La totalidad de la producción del cultivo en la Argentina se exporta a Francia, donde la utilizan en el negocio aeronáutico. Las ventajas que ofrece y cuántas hectáreas se siembran en el país.
La carinata es una oleaginosa de cobertura cuyo aceite no es comestible y permite generar un biocombustible de segunda generación que es cada vez más elegido por las operadoras del transporte aéreo. Esta alternativa reduce el impacto ambiental de los aviones en un 90% y cotiza a precio muy bajo.
Estas ventajas son clave para la aeronáutica, en particular en algunos países de Europa donde el uso de combustibles fósiles se traduce en costosas multas para empresas.
Actualmente, el viejo continente tiene una demanda enorme de este tipo de combustibles, llamados de segunda generación, que se diferencia de sus predecesores por no utilizar materia prima alimenticia.
La industria aeronáutica es responsable del 3% de las emisiones de CO2 (dióxido de carbono) a nivel mundial.
La oleaginosa en sí tiene un ciclo de aproximadamente seis meses, que empieza entre abril y mayo, y se cosecha en la primera semana de noviembre para no entrar en conflicto con la siembra de soja.
Además, deja los suelos absolutamente limpios porque la cobertura es del 100%, tiene una poderosa raíz pivotante que, con una densidad normal, abre canales en el suelo y facilita la infiltración de agua, la oxigenación y la recirculación de nutrientes adentro del perfil.
En total, hay cerca de 30 mil hectáreas sembradas en el país y la mitad se ubica en la provincia de Entre Ríos, cuyos suelos se adaptan a un cultivo rústico como es la carinata.
El negocio del cultivo en la Argentina pasa principalmente por la empresa Nuseed, firma presente durante el 31° Congreso de Aapresid, que tuvo lugar hace unos días, en el que sus representantes trazaron un panorama del negocio y promocionaron las ventajas que pueden ofrecerles a los productores agropecuarios.
En ese marco, el representante Técnico Comercial de la firma para la provincia, Conrado Maag, detalló el rol de la empresa en la actividad. «Nuseed interviene en este negocio, colocando las semillas, ya que es dueña de todos los derechos de carinata, pero al productor no se lo deja solo», aseguró.
En ese sentido, Maag explicó que «un productor que decide sembrar, se comunica con nosotros y el primer paso es aprobarle el lote para hacer carinata». Y agregó que ofrecen un seguimiento técnico desde la siembra hasta la entrega al exportador.
El especialista indicó que «Entre Ríos es una provincia que tiene lino, colza, camelina, y otros productos alternativos sin un mercado formal«, pero que el caso de la carinata es totalmente distinto, porque «tiene un mercado de referencia que es el mercado francés de semilla».
Maag resaltó que «el único que puede tocar ese mercado es el propio productor cuando decide fijar el precio de su producción junto con el exportador«.
La carinata y los aviones
La industria aeronáutica es responsable del 3% de las emisiones de CO2 (dióxido de carbono) a nivel mundial. Los máximos exponentes de la industria se comprometieron para el año 2030 a reducir el 50% de las emisiones de las que son responsables. Y para el año 2050 el objetivo es ser carbono neutros.
Una de las alternativas más elegidas para cumplir estas metas es el biocombustible elaborado a base del aceite no comestible de la carinata. El cultivo es uno de los componentes del portafolio de la empresa Nuseed Semillas, y se constituye en una de las apuestas de la compañía enfocándose en la sustentabilidad
La empresa semillera tiene un convenio con Saipol, de Francia, que es el mayor procesador de semillas oleaginosas, y todo lo que se produce en el país se comercializa allí. Del proceso de crushing para obtener el aceite se obtiene también una harina muy rica en proteínas, libre de organismos modificados, cuyo destino es la nutrición animal, particularmente aves.
“De esta manera presentamos un modelo de negocio que busca aportar rentabilidad al productor y suma grandes beneficios a la rotación y a la salud suelo”, expresó el ingeniero agrónomo de Nuseed, Sebastián Bravo.
“Nuestro objetivo no es solamente una propuesta de valor para el productor agropecuario sino también ser referentes de la agricultura sustentable para ayudar a reducir las consecuencias de los gases de efecto invernadero. Carinata reduce al menos el 80% de la huella de Carbono cuando se utiliza como combustible”, concluyó Bravo.