El nuevo tendido entre Plomer y Vivoratá, en Buenos Aires, es crucial para prevenir cortes de suministro. Llevará unos tres años y costará US$ 1.100 millones. El cobro impactará con incrementos de entre 1% y 3% en cada boleta.

El gobierno se prepara para poner en marcha un demorado proyecto para mejorar la capacidad de transporte eléctrico en uno de los puntos más críticos de la red del Sistema Argentino de Interconexión (SADI), clave para mitigtar los riesgos de cortes de luz de cada verano.

El primer paso, fue resolver la financiación de la obra, que tras distintas alternativas que fracasaron, terminó recayendo en el bolsillo de los usuarios. En los próximos días, desde la Secretaría de Energía se introducirá un cargo fijo en las facturas de electricidad de todo el país para costear estos trabajos.

El impacto del nuevo cargo fijo oscilará entre un 1% y un 3% del valor total de las facturas de los usuarios.

El aporte servirá para financiar la obra de un tendido de alta tensión de 500 kilovoltios (kW), conocida como AMBA I, que conectará las localidades de Plomer y Vivoratá, ambas en la provincia de Buenos Aires.

El proyecto reforzará el anillo energético del Área Metropolitana de Buenos Aires mediante un nuevo nodo, mejorando las condiciones de operación de las estaciones transformadoras de Ezeiza y General Rodríguez, actualmente al límite de su capacidad.

El proyecto AMBA I requerirá una inversión estimada en torno a los 1.100 millones de dólares. Según estimaciones oficiales, en menos de un año de recaudación podría comenzarse con los trabajos, y en tres años se espera que estén totalmente financiados.

Para costear esta iniciativa, el gobierno eligió el modelo de “estampillado a la demanda”. En términos prácticos, esto significa que serán los usuarios de electricidad quienes asumirán el costo de la inversión.

La obra AMBA I es crucial para expandir la red de transporte eléctrico en el área de mayor demanda del país. Reforzará el anillo energético del Área Metropolitana de Buenos Aires mediante un nuevo nodo, mejorando las condiciones de operación de las estaciones transformadoras de Ezeiza y General Rodríguez, actualmente al límite de su capacidad.

El esquema de financiación de la obra de transporte eléctrico

Aunque este esquema será aplicado para esta obra, no se descarta que en el futuro se explore otro modelo de financiamiento para nuevos proyectos.

De acuerdo con lo informado por EconoJournal, el gobierno manejó dos opciones para definir el esquema de financiamiento de la obra AMBA I. Una de las alternativas consistía en implementar un cargo fijo aplicado a la demanda.

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El Gobierno comenzó a diseñar distintas estrategias para evitar que en años próximos siga rigiendo el alerta por los cortes de luz en el verano.

La otra posibilidad contemplaba aprovechar la estabilización macroeconómica y la disminución del riesgo país para realizar una licitación privada, opción en la que la obra se financiaría mediante un canon.

Finalmente, se optó por un esquema basado en el aporte directo de los usuarios. Los fondos recaudados mes a mes se destinarán a un fideicomiso, permitiendo acumular el capital necesario para iniciar las obras.

Esta obra es considerada prioritaria y en el gobierno de Alberto Fernandez se proyectó que fuera financiada por China, aunque esa inversión nunca se concretó. Anteriormente, también formó parte del régimen de Participación Público Privada (PPP) impulsado durante la presidencia de Mauricio Macri, pero no se avanzó con su construcción.

Anticipo de la secretaria de Energía

La secretaria de Energía, María Tettamanti, había adelantado recientemente la implementación de esta medida.

«En 10 o 15 días vamos a lanzar una iniciativa para avanzar con una de las etapas del plan de ampliación del transporte en alta tensión, definido en la resolución 507 de 2023, y comenzaremos con la obra AMBA I«, señaló.

Además, detalló que la obra contempla «una línea de alta tensión entre Vivoratá y Plomer, otra de Plomer a Ezeiza, y una conexión adicional desde Plomer hasta las centrales nucleares de Atucha», ubicadas en Zárate.

Tettamanti explicó que el esquema adoptado incluirá «un cargo fijo en pesos por megawatt hora (MW/h) que será asumido por toda la demanda, porque entendemos que estas ampliaciones permitirán incorporar generación eficiente al sistema, beneficiando a todos los usuarios del país».

La idea de financiar proyectos eléctricos mediante un cargo fijo no es nueva; de hecho, es una propuesta que Transener, la principal transportista de energía en alta y media tensión del país, viene promoviendo desde hace varios meses. Esta empresa forma parte de Pampa Energía.

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