialicen progresivamente en las distintas áreas de desarrollo.
Asimismo, se anticipa que el proyecto tendrá un impacto positivo en la formación de profesionales, ya que se requerirá personal altamente calificado.
William Hughes, otro de los responsables de la iniciativa, señaló que las universidades y centros de formación profesional tendrán un rol central, adaptando sus programas educativos a las tecnologías limpias y las necesidades del sector.
La vicepresidenta Victoria Villarruel también tuvo acceso al proyecto y destacó su potencial para impulsar la transición energética en Argentina.
El SAF producido a partir de energías renovables y tecnologías avanzadas de captura de carbono puede reducir las emisiones de CO2 en hasta un 99% en comparación con los combustibles fósiles tradicionales, lo que representa un avance crucial hacia la sostenibilidad en el sector aeronáutico.
Actualmente, el proyecto se encuentra en la fase final de su desarrollo conceptual, con un proceso de consolidación de un ecosistema integral que incluye a tecnólogos, compradores e inversores estratégicos. Se espera que en los próximos años se inicien las fases de ingeniería básica, con el objetivo de comenzar la operación de la planta en 2030.
