Una reforma tributaria en el país vecino elevará del 9% al 26,5% la carga sobre los pasajes aéreos. La industria anticipa subas de hasta 25% y está en alerta por el impacto en la demanda. ¿Desde cuándo regirá?
Una reforma tributaria aprobada a comienzos de este año en Brasil genera alarma en el sector aerocomercial por el fuerte impacto que tendrá en los costos operativos de las aerolíneas, lo que, según advierten ahora algunos especialistas, se trasladará de lleno al precio de los pasajes.
El aumento afectará tanto vuelos domésticos como internacionales, y se anticipa que también lo sentirán los viajeros argentinos que eligen Brasil como destino de vacaciones.
La clave de esta reforma es la implementación de un nuevo esquema de IVA dual: se introduce la Contribución sobre Bienes y Servicios (CBS) a nivel federal y el Impuesto sobre Bienes y Servicios (IBS) para provincias y municipios.
Según estimaciones preliminares, el precio promedio de un pasaje nacional subiría de USD 130 a USD 160, y el de un vuelo internacional, de USD 740 a USD 935.
Con una alícuota combinada del 26,5%, la carga impositiva sobre el transporte aéreo más que se duplica respecto al 9% vigente hoy.
Aunque la medida comenzará a regir en 2026, ya genera preocupación en la industria. Se suma, además, a la suba del Impuesto sobre Operaciones Financieras (IOF), que busca reforzar la recaudación del Estado brasileño.
Desde la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) anticipan que el resultado será un incremento significativo en el valor de los boletos y una caída de casi el 30% en la demanda de pasajeros.
El impacto, advierten, puede ser grave: “poniendo en riesgo miles de millones en ingresos turísticos, conectividad regional e inclusión económica”.
Según estimaciones preliminares, el precio promedio de un pasaje nacional subiría de USD 130 a USD 160, y el de un vuelo internacional, de USD 740 a USD 935.
Preocupación en las aerolíneas
El CEO de LATAM Airlines Brasil, Jerome Cadier, fue tajante en sus redes: “Aunque la reforma es bienvenida en general, introdujo enormes distorsiones sectoriales. Algunas de las decisiones tomadas tendrán un impacto masivo en la aviación, porque estamos yendo en contra de todo el mundo, literalmente. A pesar de lo que se ha dicho, para el sector esta reforma significa un incremento brutal de impuestos”.
Y fue más allá: “Y cuando digo ‘sector’, puede parecer que quienes pagarán los impuestos son las aerolíneas. Pero no son ellas. Simplemente trasladan el impuesto a los pasajeros. ¡Sí, volar costará alrededor de un 25% más! Si no corrigen esto, avanzaremos en reversa”.

También alzó la voz Peter Cerdá, vicepresidente regional de IATA para las Américas: “Mi mayor preocupación en Brasil es que el gobierno quiere más competencia y precios más bajos, pero no está dispuesto a ayudarnos a reducir costos”. Y agregó: “La industria ha estado trabajando para ser más eficiente, pero el gobierno debe hacer su parte. Brasil se ha convertido en un país con muchas barreras que superar”.
Todo esto ocurre en un contexto donde Brasil se posiciona como uno de los destinos preferidos por los argentinos. El tipo de cambio favorable potenció la demanda turística hacia el país vecino, que hoy concentra casi el 30% de las salidas internacionales, según el último informe del Indec.
Los datos de la Agencia Brasileña de Promoción Internacional del Turismo (Embratur) son contundentes: entre enero y mayo, 2,2 millones de argentinos viajaron a Brasil, lo que implica un crecimiento del 96,8% frente al mismo período del año pasado.
Rio de Janeiro, São Paulo y Búzios encabezan el ranking de ciudades más elegidas, y muchas aerolíneas reforzaron sus rutas y frecuencias para cubrir la creciente demanda.
¿El tax free puede amortiguar el golpe?
Frente al posible encarecimiento de los pasajes, el gobierno brasileño planea una jugada para retener el interés turístico: este año se implementará un sistema de devolución de impuestos (tax free) para turistas extranjeros que permanezcan en el país menos de 90 días. La idea es compensar en parte el alza de los boletos incentivando el consumo interno.
Mientras tanto, del otro lado de la frontera, el turismo argentino observa con inquietud. Desde hace meses, distintos actores del sector vienen reclamando una rebaja de impuestos para no seguir perdiendo competitividad frente a los países de la región.
El contraste con Brasil, que avanza en nuevos mecanismos para atraer visitantes pese al alza de costos, acentúa esa diferencia. Y el temor es que la cantidad de visitantes del gigante del Mercosur a la Argentina siga cayendo en picada.