El ministro de Economía del país trasandino, Nicolás Grau, y el gobernador de Biobío, Rodrigo Díaz Worner, destacaron las oportunidades comerciales que brinda la cuenca neuquina. Cómo es el plan para brindar gas a las empresas de esa región chilena.
En la edición AOG 2024 en la capital de Neuquén, Chile tien una participación destacada con la presencia de empresarios y funcionarios políticos. Entre ellos, el ministro de Economía, Nicolás Grau, y el gobernador regional de Biobío, Rodrigo Díaz Worner, discutieron sobre la integración energética con la provincia de Vaca Muerta.
La formación shale ha sido clave para fortalecer los lazos entre Argentina y Chile, especialmente después de los desacuerdos en la primera década del 2000 debido a la discontinuidad en el suministro de hidrocarburos provocada por el declive de la producción neuquina.
Sin embargo, el auge del no convencional en esa región ha transformado la situación, reactivando los acuerdos de exportación de gas y activando la rehabilitación del Oleoducto Trasandino (OTASA), por el que ya se envía petróleo al país vecino, que a escalado a convertirse en el principal comprador del crudo argentino, desplazando a Estados Unidos.
«Con el gas podemos reducir los costos industriales, lo que hará a la región más competitiva y sostenible. Además, aumentamos la resiliencia de nuestra matriz energética, ya que contar con el gas como respaldo en ciertos momentos puede ser crucial», señaló el Ministro de Economía chileno.
En julio, el gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, visitó Chile y firmó el Memorándum de Entendimiento en Materia Energética (MdEE), lo que marcó el inicio de las negociaciones para que Neuquén reanude la exportación de gas a Chile, esta vez desde Vaca Muerta.
Este acuerdo también abre la posibilidad de que Neuquén, a través del gasoducto del Pacífico y el oleoducto Trasandino, suministre recursos energéticos a la Región del Biobío en Chile.
El gas para reducir costos industriales
El ministro de Economía de Chile, Nicolás Grau, compartió la visión del gobierno chileno respecto a la integración energética con Argentina: «Una de las prioridades del presidente Gabriel Boric es fomentar articulaciones concretas en el continente, especialmente en el Cono Sur. El proyecto liderado por el gobernador de Biobío, al cual nos sumamos como Ministerio, es una gran oportunidad para la región», afirmó Grau.
El ministro destacó los beneficios que el gas de Vaca Muerta puede ofrecer a la industria chilena: «Con el gas podemos reducir los costos industriales, lo que hará a la región más competitiva y sostenible. Además, aumentamos la resiliencia de nuestra matriz energética, ya que contar con el gas como respaldo en ciertos momentos puede ser crucial», señaló.
Asimismo, ponderó el valor de los puertos de Biobío para aprovechar el desarrollo de Vaca Muerta, tanto para ingresar insumos energéticos como para facilitar las exportaciones: «Es una gran oportunidad para potenciar las conexiones y beneficios mutuos», concluyó.
El papel de OTASA
Rodrigo Díaz Worner, gobernador regional de Biobío, resaltó el papel clave que está tomando el transporte de crudo a través del OTASA y mencionó que pronto se espera que opere a plena capacidad.
En relación al gas, Díaz Worner se refirió a las próximas oportunidades para aumentar su consumo en la región: «Antes del 15 de diciembre vamos a organizar dos eventos clave donde reuniremos a oferentes de gas con empresas de Biobío que buscan incrementar su consumo», señaló.
Además, agregó: «Queremos conectar a las principales compañías que extraen gas y sus proveedores con posibles socios en Biobío para establecer nuevas alianzas«.
El gobernador también destacó la estrecha cooperación con Neuquén desde la asunción de Rolando Figueroa: «Desde que Figueroa asumió como gobernador, hemos mantenido una intensa agenda de visitas a ambos lados de la cordillera para fortalecer el intercambio energético, tanto de gas como de petróleo, en volúmenes que hace un año ni se contemplaban», subrayó.
Cabe recordar que, en 2023, Argentina reanudó las exportaciones de gas hacia el oeste de la Cordillera de los Andes desde el norte del país, luego de 17 años de interrupción que había provocado una crisis energética en Chile y dejó un legado de desconfianza que aún persiste en parte.
La confianza de Chile y el gas de Vaca Muerta
El mercado chileno es el horizonte inmediato al cual ya miran empresas que operan en la Cuenca Neuquina como YPF, Total, PAE, Vista, Pampa o Tecpetrol, que encontraron esa salida a la creciente producción ante las limitaciones de transporte que aún se pueden observar para abastecer plenamente al mercado interno, y por la disponibilidad de infraestructura a lo largo de toda la cordillera.
Un aspecto central en la ecuación es que la demanda del país vecino seguiría creciendo hasta 2030. Para ese año, Argentina ya debería tener completada su infraestructura de GNL, con lo cual empalmaría con otros destinos de exportación para su gas.
La demanda por parte de Chile tiene dos ejes: por un lado, la competencia de precios frente a otras opciones más caras, como el GNL, y por el otro la volatilidad del valor de la biomasa (leña), que sigue siendo uno de los insumos más utilizados en el segmento residencial (que representa el 44% del total).
