Autorizan un ajuste de 25 pesos por litro de bioetanol, luego de instaurar la cotización diferenciada del cereal. El aumento de un insumo clave para el corte de las naftas impactará a las petroleras, que deben definir los incrementos de agosto.
El dólar maíz fue un punto clave para el arreglo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y busca liquidar exportaciones de manera rápida. Así, el nuevo régimen agropecuario tuvo repercusiones en distintos puntos de la cadena de valor, entre los que se incluye el segmento de los combustibles.
Sucede que el cereal es el insumo base para el bioetanol que, a su vez, se emplea para cortar las naftas con una participación del 12%. En ese marco, la Secretaría de Energía autorizará un incremento del 15,2% en el precio de adquisición del litro del alcohol elaborado a base de la oleaginosa.
El bioetanol es utilizado para el corte de naftas, con una participación del 12% en el volumen total, de acuerdo con lo establecido en la ley de Biocombustibles.
La medida fue adelantada a Télam por el director ejecutivo de la Cámara de Bioetanol de Maíz, Patrick Adam, quien precisó que «el precio del bioetanol va a pasar a $199,059 por litro, desde los $172,759″ que se habían aprobado en la resolución 558 del 17 de julio.
«Hemos trabajado toda la semana pasada y el fin de semana con la Secretaría de Energía, evaluando el impacto del dólar maíz en la industria», indicó Adam, quien destacó «la excelente predisposición de las autoridades para llevar esta negociación a buen puerto».
Asimismo, indicó que se acordó «un aumento del precio del bioetanol que compense este factor externo a la industria, por lo que el abastecimiento de bioetanol para el corte obligatorio con las naftas está garantizado». Asimismo, adelantó que «mañana o pasado saldrá una resolución firmada por la secretaria de Energía, Flavia Royon».
Como parte de las negociaciones con el FMI, Economía había incluido en un paquete de medidas una suba de 40 pesos por dólar para la exportación de maíz. El alza disparó la incertidumbre en la cámara que expresó su disconformidad en redes sociales. «Los costos de producción del bioetanol subirán 25 pesos por litro, complicando el abastecimiento y dejando al mercado del cereal sin rumbo», había publicado la entidad encabezada por Adam.
En ese mismo posteo de la cuenta oficial de Twitter de la cámara (@BioetanolDe), se pedían medidas compensatorias para la cadena de valor. En ese escenario aparece el aumento adelantado por el director de la entidad, que tiene el objetivo de disminuir el impacto de la cotización diferenciada, cuya presión se traslada a las petroleras.
El bioetanol y las naftas
El bioetanol es utilizado para el corte de naftas, con una participación del 12% en el volumen total, de acuerdo con lo establecido en la ley de Biocombustibles.
El precio de adquisición del bioetanol -tanto el elaborado a base de maíz como el de caña de azúcar- había sido ajustado en un 4,43% el 17 de julio, en línea con los incrementos que YPF dispuso para sus combustibles.
El gobierno y las petroleras acordaron en abril un sendero de ajustes mensuales de 4% hasta agosto. Aún debe aplicarse el aumento de ese último mes y se desconoce qué postura tomará el gobierno ante un posible ajuste mayor en los surtidores, teniendo en cuentan además que será la última suba antes de la renogaciación para que el segmento siga incluido en «Precios Justos».
En ese sentido, las petroleras se vienen quejando por el atraso que viene sufriendo el precio de los combustibles con respecto a la inflación y a la suba del dólar, dos variables que corren muy por encima del 4%. A ese panorama se suma ahora el ajuste del bioetanol que también presiona sobre los costos.
El precio del crudo es otro de los elementos a tener en cuenta, ya que mostró un cambio de tendencia el mes pasado.
El barril de petróleo en Nueva York registró en julio una suba de 16%, su mayor aumento mensual en más de un año, por señales de que el mercado se está ajustando, y la estimación de que la demanda de crudo funcionará a ritmo récord en el segundo semestre, en momentos en que naciones productoras como Arabia Saudita y Rusia reducen los bombeos para -justamente- evitar la caída de los precios.