Un sondeo entre empresas de transporte de carga reveló que la mitad de ellas posee en la actualidad un nivel medio de digitalización de su operación diaria y apenas el 5% alcanzó un máximo nivel.
La irrupción de la tecnología modificó por completo el sector de la logística. Y mientras nos encontramos recién en los albores de la inclusión de la Inteligencia Artificial en estos procesos, todo indica que la revolución de la digitalización recién comienza.
Mientras el mundo avanza a pasos agigantados en esa dirección un sondeo realizado en la Argentina reveló que el nivel de digitalización del transporte de cargas sigue siendo muy bajo.
El Índice de Digitalización del Transporte (IDT) se realizó sobre la base de una encuesta a 335 empresas de transporte del país de diferentes tamaños y repartidas en todas las provincias que gestionan una flota total de 4.998 camiones, entre propios y de terceros.
El informe 2023 indica que la media de IDT en la Argentina es de 2,44 sobre un máximo de 5 puntos. “Aunque parece un alto grado de digitalización, apenas el 5% de los encuestados marca una diferencia significativa en términos de eficiencia y seguridad operativa”, indica el informe.
Así, el 73% de los transportistas consultados se encuentra entre los puntajes 1 y 2, es decir que combinan procesos manuales con un nivel de digitalización básico y casi nulo. Detrás de esto se esconde todavía un alto grado de “papelización” en la que se encuentra sostenida toda su operatoria.
En ese sentido, del relevamiento surge que, a la hora de mantener actualizada la documentación del conductor y la unidad, el 37% de los encuestados solo conserva documentos físicos y los actualiza cuando es necesario. Otro 18% solicita la información a cada conductor y depende de ellos para actualizar la documentación, mientras que solo el 18% utiliza algún sistema de gestión documental.
El 73% de los transportistas consultados se encuentra entre los puntajes 1 y 2, es decir que combinan procesos manuales con un nivel de digitalización básico y casi nulo.
De acuerdo al segmento de carga del que se trate, los niveles de documentación requeridos pueden ser abrumadores. Por ejemplo, en el sector oil & gas se necesitan hasta 43 documentos distintos para sostener la operación, mientras que, entre los transportes consultados que operan en consumo masivo, esa cifra llega a 18.
Asimismo, cuando debieron responder acerca de la forma en que presentan la documentación del conductor y la unidad a los cargadores, el 61% aseguró hacerlo a través de WhatsApp o por correo electrónico. En el 49% de los casos, los conductores presentan la documentación física al cargar.
Los sistemas utilizados en todos los casos fueron definidos por el dador de carga detalla el informe que acompaña el sondeo. Se trata de sistemas sin integraciones digitales, con procesos manuales de aprobaciones muy largos y que suelen generar fricciones en las operaciones tanto en transportistas como en dadores de carga.
Sensación de digitalización
WhatsApp sigue siendo el medio más popular para enviar y recibir documentación debido a su facilidad de uso y su gran popularidad. Sin embargo, presenta algunas barreras para el envío de archivos de gran tamaño, y en remitentes más exigentes, no es un medio aceptable debido a su bajo nivel de seguridad y formalidad que puede sin embargo ofrecer una falsa sensación de digitalización de los procesos.
Sin embargo, la principal desventaja de esta herramienta es que se trata de un medio bidireccional (entre dos partes), cuando en logística terrestre suelen interactuar múltiples actores y la necesidad de acceder a la información y la documentación es vital para alcanzar eficiencia operativa.
La gran mayoría (73%) de los transportistas cuenta con seguimiento satelital en su flota. Pero -según el informe- la dificultad aparece cuando trabajan con múltiples prestadores de GPS, sobre todo en casos de flotas mixtas/tercerizadas. Solo el 1% de los encuestados trabaja la seguridad de sus cargas con un centralizador de posicionamiento que les da visibilidad de toda su flota en una sola pantalla.
La insuficiente digitalización también impacta en la trazabilidad de los pagos. Del sondeo surgió que el 41% de los encuestados sigue sus pagos de manera analógica o sin sistemas.