Los valores en surtidores subieron más en el interior que en la CABA, donde desde este lunes el litro de súper arranca en $941. El alza de los biocombustibles, la devaluación y la actualización del Impuesto a las Naftas empujaron el ajuste.
Finalmente, el aumento del combustible en la Ciudad de Buenos Aires fue de 4%, desde la medianoche del domingo. El ajuste, en cambio, tiene un impacto mayor en el interior, donde llega en algunos casos hasta el 10%.
En la Capital Federal se trata de un salto inferior al que se esperaba. Mientras que un principio se habían anticipado alzas mayores al 7%, el Ministerio de Economía difirió parte de la actualización de los Impuestos a los Combustibles Líquidos (ICL) para reducir el impacto en la inflacón.
De este modo, se determinó una suba impositiva mínima, del 1%, que se sumó al último aumento en los biocombustibles (2,1% para el bioetanol y del 1,3% para la tonelada de biodiesel), y a la devaluación mensual del tipo de cambio, que es del 2%.
La nafta súper pasó de $905 a $941 y la nafta premium saltó de $1.117 a $1.161, en las YPF de la Ciudad de Buenos Aires.
La medida se oficializó mediante el Decreto 554/2024 publicado en el Boletín Oficial de este lunes 1° de julio. De este modo, durante el primer semestre del año, los precios de los combustibles acumulan un alza promedio del 63,65%.
Desde 2021 el impuesto a los combustibles líquidos (ICL) y al dióxido de carbono (IDC) estaba congelado para mantener los precios del sector bajos.
Según informó el titular de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, los tributos pasaron del 7% al 26%, un incremento equivalente a $140 el litro en naftas, y un impacto de U$s 3.000 millones por año en mayor recaudación que se coparticipa.
Con este ajuste mínimo dispuesto por el Ejecutivo, más el incremento que aplicaron las petroleras, el litro de nafta subió 4% promedio en la Ciudad de Buenos Aires.
Así, la nafta súper pasó de $905 a $941; y la nafta premium: saltó de $1.117 a $1.161, en las YPF de la Ciudad de Buenos Aires.
Sin embargo, las subas en el resto del país rondan el 10%.
La suba de los impuestos a las naftas
La actualización de los impuestos a los combustibles luego de dos años fue uno de los grandes cambios que trajo el nuevo gobierno al sector de las naftas. Sin embargo, con el objetivo de continuar el sendero de desaceleración inflacionaria se postergó el ajuste correspondiente a mayo y se redujo el monto correspondiente a este mes.
Si bien el Gobierno decidió posponer una actualización mayor de los tributos, en el mismo decreto que oficializó la medida se aclara que la suba del ICL quedará atada a una variación trimestral por calendario. De acuerdo a las estimaciones privadas, la normativa evitó que se aplique un ajuste del 115% en la carga impositiva sobre la nafta y el gasoil, lo que hubiera derivado en una suba del 18% en los surtidores.
Hasta ahora, el cronograma de actualización de impuestos fijado a principios de año registra subas en febrero, marzo, abril y junio, en búsqueda de ponerse al día con los aumentos postergados desde el primer trimestre de 2021.
Las ventas caen al ritmo del aumento del combustible
Mientras se esperan los datos de junio, el volumen de combustible despachado durante mayo fue de 1.406.758 metros cúbicos entre naftas y gasoil. La cifra marca una caída del 8% en forma interanual, y de esta manera el sector sumó seis períodos consecutivos con resultados negativos.
Las naftas exhibieron una baja del 7,7% interanual con marcada disparidad según el segmento: las ventas de nafta súper caen 3% interanual pero las de naftas Premium lo hacen en -21%. Respecto al gasoil, el resultado global fue de caída del 8,2% interanual. Dentro de este, el común cayó 9,1 y el Premium lo hizo en -6,2.
En la división provincial, de las 24 jurisdicciones, solamente la Ciudad de Buenos Aires tuvo un alza: 2,7% en términos positivos. En las veintitrés jurisdicciones restantes, las ventas de combustibles se contrajeron: las caídas más leves se observaron en Santa Fe (-3,6 por ciento) y provincia de Buenos Aires (-3,7).
