El túnel de Agua Negra, a la altura de San Juan, sería una alternativa valiosa al cruce de Mendoza, ya que podría permanecer habilitado todo el año. Las razones del país vecino.
El proyecto de un túnel binacional entre la Argentina y Chile a la altura de San Juan, como alternativa al paso Cristo Redentor de Mendoza y con potencial para mejorar significativamente la logística del Mercosur, deberá seguir esperando por el momento.
Así lo dejó en claro días atrás la ministra de Obras Públicas del país trasandino Jessica López tras considerar que “el túnel de Agua Negra es bastante caro”, razón por la cual están analizando la posibilidad de abrir otros pasos fronterizos.
López agregó que la iniciativa no está contemplada en el presupuesto por lo que por el momento seguirá quedando en los papeles.
“Es un proyecto complejo ya que es un túnel a gran altura, que tiene un costo bien significativo. Entonces, debemos mirarlo con todo el detalle”, se excusó la funcionaria del gobierno de Gabriel Boric y señaló “estamos analizando varios pasos fronterizos, y en una de esas encontramos uno que sea satisfactorio y, tal vez, no tan costoso, porque el túnel Agua Negra es bastante caro”.
La obra había vuelto a estar en agenda pública en la provincia de San Juan en las últimas semanas y se puso sobre el tapete nuevamente ante los reiterados cortes en el paso Cristo Redentor que une Mendoza con Chile debido a las intensas nevadas que se registraron, como todos los inviernos, en los últimos meses.
Los gobiernos Argentina, Brasil y Chile firmaron un memorándum de entendimiento para consolidar la construcción del túnel en 2009. No hubo avances.
Ante el reclamo de transportistas, comerciantes y productores por los constantes problemas para transitar de un país a otro, se planteó la necesidad de tener un túnel que esté habilitado ininterrumpidamente durante todo el año.
La demora en el inicio de su construcción llega así a los 14 años. El 28 de agosto de 2009 se firmó un memorándum de entendimiento entre los entonces presidentes de la Argentina, Brasil y Chile para consolidar la construcción del túnel.
La alternativa ante los cortes del paso Cristo Redentor
El proyecto Túnel de Agua Negra prevé la construcción de dos pasos subterráneos paralelos de casi 14 kilómetros de extensión entre la región de Coquimbo, en Chile, y la provincia de San Juan.
Se estima que semejante obra implicaría un desembolso del orden de los 1.250 millones de dólares y que su construcción demoraría unos 9 años.
Estas vías mantendrían entre sí una distancia de 50 metros, pero al mismo tiempo incluirían conexiones por galerías de auxilio vehicular cada 1,5 kilómetro.
El método de perforación que se utilizaría es combinado, con tuneladora en la mayor parte del recorrido y el resto con método tradicional de voladuras.
El actual paso fronterizo de Agua Negra se encuentra a más de 4.760 metros sobre el nivel del mar y suele ser atravesado por unos 10.000 autos cada año.
Entre sus inconvenientes, figura el de no soportar el transporte de carga y que debe permanecer cerrado entre mayo y octubre por las nevadas. De ahí la necesidad de avanzar con nuevas opciones de interconexión entre ambos países.
El principal paso terrestre entre la Argentina y Chile sigue siendo el de Cristo Redentor, que suele permanecer clausurado hasta 40 días al año debido a las inclemencias climáticas.
Sobre el fin de su gestión, el presidente chileno Sebastián Piñera desistió de la posibilidad de acceder a un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para avanzar con el proyecto, lo que volvió a poner en suspenso la iniciativa que no termina de arrancar.
Mejorar los corredores bioceánicos es una de las tantas claves a resolver para facilitar la logística del país y así potenciar la salida de los productos, tanto de la Argentina como de Chile, hacia nuevos mercados.
