Se trata de la ruta aérea que une Buenos Aires con Mar del Plata, Bahía Blanca, Trelew, Río Gallegos y Comodoro Rivadavia. La operación entró en vigencia en julio del 2022, pero la nueva gestión de la firma la considera poco rentable.
La reestructuración en la administración de rutas y conexiones que atraviesa Aerolíneas Argentinas no solo implica fortalecer los destinos internacionales más turísticos, sino que también incluye la eliminación de las rutas menos rentables. En esa línea, la compañía de bandera anunció que dejará los vuelos del “Corredor Atlántico”.
Se trata de una conexión clave para el turismo costero ya que unía Buenos Aires, Mar del Plata, Bahía Blanca, Trelew, Río Gallegos y Comodoro Rivadavia. La cancelación del servicio inaugurado solo dos años atrás generó malestar en los sectores turísticos de los destinos afectados.
La operación no tiene mucha demanda fuera de las temporadas altas de verano e invierno.
La medida comenzará a regir desde el 1° de octubre y se suma a la eliminación del vuelo directo con Nueva York, que tuvo su último servicio hace unas semanas.
Los viajes se realizaban lunes, miércoles y viernes saliendo desde Aeroparque a Mar del Plata y Bahía Blanca, y allí con conexión a Trelew, Comodoro Rivadavia y Río Gallegos. En el sentido inverso, partiendo desde las ciudades patagónicas, se hacían los martes, jueves y domingos.
“La idea es optimizar las rutas. El Corredor Atlántico partiendo desde Aeroparque no es eficiente como lo era el anterior, cuando salía de Ezeiza”, apuntaron fuentes del sector aeroportuario.
Desde la firma sostienen que la operación no tiene mucha demanda fuera de las temporadas altas de verano e invierno, aunque aún resta una comunicación oficial confirmando la eliminación de la ruta.
En la página web se pueden comprar pasajes hasta septiembre, que será el último mes que operará el corredor atlántico.
Conflicto con los trabajadores de Aerolíneas Argentinas
El sendero que atraviesa Aerolíneas Argentinas no solo impacta sobre las rutas y destinos que ofrece la firma, también desató varios conflictos con el personal de cabina y de aeropuertos.
La disputa más reciente se dio este lunes luego que de que los gremios aeronáuticos pusieran en marcha una asamblea que fue considerada como un “paro encubierto” por parte de la estatal.
En ese marco, Aerolíneas denunció esta situación ante la Secretaría de Trabajo hace unas horas. La empresa aseguró que ese tipo de acciones son una “forma de huelga no declarada que afecta gravemente sus operaciones” y adelantaron que se aplicarán descuentos salariales a más de 200 pilotos, copilotos y tripulantes de cabina que participaron en las asambleas.
“De acuerdo a lo difundido por los propios sindicatos, entre el 19 y 30 de agosto, las acciones abarcan más de 14 horas de asambleas en distintas terminales aéreas, que constituyen una efectiva y total paralización de la actividad de la compañía en esas y otras ubicaciones”, explicaron las autoridades de la aérea en un primer escrito.
“El paro encubierto ya afectó a más de mil quinientos pasajeros por cancelaciones de vuelos, y a otros diez mil por demoras y reprogramaciones. En total se cancelaron 16 vuelos y otros 85 registraron demoras, provocando todo esto un grave perjuicio económico y en términos de imagen corporativa a Aerolíneas Argentinas”, agregaron desde la compañía.
Las denuncias contra los gremios y las medidas de fuerza como respuesta, generaron una fuerte tensión en el sector aeronáutico argentino, que fue escenario de conflictos recurrentes entre las compañías aéreas y los sindicatos. Se espera que las disputas se vuelvan más frecuentes a medida que la firma avanza en los recortes y se prepara para ser privatizada.
