Con una superficie de 46.594 acres, el bloque se ubica en la ventana de shale oil más prolífica de la formación neuquina. Cuenta con 247 pozos activos, pero eso es solo una parte del potencial.
La reciente compra del 50% del bloque La Amarga Chica por parte de Vista Energy no solo refuerza la presencia de la compañía en Vaca Muerta: también pone en el centro de la escena uno de los activos más estratégicos y codiciados del shale neuquino.
La operación, cerrada por US$ 900 millones en efectivo más otros US$ 300 millones comprometidos en dos pagos iguales para 2029 y 2030, convierte a Vista en socia de YPF, que mantiene el otro 50% y sigue a cargo de la operación del bloque.
La Amarga Chica es considerada una joya de la formación por su ubicación, sus resultados y su proyección.
La Amarga Chica tiene 247 pozos activos, pero eso es solo el comienzo. De acuerdo con estimaciones de Vista, aún hay unos 400 perforaciones por desarrollar, lo que extiende el horizonte de crecimiento a largo plazo.
Con una superficie de 46.594 acres, está ubicada en la ventana de shale oil más productiva de Vaca Muerta. Desde que empezó a operar en 2014 —cuando Miguel Galuccio, actual CEO de Vista, dirigía YPF— el bloque no paró de crecer en producción y eficiencia.
A fines de 2024, La Amarga Chica ya producía cerca de 80.000 barriles equivalentes de petróleo por día (boe/d), lo que la posiciona como el segundo campo de mayor producción de shale oil en la región.
Tiene 247 pozos activos, pero eso es solo el comienzo. De acuerdo con estimaciones de Vista, aún hay unas 400 perforaciones por desarrollar, lo que extiende el horizonte de crecimiento a largo plazo.
Además, al cierre de 2023, el bloque contaba con reservas probadas por 280 millones de barriles equivalentes de petróleo, ubicándolo entre los activos con mayor respaldo en recursos comprobados.
La Amarga Chica: alta rentabilidad y bajos costos
Uno de los principales atractivos del bloque es su eficiencia. La Amarga Chica opera con costos bajos, tiene un punto de equilibrio competitivo y un alto margen de rentabilidad, una combinación difícil de encontrar, especialmente en el contexto global actual.

Para Vista, la adquisición es también una señal de confianza en YPF como socia. “Esta decisión responde a la calidad del recurso, la madurez del desarrollo y el expertise de YPF en la gestión del bloque”, explicó la empresa liderada por Galuccio.
Sinergia con el core de Vista y capacidad de evacuación
Además del atractivo del bloque en sí, Vista encontró un valor estratégico adicional en la cercanía con su hub principal de desarrollo.
Esa proximidad abre la puerta a sinergias operativas: desde el uso compartido de instalaciones de superficie, hasta mejoras en el diseño de pozos nuevos y servicios generales más eficientes. También permitirá optimizar la ubicación de nuevos pozos en la frontera entre sus activos y La Amarga Chica.
Otro punto fuerte de esta sociedad con YPF es la capacidad de evacuación de crudo. Entre ambas, disponen de unos 57.000 barriles por día de capacidad de transporte y 48.000 barriles por día de capacidad de despacho para exportación, un diferencial clave en el escenario actual del midstream.
Más escala y más flujo de caja
La incorporación de La Amarga Chica no solo le suma producción a Vista: también le da un activo de calidad, escalable y con un historial sólido.

En palabras de Galuccio: “Con esta adquisición ganamos una escala significativa en Vaca Muerta, incorporando un bloque premium con producción en crecimiento y bajos costos operativos, lo que nos permite acelerar el plan de largo plazo y fortalecer nuestro perfil de generación de flujo de caja libre”.
Y completó: “La operación no solo incrementa nuestra rentabilidad, sino que también mejora nuestro portafolio de locaciones listas para perforar en el área central de Vaca Muerta”.
La apuesta es clara: no se trata solo de sumar barriles, sino de consolidar una plataforma operativa capaz de sostener el crecimiento en el tiempo, con eficiencia y visión estratégica.
Vista, que cotiza en Wall Street, resaltó que desde su desembarco en Argentina en 2018 lleva invertidos más de 6.000 millones de dólares. Ahora, con esta transacción, se convertirá en socia de YPF, que mantiene el 50% restante del bloque y su operación.