En julio la campaña alcanzó 1,3 millones de toneladas. Y agosto apunta a un registro histórico, impulsado por la fuerte demanda del gigante asiático, mientras la logística integrada se consolida como la clave del negocio.

La campaña de soja argentina transita un momento de alto dinamismo. Según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), en julio los embarques se cuadruplicaron frente al mismo mes del 2024 y alcanzaron 1,3 millones de toneladas.

“Esta tendencia se está intensificando en agosto, que ya promediando el mes embarcó 568.000 toneladas y hay programado 1,3 millones de toneladas más para cargar. De cumplirse el line-up, podríamos llegar a tener el segundo mejor agosto de la historia en cuanto a exportaciones de soja”, señaló la entidad.

El mapa exportador no se limita al Paraná. En el sur bonaerense, el Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca y Puerto Rosales consolidan su rol estratégico.

El motor de esa recuperación tiene nombre propio: China. Con compras que rozan los 5 millones de toneladas en lo que va de la campaña, se convirtió en el principal destino del poroto argentino.

“A contramano de las expectativas del presidente Trump, China viene importando soja a un ritmo récord y acrecentando sus stocks. Con 70 millones de toneladas en los primeros siete meses del año, China batió cualquier marca y Brasil se posiciona como el principal origen”, sostuvo.

“Sin embargo, hay cada vez más porotos argentinos que marcan el pasaporte para llegar al continente asiático, predominando cada vez más la soja sudamericana”, destacó la BCR.

La logística, protagonista silenciosa

Más allá de las cifras, el punto neurálgico está en el engranaje logístico. Cada tonelada que sale desde las terminales del Gran Rosario moviliza barcazas que llegan desde el norte, camiones y trenes desde el interior productivo, y buques que luego conectan con los mercados globales.

La Vía Navegable Troncal vuelve a ser la columna vertebral de este esquema, donde la coordinación entre todos los actores resulta decisiva.

El movimiento constante en San Lorenzo, Timbúes y alrededores confirma que la capacidad logística es tan crucial como la propia producción. Estibadores, proveedores, técnicos y controles trabajan detrás de escena para garantizar que la carga salga en tiempo y forma.

Precios y mercado de la soja

La renovada demanda china generó un efecto concreto en los valores. Mientras en Chicago la soja cayó en las últimas semanas, en Rosario la tendencia fue la contraria.

El FOB soja desde el Up-River supera los U$S 430 por tonelada para los embarques más próximos, frente a los USD 380/397 que se negociaban en abril y mayo, es decir, un 10% menos que la referencia actual.

Sin embargo, no todo el complejo sojero corre la misma suerte. La harina de soja tocó mínimos en 15 años, perforando el piso de U$S 300.

Soja, Gran Rosario
Según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), en julio los embarques se cuadruplicaron frente al mismo mes del 2024.

En contraste, el aceite mostró un mejor desempeño: con fuerte demanda externa logró cierta recuperación en precios, aunque todavía insuficiente para compensar la caída de la harina.

Ante ese escenario, la Bolsa calculó un precio FOB Compuesto —ponderando aceite, harina y cáscara de soja según su peso en el proceso de industrialización— y concluyó: “Desde que arrancó la campaña ha habido una convergencia desde abajo hacia arriba en favor de la exportación directa de soja, impulsada por la alta demanda del grano, en detrimento del bajo precio de la harina. En términos relativos, el precio de exportación de la soja llegó a prácticamente igualar el promedio de la industria, marcando máximos desde septiembre del 2023”.

Ese atractivo exportador también reactivó la plaza local: la comercialización interna volvió a superar las 200.000 toneladas diarias en promedio.

El rol estratégico de Bahía Blanca

El mapa exportador no se limita al Paraná. En el sur bonaerense, el Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca y Puerto Rosales consolidan su rol estratégico.

Durante el primer semestre, el movimiento total de cereales superó los 8,3 millones de toneladas, un crecimiento del 5,9 % interanual.

El desglose muestra una canasta diversa: trigo (1,28 millones de toneladas, +52 %), maíz (2,58 millones, +3,4 %) y cebada (1,01 millones, +37 %). Los principales destinos —Brasil, Arabia Saudita, Vietnam y China— confirman que el Atlántico sur argentino se integra cada vez más a las rutas globales.

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