Durante la gira que encabeza Sergio Massa hay negociaciones con el gigante energético Power China. Desde Brasil, Lula Da Silva empuja un crédito clave para la obra. Las cifras que se manejan.
Con el primer tramo a días de inaugurarse, la siguiente etapa del Gasoducto Néstor Kirchner (GPNK) se posiciona como la nueva gran obra vinculada a Vaca Muerta. En ese contexto, el gobierno se moviliza en búsqueda de financiamiento, uno de los puntos clave de la gira del ministro de Economía Sergio Massa en China, que también se posicionó como eje en conversaciones con Brasil.
Desde el Gobierno señalan que cuando el gasoducto avance la Argentina alcanzará un importante beneficio: «Se podrán ahorrar 8.000 millones de dólares anuales», estiman desde la Secretaría de Energía.
Para alcanzar ese objetivo, hoy es esencial resolver el acceso a fondos que permitan la concreción de la segunda etapa de obras, por un monto que a medida que avanza el diseño de la licitación empieza a estar más clara en las mesas de negociaciones, aunque recién se conocerá con precisión cuando estén terminados los piegos, tras el regreso de la comitiva argentina que en este primer día de junio se traslada de Shanghai a Beijing.
Como referencia, aparewcen los montos que se manejan tras las auspiciosas gestiones que se realizaron hasta ahora en China, y en un encuentro de países sudamericanos en Brasilia.
Contacto con Power China
Como parte de las jornadas de trabajo en la gira de la cartera de Economía, la delegación argentina se encontró con representantes de Gezhouba, Power China y State Grid, empresas del sector energético local.
“Trabajamos en el financiamiento de la segunda etapa del gasoducto a partir de un crédito preacordado con la empresa Power China, cuando se complete el total de la obra nuestro país va a ahorrar casi 8.000 millones de dólares anuales”, señalaron desde la secretaría de Energía.
En ese marco, abordaron la necesidad de proyectos estructurales para cambiar la matriz energética del país y la posibilidad de conseguir apoyos.
Uno de los focos centrales estuvo puesto en asegurar las inversiones para completar la segunda etapa del GPNK y se habría avanzado con Power China por un desembolso millonario. Según las estimaciones oficiales, el presupuesto de la obra rondará los 1.900 millones de dólares.
La multi asiática ya tiene iniciativas operando en el país, para las cuales destinó cerca de 1.000 millones de dólares. Actualmente la empresa inversora participa en el desarrollo de 5 parques eólicos de 355 Megavatios (Mw) y 4 plantas solares de 412,6 Mw totales, todos en ejecución.
Además, Power China junto al grupo inversor CaleGroup invertirán más de 1.350 millones de pesos en la construcción de un parque solar que abastecerá con energía renovable a las empresas y residentes de la localidad misionera de San Javier.
En paralelo a las jornadas de trabajo de la cartera de Economía en la República Popular de China, hay negociaciones en Brasil
El proyecto prevé que el parque tendrá la capacidad para generar cerca de 6.000 megavatios hora (MWh) al año, suficiente para cubrir la demanda energética del 45% de la población asentada en la región. El parque será instalado en un predio de 8,7 hectáreas y se construirá con mano de obra local, en un proyecto que ya se inició y demandará en total 15 meses de trabajo.
Negociaciones en Brasil
Por otro lado, Alberto Fernández tuvo un encuentro con su par brasileño Lula Da Silva, en el que trataron “temas estratégicos” para avanzar con las exportaciones de materiales brasileños para la construcción del GPNK, que en el futuro -según lo proyectado- llegará al gigante del Mercosur.
La reunión dejó sensaciones positivas y se espera el apoyo del Banco de Desarrollo de Brasil (BNDES), para la compra de tubos.
Desde el país vecino, ya habían dado indicios favorables a través de un comunicado de la Cancillería brasileña donde Lula destacó que, “ya no existen obstáculos legales para la intervención del BNDES y que Brasil avanzará en financiamientos para permitir la exportación de productos brasileños».
En el Gobierno se espera el apoyo del Banco de Desarrollo de Brasil (BNDES), para la compra de tubos.
De esta manera, la idea es conseguir una financiación de 600 millones de dólares para la compra de tubos y chapas de acero producidos en Brasil para la segunda fase del gasoducto Presidente Néstor Kirchner (tramo Salliqueló-San Jerónimo), y otras partes del gasoducto norte, Salta-GNEA, Aldea Brasileira-Uruguaiana y San Jerónimo-Santa Fe.
El cónclave fue compartido por el jefe de Estado argentino en su cuenta oficial de Twitter, en un hilo donde destacó que, «esto permitirá que nuestro país logre el autoabastecimiento energético y exporte gas de Vaca Muerta a Brasil”.
“Además, estamos dando pasos fundamentales para profundizar nuestra integración energética. La Argentina mejorará las condiciones de pago de las importaciones de energía eléctrica de fuente térmica”, concluyó el posteo de Fernández.