La petrolera del grupo Eurnekian compite con Pecom, Capsa y Grupo San Martín Energía en la licitación del yacimiento de Chubut. El proceso, que deberá concluir antes del 31 de diciembre, definirá el futuro de un activo clave en la Cuenca del Golfo San Jorge.
La Compañía General de Combustibles (CGC) se sumó a la competencia por la adquisición de Manantiales Behr, el mayor yacimiento convencional de crudo de los que se desprende YPF para concentrarse en Vaca Muerta y su proyecto de GNL.
La operación, administrada por el Banco Santander en el marco del denominado Proyecto Andes de la petrolera nacional, prevé la presentación de ofertas antes del 31 de diciembre y busca definir un comprador para un activo que hoy supera los 4.000 metros cúbicos diarios de producción de crudo Escalante.
Junto a CGC, participan Pecom, Capsa y Grupo San Martín Energía, en una de las compulsas más relevantes del año para el sector petrolero argentino.
La venta de Manantiales Behr representa una etapa clave dentro del proceso de desinversión de YPF en áreas convencionales, impulsado bajo la gestión de Horacio Marín.
El área también integra un complejo energético híbrido que incluye el parque eólico.
A diferencia de otros bloques incluidos en las rondas previas del Proyecto Andes, este campo chubutense no figura entre los activos deficitarios. Su explotación continúa siendo rentable y, por ese motivo, la petrolera estatal estima una recaudación cercana a los 300 millones de dólares.
Gracias a la aplicación de técnicas de recuperación terciaria por inyección de polímeros, Manantiales Behr logró revertir su declino natural y aumentar su productividad en un 40%, alcanzando picos históricos de 26.000 barriles diarios, de los cuales 8.000 provienen directamente de procesos EOR (Enhanced Oil Recovery).
Este rendimiento lo ubica como uno de los campos convencionales más eficientes del país. El área también integra un complejo energético híbrido que incluye el parque eólico Manantiales Behr y una central térmica operada por YPF Luz, configurando un modelo de coexistencia entre energía convencional y renovable
Los que compiten por Manantiales Behr
Pecom y Capsa aparecieron como los candidatos naturales desde el inicio del proceso. La primera, controlada por el grupo Pérez Companc, ya consolidó su presencia en la región tras haber adquirido a comienzos de este año los campos El Trébol y Campamento Central. La posibilidad de incorporar Manantiales Behr le permitiría alcanzar una mayor escala productiva en un entorno que conoce de primera mano.
Por su parte, Capsa, operadora del área Diadema, cuenta con experiencia en proyectos de recuperación terciaria mediante polímeros, una tecnología que también ha permitido revitalizar la producción en Manantiales.
El ingreso de CGC agrega un factor de competencia adicional. La compañía, respaldada por Corporación América —el holding de Eduardo Eurnekian que controla Aeropuertos Argentina 2000 y diversas firmas energéticas—, consolidó su presencia en la Cuenca del Golfo San Jorge como principal productora de petróleo en Santa Cruz.

Este año, además, selló un acuerdo con YPF para participar en Vaca Muerta con el 49% en el bloque Aguada del Chañar, lo que demuestra una estrategia de expansión diversificada entre el no convencional y los campos maduros.
El cuarto competidor, Grupo San Martín Energía, surgió en 2024 como alianza entre la empresa local Ríos Bassenave y las firmas canadienses Archer Exploration Corp y Element Technical Services. Su propuesta se apoya en la conformación de una operadora centrada exclusivamente en Manantiales Behr.
Los plazos del proceso
El Banco Santander, encargado de conducir el proceso competitivo, deberá cerrar la transacción antes de fin de año, en cumplimiento con el mandato conferido por YPF. Este banco ya había gestionado las rondas anteriores del Proyecto Andes, mediante el cual la petrolera nacional transfirió 28 áreas en distintas provincias, incluidas Chubut, Santa Cruz, Mendoza, Neuquén y Río Negro.
La tercera ronda, abierta en julio, contempla la cesión de 16 bloques adicionales, entre ellos Manantiales Behr, y busca completar la salida del segmento convencional hacia un esquema concentrado en Vaca Muerta a partir de 2026.
La decisión de desinvertir en áreas maduras de alto costo operativo busca liberar capital y optimizar la gestión de activos que puedan ser más rentables bajo la conducción de operadores especializados. “La compañía debe enfocarse en su mayor activo diferencial: el desarrollo masivo de Vaca Muerta”, expresó el CEO Horacio Marín cuando se lanzó el programa a principios de gestión.




