Periodista especializado en Energía.
Metalurgia, industrias, generación térmica y petroquímica son los grandes clientes que quiere sumar la Argentina para llegar con el shale gas al vecino país.
Con el desarrollo de la primera etapa del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner y las negociaciones avanzadas para el segundo tramo, el Gobierno argentino se dedicará con intensidad durante los próximos meses a asegurar la demanda del mercado brasileño, lo que permitirá garantizar el futuro de las inversiones necersarias para llegar con la oferta de Vaca Muerta al mayor mercado regional.
Si bien las coincidencias en la esfera política entre las administraciones de Alberto Fernández y de Inacio Lula da Silva ya quedaron de manifiesto en torno a la visión compartida sobre la importancia de reforzar la integración energética, y en particular de abastecer de gas natural desde la Argentina al sur del vecino país, un proyecto de tal envergadura y costo sólo podrá avanzar si hay interés manifiesto de contractualizar a largo plazo.
Y la premura en las negociaciones es para lograr tener algunos avances alcanzados con vista a la visita de Fernández a Brasil prevista inicialmente para junio, donde se continuará con la agenda de cooperación lanzada por ambos presidentes, en enero en Buenos Aires, y que incluyó un importante capítulo de fortalecimiento de la integración energética.
En línea, en la cartera nacional confirmaron que se busca cerrar una nueva reunión para antes del 15 de este mes con el equipo de Alexandre Silveira, Ministro de Minas y Energía, y continuar discutiendo el capítulo del gas natural.
Argentina ya planteó conocer la demanda actual y proyectada de gas natural en Brasil, así como de inversiones previstas en la infraestructura gasífera, para poder evaluar las eventuales oportunidades ofrecidas por el mercado brasileño. Así se resaltó que la materia prima para la construcción de la red de gasoductos argentinos y el eventual suministro futuro de gas al Brasil, configuran una oportunidad mutuamente benéfica.
En esta ronda de encuentros, el país presentó las perspectivas actualizadas de las inversiones en infraestructura del sistema de transporte de gas y alternativas para que dichas inversiones permitan la exportación de excedentes al Brasil, por lo que se busca avanzar ahora por el lado de la demanda.
Argentina ya planteó conocer la demanda actual y proyectada de gas natural en Brasil, así como de inversiones previstas en la infraestructura gasífera.
Así lo explicaron fuentes de la Secretaría de Energía al comentar sobre el reciente viaje que la titular del área Flavia Royón realizó al Estado Río Grande do Sul.
“Con el entendimiento alcanzado entre los países que se aceleró en estos pocos meses de gestión de Lula, pero en línea con lo que se venía negociando con el equipo del ex presidente Jair Bolsonaro, ahora entramos en el momento de asegurar las ventas del gas a los potenciales clientes del país vecino, pensando en los industriales de los estados del sur”, agregaron.
Royón y Scioli cumplieron la semana pasada en su visita a Brasil con una agenda que incluyó un seminario sobre la provisión del gas natural de Vaca Muerta a Rio Grande Do Sul, y una serie de reuniones con funcionarios e industriales que manifestaron su interés en contar con el gas neuquino, ante el declino que vienen percibiendo del proveedor de las últimas décadas como lo fue Bolivia.
Cuánto se podría exportar
La velocidad con se avance en la construcción del GPNK también permitirá acelerar el interés tanto de los empresarios de los cinturones industriales de Rio Grande, Porto Alegre y San Pablo, como del financiamiento de las obras requeridas en ambos países. Es que hoy el único gasoducto que vincula a la Argentina con Brasil es el que cruza la frontera internacional a través de un canal subterráneo debajo del Río Uruguay, 15 kilómetros al sur de Paso de los Libres en Corrientes y la brasileña ciudad de Uruguayana, donde funciona una central termoeléctrica que consume hasta 2,5 millones de metros cúbicos diarios.
La proyección es que con la conclusión del troncal desde Vaca Muerta hasta San Jerónimo, en el sur de Santa Fe, se podrá asegurar el flujo de gas suficiente para completar en lado brasileño la traza de 600 kilómetros desde Uruguayana hasta Porto Alegre. Las primeras estimaciones que se manejan hace años es que ese ducto permitiría cubrir una demanda de unos 10 Mm3/d por parte del sector productivo, las plantas de generación térmica y el polo petroquímico de Triunfo.
Ese volumen, a la vez, podría triplicarse en caso de revertir el flujo del caño existente entre la capital de Río Grande con San Pablo, el mayor conglomerado industrial de Sudamérica.
Pero semejante proyecto en el que se involucra el posible financiamiento millonario del Banco de Desarrollo de Brasil en el GPNK, requiere de mostrar confiabilidad del lado argentino que toma al mercado regional como primer salto a la monetización de Vaca Muerta, mientras explora los caminos del Gas Natural Licuado.