Sancionan automáticamente a los que invaden carriles indebidos y están señalizadas con «fines disuasivos». Buscan reducir riesgos de accidentes y garantizar un tránsito más ordenado entre vehículos de carga y livianos.
La Ciudad de Buenos Aires implementó un sistema de fiscalización electrónica para controlar que los camiones circulen por los carriles permitidos en las autopistas urbanas. Esta iniciativa forma parte del Sistema Integrado de Movilidad Urbana y combina regulación, monitoreo y sanción con el objetivo de disminuir infracciones y garantizar un tránsito más ordenado.
“Los vehículos de pasajeros y de carga, salvo automóviles y camionetas, deben circular únicamente por el carril derecho, utilizando el carril inmediato de su izquierda para sobrepasos”, establece la Ley de Tránsito vigente.
Hasta ahora, el cumplimiento de la Ley de Tránsito dependía de inspecciones puntuales y operativos manuales.
Este mes se instalaron ocho puntos de control electrónico, todos señalizados, que permiten detectar, registrar y sancionar automáticamente a los camiones que circulen fuera de los carriles permitidos. Equipados con cámaras de alta definición y sensores, estos dispositivos generan multas equivalentes a 200 unidades fijas.
La idea es «eliminar la dependencia de operativos presenciales y aumentar la previsibilidad en el cumplimiento de la normativa”. Más allá del aspecto sancionatorio, desde el gobierno aseguran que el sistema tiene el objetivo de ordenar la circulación y reducir riesgos de accidentes en el tránsito porteño.
De acuerdo a los estudios de seguridad vial relevados por la ciudad, los camiones requieren hasta un 40% más de distancia de frenado que un automóvil liviano y presentan extensos puntos ciegos, lo que eleva las probabilidades de colisiones. Además, su tamaño y peso generan congestión cuando ocupan carriles centrales o izquierdos.
El impacto sobre el transporte de carga
El impacto de los controles electrónicos alcanza también la logística urbana, un factor clave en Buenos Aires, donde circulan diariamente grandes volúmenes de transporte de carga destinados a supermercados, industrias y comercios, además del movimiento hacia y desde el puerto.
La adopción de tecnología de control representa un cambio importante dado que, hasta ahora, el cumplimiento de la Ley de Tránsito dependía de inspecciones puntuales y operativos manuales. “La tecnología aplicada no solo sanciona, sino que también busca disuadir”, señalan las autoridades, indicando que el sistema pretende fomentar hábitos de conducción responsables entre los operadores de transporte pesado.

La medida se enmarca dentro de tendencias globales, donde grandes ciudades implementan estrategias para compatibilizar la circulación de vehículos livianos y pesados con la vida urbana. Desde corredores exclusivos hasta sistemas de ingreso horario para camiones en zonas céntricas, el objetivo común es mejorar la seguridad, reducir la congestión y optimizar la logística en entornos metropolitanos densos.
De cuánto es la multa para los camiones
La posibilidad de sanciones económicas introduce un factor adicional de control sobre las empresas de transporte, que deberán reforzar la capacitación de los conductores y mejorar la supervisión interna para evitar infracciones recurrentes.
Una multa de $146.000 representa un monto relevante si se aplica con frecuencia, transformando el cumplimiento en una necesidad tanto legal como operativa para las compañías de transporte. Asimismo, desde el sector advierten que el equilibrio entre sanción y concientización será determinante para que la fiscalización electrónica mejore las condiciones para el transporte de carga urbano.
Con esta iniciativa, Buenos Aires se suma a un grupo de ciudades que apuestan por la tecnología para gestionar la compleja convivencia entre vehículos livianos y pesados. La expectativa es “reducir riesgos en autopistas, mejorar la fluidez del tránsito y consolidar un cambio cultural donde los camiones circulen en los carriles que les corresponden.