La empresa estatal aérea discutirá una recomposición salarial recién en febrero. Los sindicalistas la acusan de “vulnerar la confianza y la buena fe entre las partes, lo que implica llevarnos a un nuevo conflicto”.
Los gremios aeronáuticos evalúan nuevas medidas de fuerza debido a la falta de respuesta por parte de Aerolíneas Argentinas sobre la reapertura de negociaciones paritarias, solicitada a finales de 2024.
La compañía, liderada por Fabián Lombardo, pospuso las conversaciones salariales hasta febrero, cuando planea discutir una recomposición para el período noviembre-enero.
Sin embargo, desde los sindicatos advierten que esta demora “vulnera la confianza” y podría desencadenar un nuevo conflicto.
“Una vez más, las conducciones de Aerolíneas Argentinas y Optar vulneran la confianza y la buena fe entre las partes, lo que implica llevarnos a un nuevo conflicto que ya transitamos hace poco tiempo y conocemos las consecuencias”, denunciaron los gremios aerolnáuticos.
La alerta fue emitida por la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), la Unión del Personal Superior y Profesionales de Empresas Aerocomerciales (UPSA), y la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA).
En noviembre, Aerolíneas y estos gremios acordaron un aumento salarial promedio del 16%, que también incluyó modificaciones en beneficios como los pasajes de privilegio para empleados y sus familiares.
A pesar de ese acuerdo, los gremios señalaron en un comunicado conjunto: “Ante la solicitud de los sindicatos aeronáuticos (…) para reabrir la negociación paritaria a fin de actualizar los ingresos, tal como fue establecido en el último acuerdo, Aerolíneas nos ha informado que no habrá reapertura de negociaciones paritarias próximamente y que tienen pensado convocar a los representantes de los trabajadores recién en febrero”.
En una carta dirigida a Lombardo, los representantes sindicales enfatizaron: “Una vez más, las conducciones de Aerolíneas Argentinas y Optar vulneran la confianza y la buena fe entre las partes, lo que implica llevarnos a un nuevo conflicto que ya transitamos hace poco tiempo y conocemos las consecuencias”.
El conflicto salarial también mantiene enfrentados a los sindicatos con el Gobierno, a quien responsabilizan por el retraso en los ingresos del sector.
Este enfrentamiento ya provocó asambleas y paros en los principales aeropuertos del país. Mientras tanto, el presidente Javier Milei está evaluando enviar al Congreso un proyecto para privatizar Aerolíneas Argentinas.
La privatización de Aerolíneas, en la mira del Gobierno
«O cierra o se privatiza«, afirmó tiempo atrás el presidente Javier Milei en referencia a la situación de Aerolíneas Argentinas.
Sin embargo, avanzar con una posible venta requerirá la aprobación del Poder Legislativo y la definición de las condiciones específicas para concretar la operación.
En este contexto, varios nombres surgieron como potenciales interesados en adquirir, al menos, una parte de las acciones de la empresa estatal.
Entre ellos destacan el Grupo Abra, que reúne a las aerolíneas Avianca y GOL; el empresario Germán Efromovich; e incluso el Gobernador bonaerense, Axel Kicillof.
Este último, además de rechazar públicamente la privatización de Aerolíneas, aseguró que su administración está interesada en asumir el control de la línea aérea.
Sin embargo, la propuesta de la Provincia fue rápidamente descartada por el Gobierno nacional.
El ministro Guillermo Francos expresó: «Es ridículo, es algo que no tiene sentido. ¿Una provincia que tiene déficit va a asumir el control de una empresa que demanda fondos del Estado? Yo no entiendo cuál es la lógica».
Un conflicto que sigue sumando escalas
Los reclamos por atraso salarial en la industria aeronáutica comenzaron en agosto de 2024, acompañados de un cronograma de asambleas previamente comunicado a Aerolíneas Argentinas.
Aunque inicialmente se anunciaron como «asambleas informativas» en diferentes terminales del país, muchas de estas reuniones se realizaron fuera de los horarios previstos, lo que llevó al Gobierno a calificarlas como «paros encubiertos«.
Lo que empezó en agosto con encuentros informativos derivó, en noviembre, en un escenario de denuncias cruzadas entre empresas y gremios, pérdidas superiores a los u$s 500.000 para Aerolíneas Argentinas, y más de 200 vuelos cancelados o suspendidos.
Mientras los sindicatos denunciaban un retraso salarial del 70%, la empresa ofreció un incremento del 16%, acompañado de ajustes futuros vinculados a la productividad del personal. Sin embargo, el acuerdo final fue más allá del ámbito salarial.
En términos operativos, Aerolíneas implementó medidas para mejorar la eficiencia, lo que resultó en un aumento del 3% al 5% en las horas mensuales voladas.
Según un comunicado emitido por la compañía en ese momento: «Aerolíneas Argentinas informa que cerró el conflicto con sus gremios con importantes avances que mejorarán la productividad de la compañía y limitarán beneficios que se encontraban por fuera de los estándares de la industria».
