Las cámaras empresarias no se movieron de su primera oferta e impusieron un ajuste que empata la inflación. Más allá de los cambios en la Ley Bases que reducen el impacto del impuesto en la región patagónica, los gremios quieren que eventualmente las empresas se hagan cargo de pagarlo.
Los representantes de los gremios y las cámaras empresarias del sector se reunieron el último miércoles para acordar el aumento a los petroleros correspondiente a mayo, en lo que marcó el comienzo de las paritarias 2024/2025.
Durante el encuentro, prevaleció la intención de las empresas y la suba pactada será del 8,8%, empatando la inflación registrada en abril.
En ese punto en el que la parte patronal se mantuvo inflexible finalmente hubo acuerdo, pero la discusión sigue empantanada en torno al regreso de Impuesto a las Ganancias al salario, establecido en la Ley Bases que trata el Senado.
El aumento a los petroleros
El incremento salarial tiene carácter de “gratificación extraordinaria no remunerativa” para el mes que corre y se abonará con los haberes de junio.
A partir del mes siguiente, el monto pasará a ser remunerativo para formar parte de los salarios y se excluirán los conceptos sujetos a bonos de facturación, adicional o ayuda por vivienda que perciben algunos sectores de los asalariados.
Las empresas lograron su objetivo de que el aumento no supere la inflación, argumentando que en los últimos meses el índice se ha estabilizado.
Se trata de la primera convocatoria del nuevo período anual de paritarias, que tendría que haberse celebrado el 28 de mayo. La muerte de Guillermo Pereyra, legendario dirigente petrolero y figura central durante décadas en la industria, obligó a la postergación de la cita.
El cónclave tuvo lugar en la sede de la Secretaría de Trabajo de la Nación y se dividió en dos. En un salón, estuvieron los sindicatos petroleros de convencionales de Chubut, Santa Cruz, la Federación y los jerárquicos de la Patagonia Austral, de Cuyo y de Salta.
Mientras que en otro espacio estuvieron el poderoso Sindicato de Petroleros Privados de Río Negro, Neuquén y La Pampa y su par de Jerárquicos de Río Negro y Neuquén.
En ambos encuentros participaron los directivos de la Cámara de Exploración y Producción de Hidrocarburos (CEPH) y la de Empresas de operaciones petroleras especiales (CEOPE). Los gremios fueron encabezados por los secretarios generales Marcelo Rucci y Manuel Arévalo.
En ese marco, las partes consensuaron que el ámbito de discusión paritaria se extenderá entre abril del 2024 al 31 de marzo del 2025.
Además, se programó un nuevo encuentro que tendrá lugar en la última semana de junio, para dar continuidad a la negociación en función de la marcha del rumbo económico a nivel nacional y evaluar el impacto en el acuerdo.
De este modo, las empresas lograron su objetivo de que el aumento no supere la inflación, argumentando que en los último meses ésta se ha estabilizado.
En la primera audiencia, celebrada el 17 de mayo, la propuesta de los privados había sido de 8,8% y en esos términos cerró el comienzo de las paritarias.
Desde las compañías señalaron que las proyecciones prevén que el índice de precios al consumidor (IPC) continuará bajando en la segunda mitad del año.
Otra de las peticiones de los sindicalistas que no prosperó por el momento es que se brinden incrementos de manera trimestral o semestral con una base y una cláusula de revisión (por ahora son mensuales).
La pelea por Ganancias
La preocupación principal de los dirigentes gremiales es el retorno del Impuesto a las Ganancias con bajas en el mínimo imponible que impactaría en la gran mayoría de los petroleros.
Esta medida está incluida en la Ley Bases y desde los sindicatos pedirán que las operadoras se hagan cargo del pago del impuesto si esta finalmente se aprueba.
Las cámaras ya hicieron saber su negativa y podría desatarse un nuevo conflicto.
Los dirigentes gremiales ya advirtieron que si se vuelve a restablecer el impuesto a las Ganancias se activará un «plan de lucha» que implicará paralizar la actividad en todos los yacimientos del país.
El Gobierno nacional se habría comprometido a reconocer a la región patagónica como zona desfavorable para el cálculo del Impuesto a las Ganancias.
Esto significaría que habría una deducción del 22% en las alícuotas aplicables en Neuquén, Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego, La Pampa y Río Negro, lo cual si se confirma podría descomprimir en parte el problema.