Con un aporte cercano a U$S 4.000 millones, el sector se consolidó como el principal sostén de la balanza externa argentina, en un mes frío y complicado por la necesidad de importar gas y gasoil. Se dispararon las exportaciones petroleras.
En agosto, la balanza energética de Argentina mostró un saldo favorable de 750 millones de dólares, un resultado que rompe con la tendencia histórica de déficit en el octavo mes del año debido a las fuertes importaciones de gas natural licuado, gas, electricidad y gasoil que impone el frío invernal.
La magnitud del superávit energético fue tal que explicó más de la mitad del resultado global de la economía nacional, cuyo saldo alcanzó los 1.400 millones de dólares. Esta incidencia subraya el rol que el sector energético viene teniendo en la mejora de la balanza general y en el aporte de divisas en un contexto macroeconómico aún frágil.
Si se analiza el acumulado del año, el saldo positivo del sector energético ya se acerca a los 4.000 millones de dólares y representa más de tres cuartas partes del resultado externo de Argentina.
Si se analiza el acumulado del año, el saldo positivo del sector energético ya se acerca a los 4.000 millones de dólares y representa más de tres cuartas partes del resultado externo de Argentina. En comparación, el superávit total de la economía apenas supera los 5.000 millones.
Uno de los factores determinantes fue el avance de las exportaciones, que crecieron 40% interanual y llegaron a 1.056 millones de dólares en el mes.
La balanza energética y el petróleo
Dentro de ese total, el petróleo se consolidó como el principal rubro, representando cerca del 70% de las ventas energéticas al exterior. Con este desempeño, el crudo ya es el segundo producto más exportado del país, solo detrás del aceite de soja.
Aunque con montos más modestos, otros productos energéticos también mostraron avances significativos. El gas natural aportó 58 millones de dólares con un incremento del 18% interanual, mientras que los butanos licuados sumaron 21 millones, con un crecimiento del 67%.
El propano licuado, por su parte, alcanzó los 18 millones, duplicando ampliamente los registros del año anterior con un salto del 110%.
Los principales compradores
En cuanto a destinos, se destacaron dos mercados con gran potencial de expansión: India y China. En el primer caso, las exportaciones sumaron 107 millones de dólares, lo que representó un incremento del 518%.

Hacia China, las ventas fueron de 166 millones y reflejaron una suba del 338%. Aunque todavía son cifras menores frente a otros compradores, muestran un cambio en la diversificación de los envíos.
Los principales socios energéticos continúan siendo Estados Unidos, Chile y Brasil. El mercado estadounidense lideró las compras con 2.273 millones de dólares y un alza del 57%, seguido por Chile con 1.996 millones, un 7,2% más que en 2024 gracias al flujo sostenido del oleoducto OTASA.
Brasil cerró el podio con 478 millones, aunque en este caso se registró una caída interanual del 35%.
Menos importaciones
Por el lado de las importaciones, la reducción fue significativa y contribuyó al saldo positivo. En agosto no se registraron compras de gas natural, cuando en igual mes de 2024 se habían destinado 92 millones de dólares en abastecimiento.
Sí hubo compras de GNL por 133 millones de dólares, lo que implicó una baja del 10%. También retrocedieron las compras de gasoil, que cayeron 65% hasta 29 millones, y las de energía eléctrica, con 79 millones y un descenso del 5%.
El total de las importaciones energéticas se redujo a 307 millones de dólares, un 38% menos que en el mismo mes del año pasado. La contracción respondió tanto a la caída de las cantidades importadas, que disminuyeron un 24%, como a la mejora en los precios internacionales, que aportaron una reducción adicional del 16%.