La suba promedio aplicada el último lunes en todo el país a las naftas y el gasoil fue de 3%, pero en las estaciones de servicio porteñas ascendió a casi el 7%.

Tal como fue anticipado la semana pasada, septiembre llegó con una actualización de precios en los combustibles que rondó el 3%. Sin embargo, en las estaciones de YPF, Shell, Axion y PUMA ubicadas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el incremento fue mucho mayor, de casi un 7%.

Se trata de una medida que apuntala una de las problemáticas más urgentes para el sector en este año: la brecha de valores entre CABA y el Gran Buenos Aires.

Este desequilibrio, que favorecía las tarifas de la primera en un 5%, derivó en movimientos de mercado que condicionaron la demanda y despertaron cuestionamientos en el sector.

YPF aumentó la nafta súper e Infinia un 6,8% en la Ciudad de Buenos Aires, donde ya no hay precios de surtidores por debajo de los mil pesos.

En ese marco, los vehículos que circulan por el conurbano comenzaron a abastecerse con más frecuencia en los puntos de carga de la ciudad ya que era más rentable.

De este modo, las estaciones de servicio registraron una migración que afectó el eficiente funcionamiento del sistema de despacho, además -claro- de la rentabilidad de las menos favorecidas por esos movimietnos anómalos de los consumidores.

Para corregir la tendencia, la petrolera de bandera había ajustado sus precios de la CABA dos veces en agosto, que ahora sufrieron un alza mayor que sus contrapartes del área suburbana y interior provincial.

En concreto, YPF aumentó la nafta súper e Infinia (grado 3, de mayor octanaje) un 6,8% en Capital Federal y fue rápidamente seguida por las demás operadoras con alzas en los mismos derivados.

Al respecto, el secretario de FECRA, Hernán Landgrebe, expresó: “La disparidad ya casi está cerrada. Agradecemos a los directivos de las petroleras por haber cumplido con su palabra de que esto iba a suceder en el corto plazo; ahora solo queda que los Intendentes que en forma inconstitucional cobran una Tasa Vial, reflexionen y entiendan que solo perjudican a sus vecinos”.

Señales de recuperación en la demanda de combustibles

De acuerdo a los datos de la Secretaría de Energía y un informe elaborado por la consultora Politikon Chaco, en julio se vendieron 1,46 millones de metros cúbicos de combustible al público (el 54% de las ventas correspondió a naftas y el 46% restante a gasoil).

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En los últimos meses, la fuerte diferencia de precios con la CABA redujo el consumo en las estaciones del conurbano bonaerense.

Según detalla el balance, las naftas exhibieron una caída interanual del 5,9%, arrastradas por el descenso en los derivados Premium (-16,3%), ya que la súper solo bajo un 1,8%. En tanto, el consumo de gasoil bajó un 4,5%, con mayor fuerza en el común (-6,1%) que en el premium (-1,2%).

Estas cifras reflejan un descenso promedio del 5,3% con respecto al año pasado, pero evidencia una desaceleración en la velocidad de caída respecto al mes previo, cuando el desplome fue del 12%. De hecho, en la comparación mensual, el volumen de consumo creció un 11,5%, traccionado mayormente por el gasoil (+12,8% vs. 10,5% de las naftas).

La tendencia de recuperación parece haber continuado durante el mes pasado, aunque las cifras oficiales aún no fueron presentadas. “En agostó mejoró el consumo de combustibles respecto a julio, sin embargo, respecto a agosto de 2023, seguimos en baja, está en promedio un 6% en baja”, expresó el gerente de la Confederación de Entidades de Comercio de Hidrocarburos y Afines (CECHA), Guillermo Lego en diálogo con medios especializados.

Además, agregó que las expendedoras deben andar “con cuidado” porque “cuando el Gobierno toma una decisión con los impuestos, las petroleras hacen lo mismo por su comercialización y tenemos que estar alertas a cómo responde el público”.

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