Está llamada a ser la obra de infraestructura que generará las condiciones para desplegar todo el potencial exportador del mega yacimiento neuquino, con ventas proyectadas por hasta US$ 15.000 millones al año, hacia fines de la década.
En las próximas semanas dará inicio un proyecto que se inscribe entre las grandes obras energéticas: el oleoducto Vaca Muerta Sur, que conectará el yacimiento de shale oil con el golfo de San Matías, en Río Negro, donde se construirá un esquema portuario con monoboyas para permitir cargar el petróleo en barcos y exportarlo.
Formalmente, se licitarán las obras de la segunda fase –que todavía debe definir la forma de financiarse- y se solicitará la inclusión al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI).
El proyecto, en la práctica, ya está en marcha con el inicio de trabajos de la primera fase que contempla un tramo de 130 kilómetros entre el hub productivo de Vaca Muerta y la planta de procesamiento de la ciudad rionegrina de Allen.
Ese tramo demanda una inversión de US$ 200 millones y lleva a octubre un 30% de progreso, por lo cual se prevé que podrá tener una primera carga por hasta 350 KBBL/D (miles de barriles de petróleo diario) para el cierre del primer trimestre de 2025, y de 450 KBBL/D para el segundo semestre de 2026.
El segundo ducto, dedicado al proyecto exportador en sí mismo, se extiende por 440 kilómetros desde Allen hasta Punta Colorada, en el Golfo San Matías de la costa rionegrina, con un presupuesto inicial de US$ 2.500 millones.
A su vez, esta primera etapa fortalecerá todo el sistema de evacuación de petróleo de la cuenca, aprovechando al máximo la capacidad de transporte hacía las refinerías y hacia el puerto de Bahía Blanca, más puntualmente la terminal de Puerto Rosales, dentro del complejo Oldelval (ver recuadro).
El segundo ducto, dedicado al proyecto exportador en sí mismo, se extiende por 440 kilómetros desde Allen hasta Punta Colorada, en el Golfo San Matías de la costa rionegrina, con un presupuesto inicial de US$ 2.500 millones y una expectativa de capacidad de transporte incremental de 180 KBBL/D para el segundo semestre de 2026; 500 KBBL/D para 2027 y alcanzar su capacidad máxima prevista de 700 KBBL/D para 2028.
La construcción de un puerto petrolero
Lo primera que se advertirá será el movimiento de suelos ya proyectados para la localidad de Sierra Grande, donde se instalarán los grandes tanques y la apertura de los primeros kilómetros de la traza del ducto.
Ese punto –hasta no hace muchos años- era el puerto de salida de la producción de hierro de la mina de Sierra Grande, ubicada a pocos kilómetros de la costa, y cuyo fin de vida útil significó para los pobladores de la región una pérdida de actividad económica que el turismo no pudo suplantar y que se creía irrecuperable hasta hoy.
Hasta hoy, YPF manifestó haber completado el diseño básico de toda la obra, la ingeniería de tubería y su revisión de diseño junto a la terminal de almacenamiento y boyas; también logró las aprobaciones gubernamentales y permisos ambientales para su instalación, y como dato fundamental asegura que ya cuenta con las cartas de intención firmadas con productores locales de crudo por el equivalente a las dos terceras partes de la capacidad de transporte.
Además del ducto, el proyecto contempla la construcción de la playa en tierra para 20 tanques de reserva en un predio de unas 250 hectáreas y dos monoboyas flotantes que, a 6,7 kilómetros de la costa rionegrina, permitirán recibir los tanqueros de crudo VLCC, los más grandes que operan en la actualidad en el mundo, incrementando sensiblemente la rentabilidad del proyecto.
Cuando esté completado, el Oleoducto Vaca Muerta Sur se calcula podrá despachar un buque cada cinco días con capacidad para 390 mil metros cúbicos, el equivalente a una capacidad de 135 millones de barriles de petróleo por año convirtiendo a la Argentina en uno de los principales exportadores de la región.
Financiamiento, del RIGI a los grandes socios
Para poder completar la obra se presentará formalmente al Gobierno nacional la solicitud para que se incorpore al oleoducto y su terminal portuaria al Régimen de Incentivo a Grandes Inversiones (RIGI).
Obtener los beneficios previstos en la reciente ley para el proyecto será fundamental para acelerar ese desarrollo que demandará una inversión de US$ 2500 millones, y podría encontrar una fuente de financiamiento en el mercado local y el externo, apalancado por los compromisos de participación de varias empresas productoras de crudo.
En la reglamentación del RIGI se dispuso que los proyectos de transporte y almacenamiento de petróleo y gas deban ingresar con una inversión inicial de US$ 300 millones, para acogerse a los beneficios. Pero en este caso, la obra podrá calificar como Proyectos de Exportación Estratégica de Largo Plazo, para lo cual debe acreditar la capacidad de cumplir con inversiones por al menos US$ 1.000 millones.
Fuentes de YPF, la compañía a cargo del proyecto, explicaron que lograr la incorporación al RIGI acelerará los pasos previstos al incrementar su atractivo a grandes inversores internacionales, lo que facilitaría el proceso de financiamiento.
Cuando esté completado, el Oleoducto Vaca Muerta Sur se calcula podrá despachar un buque cada cinco días con capacidad para 390 mil metros cúbicos, el equivalente a una capacidad de 135 millones de barriles de petróleo por año convirtiendo a la Argentina en uno de los principales exportadores de la región.
En este escenario, el cronograma de la empresa que conduce Horacio Marín contempla para fines de noviembre o principios de diciembre la adjudicación de las obras tras una licitación internacional en marcha para determinar las empresas o el consorcio que tendrá a su cargo la construcción de la infraestructura de transporte, almacenamiento y terminal de exportación de crudo, la que se convertirá en la más importante de la Argentina.
Dos sistemas que se complementan
Oleoductos del Valle (Oldelval) es el sistema que en la actualidad evacúa casi la totalidad del crudo que produce la Cuenca Neuquina, un privilegio que deberá compartir en dos años con el proyecto Vaca Muerta Sur en marcha, con el cual no compite sino que se complementa dada la riqueza del shale.
Oldelval está avanzando por estos meses con las obras del Proyecto Duplicar+, en una serie de etapas que ya alcanzó el 70% de obra y estará operativa en su totalidad el año que viene con una inversión total de US$ 1.200 millones, lo que incluye la ampliación de almacenamiento de Oiltanking en la cabecera de Puerto Rosales.
El objetivo de Duplicar es aumentar la capacidad de transporte los 36.000 metros cúbicos diarios iniciales a 86.000 metros cúbicos diarios, lo que le permitirá exportar hasta 310.000 barriles diarios de petróleo con ingresos anuales cercanos a los 8000 millones de dólares.
El proyecto incluye la ampliación de 525 kilómetros de ducto, con la instalación de 455 kilómetros de nuevas tuberías de 24 pulgadas desde la Estación de Bombeo Allen, en Río Negro, hasta Puerto Rosales, en Buenos Aires. Ya en el tramo final. Oldelval prevé para diciembre sumar nuevamente capacidad por 12.000m3/d y ya para el primer trimestre e 2025 los 26.000 m3/d finales.