Las obras en Atucha I obligarán a una parada de 30 meses, permitirán elevar la potencia instalada a 370 MW y evitará de esta manera la emisión de más de un millón de toneladas de CO2 al año.
Nucleoeléctrica Argentina lanzó la licitación para el segundo tramo del Fideicomiso Financiero Solidario de Infraestructura Pública NASA IV, destinado a la obtención de fondos para el financiamiento de dos obras de infraestructura energética: la extensión de vida de la Central Nuclear Atucha I y la construcción del segundo almacenamiento en seco de elementos combustibles gastados.
La compañía que opera las centrales nucleares señaló que estas obras son dos proyectos estratégicos para ampliar la matriz energética, potenciar el desarrollo de la industria nacional y las capacidades tecnológicas del país, así como contribuir a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, ya que la generación de energía nuclear es libre de emisiones de dióxido de carbono (CO2).
La licencia de operación para Atucha I emitida por la Autoridad Regulatoria Nuclear finalizará en 2024, marcando el final de su primer ciclo de vida útil. Ante esto, se realizaron los estudios para evaluar el proyecto de extensión de vida, que concluyeron que Atucha I podría generar energía limpia por dos décadas más.
La parada de reacondicionamiento tendrá una duración de 30 meses, a desarrollarse a partir del próximo año. Las autoridades estiman que implicará la creación de 2.000 puestos de trabajo directos y 1.000 indirectos.
Esta obra permitirá mantener la potencia nuclear instalada, incluso aumentándola de 362 MW a 370 MW, y evitar de esta manera la emisión de más de un millón de toneladas de CO2 al año.
La Central Nuclear Atucha I inició su construcción en junio de 1968 y se convirtió en la primera central nuclear de potencia de América Latina, al ser conectada al Sistema Eléctrico Nacional en marzo de 1974. Si bien es la primera central argentina, todos sus sistemas de seguridad fueron actualizados y cumplen con las exigencias locales e internacionales. En la actualidad, la energía eléctrica que produce cubre el consumo de casi un millón de personas.
Nucleoeléctrica Argentina produce energía eléctrica mediante la operación de las centrales Atucha I, Atucha II y Embalse. La potencia instalada total de sus tres plantas es de 1.763 MW.
Cómo es el fideicomiso
En esta oportunidad, la licitación estará abierta únicamente para inversores calificados, luego de que un primer tramo de este fideicomiso ya fuera licitado de manera exitosa, y por el cual se recibieron ofertas por más de 30 millones de dólares.
Nucleoeléctrica Argentina instrumentó en otras oportunidades elementos de financiamiento de este tipo, tras las experiencias de los fideicomisos realizados para la finalización de la Central Nuclear Atucha II y la extensión de vida de la Central Nuclear Embalse.
El fideicomiso se encuentra respaldado por el contrato de remuneración que Nucleoeléctrica mantiene con la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico Sociedad Anónima (Cammesa) por la venta de la energía generada, y representa para quienes tengan interés la posibilidad de invertir en un proyecto de infraestructura estratégico para el país.
El fideicomiso está compuesto por títulos en pesos emitidos bajo la modalidad conocida como “dólar linked”, que significa que se ajustan de acuerdo con los movimientos del tipo de cambio oficial, y cuenta con una tasa de interés fija del 5 por ciento.
La licitación cuenta con un límite mínimo de inversión de 100 dólares, si bien tanto la integración como los pagos de interés y capital serán en pesos al tipo de cambio aplicable, y su instrumentación se encuentra sujeta a aprobación de la Comisión Nacional de Valores (CNV).
Es importante destacar que los títulos fueron calificados como “Bonos Vinculados a la Sostenibilidad”, dado que sus características financieras y estructurales se ajustan según Nucleoeléctrica consiga alcanzar los objetivos de sostenibilidad definidos.
La posibilidad de invertir en el financiamiento es abierta a todo el público, y para hacerlo es necesario contar con una cuenta comitente que permita operar valores negociables en una de las entidades emisoras colocadoras (Banco Nación Bursátil, Banco Provincia o Banco Macro).