El derivado que se mezcla de manera obligatoria con el gasoil subió otro 2%. La semana pasada, desde el sector señalaron que las fábricas habían dejado de producir y solo entregaban remanentes, debido a la desactualización de los valores.

La Secretaría de Energía del Ministerio de Economía fijó un nuevo valor de referencia para el biodiésel destinado a la mezcla obligatoria con gasoil. A través de la Resolución 377/2025, estableció en 1.436.861 pesos por tonelada el precio mínimo de adquisición del biocombustible, una suba del 2% respecto al incremento aplicado a principio de mes.

La medida rige para las operaciones realizadas durante septiembre y permanecerá vigente hasta la publicación de un nuevo cuadro tarifario. La semana pasada, los empresarios productores reclamaron un desfasaje importante entre los costos de producción y venta.

La Cámara Cepreb señaló que fabricar una tonelada de biodiésel demanda actualmente unos 1.689.000 pesos.

SI bien la nueva actualización no corrige el escenario, sí es una señal de recomposición. El texto de la resolución aclara que el precio fijado constituye “el valor mínimo al cual deberán ser llevadas a cabo las operaciones de comercialización en el mercado interno”.  También establece un plazo máximo de siete días corridos para el pago de las facturas emitidas por las empresas proveedoras.

El ajuste llega tras la Resolución 369/2025, que había determinado un precio transitorio para septiembre. Sin embargo, un informe técnico de la Subsecretaría de Combustibles Líquidos concluyó que las condiciones del mercado hacían necesaria una nueva actualización.

Según el documento oficial, la decisión busca corregir distorsiones y garantizar el abastecimiento del gasoil con el nivel de corte establecido por la normativa vigente. Desde el sector, aseguran que se necesita un ajuste cercano al 20% y un aumento en el porcentaje de corte obligatorio.

La crisis en la producción de biodiésel

No obstante, el sector empresario considera que la medida es insuficiente para cubrir los costos reales de producción. La Cámara de Empresas Pymes Regionales Elaboradoras de Biocombustibles (Cepreb) señaló que fabricar una tonelada de biodiésel demanda actualmente unos 1.689.000 pesos.

“El desfase es tan grande que no se está produciendo ninguna tonelada”, expresó su director ejecutivo, Federico Martelli. La paralización de la actividad se tradujo en que, durante septiembre, las plantas dejaron de elaborar biodiésel y únicamente comercializaron remanentes de stock.

Martelli explicó que “las fábricas ya no fabricaron biodiésel y solo algunas vendieron remanentes para cubrir costos operativos”, lo que expone la magnitud de la crisis del sector. Otro punto de conflicto es el nivel de mezcla con gasoil. La ley establece un corte obligatorio del 7,5%, pero en la práctica los porcentajes han sido inferiores.

El incremento en los insumos dolarizados profundiza el problema. El aceite de soja, principal materia prima, subió tras la baja de retenciones al grano, encareciendo la refinación. “No es lo mismo comprar aceite cuando el dólar estaba a 500 pesos que cuando está a 1.550”, comparó Martelli.

biocombustibles, bioetanol, biodiesel, Secretaría de Energía, precios combustibles, mezcla obligatoria, nafta, gasoil, aumento precios
La cartera energética actualizó los valores mínimos de adquisición de biocombustibles.

A esto se suma el costo del metanol, también sujeto a la evolución de la divisa estadounidense, que impacta de lleno en la estructura de gastos.

Las cámaras empresarias Cepreb, Casfer y Capba mantuvieron reuniones con funcionarios de la Secretaría de Energía para exponer la situación. Según relató Martelli, los representantes oficiales admitieron que los cálculos del sector eran correctos, pero afirmaron que “el Gobierno no se basaba en la ley de biocombustibles para definir el precio, sino en las necesidades del programa macroeconómico”.

En ese marco, priorizar la contención inflacionaria habría sido uno de los factores detrás de la decisión. La industria alerta que, de persistir este escenario, podrían registrarse suspensiones y despidos en el corto plazo. Hasta ahora no hubo cesantías, pero las empresas consideran insostenible operar con pérdidas.

“Es el Estado argentino obligando a las empresas a trabajar y vender a pérdida. Hoy le pasa a unos, mañana le puede pasar a otros”, cuestionó Martelli, advirtiendo sobre los riesgos para una actividad con dos décadas de desarrollo en el país.

Comentarios

Por si acaso, tu email no se mostrará ;)