En agosto vencen las concesiones y Neuquén y Río Negro recalaman tener participación en el control, además de mayor retribución. La decisión de adjudicarlas «transitoriamente» a la órbita de Nación tuvo respuesta inmediata y el debate parece lejos de saldarse.

Ante el inminente vencimiento de las concesiones privadas, y a la espera de definiciones sobre cómo se operarán en el futuro, la Secretaria de Energía de Nación instruyó este miércoles a Enarsa para que se haga cargo del control de las represas hidroeléctricas de Neuquén y Río Negro.

Lo hizo a través de una nota de su titular, Flavia Royón, dirigida al presidente de Enarsa, Agustín Gerez, en la que indica que ante la “necesidad de garantizar la seguridad pública y la continuidad en el abastecimiento de energía eléctrica que requiere el sistema, atendiendo al vencimiento inminente de las concesiones, resulta pertinente disponer que, una vez extinguidos los plazos de las concesiones y revertidos los bienes al Estado Nacional, el desarrollo de la actividad de generación de energía eléctrica de los complejos hidroeléctricos quedará asignada oportunamente y conforme los instrumentos legales que correspondan, a Enarsa”.

De esta toma, la empresa estatal se hará cargo del control de los complejos El Chocón y Arroyito, concesionados a la empresa italiana Enel; Alicurá, operado por AES Argentina, Planicie Banderita (Orazul Energy); y Piedra del Águila (Central Puerto).

La intención de las provincias, en la que trabajan desde hace años legisladores de Neuquén y Río Negro, es que las represas hidroeléctricas queden bajo su órbita

Además, Royón instruyó a Enarsa para que “adopte las medidas necesarias para encontrarse en condiciones de asumir transitoriamente la actividad de generación de energía eléctrica ante la proximidad del vencimiento de las concesiones y a partir de la fecha del mismo, incluyendo, sin limitación, la eventual transferencia del personal y contratos relacionados con dichas centrales”.

Respuesta desde Neuquén

La decisión provocó inmediata respuesta de los gobienros de Neuquén y Río Negro, que al igual que el de Río Negro, buscaba abrir instancias de diálogo con la Nación para sostener sus derechos al control de las centrales o al menos tener participación, además de mejores retribuciones económicas.

El gobernador neuquino Omar Gutiérrez aseguró horas después de conocerse la decisión de la Secretaría de Energía que “Nación tomó una medida ilegal, antidemocrática y centralista, porque las provincias son dueñas de los recursos naturales».

represa comahue
Enarsa se encargará de la operación de las represas hidroeléctricas «transitoriamente» ante la proximidad del vencimiento de las concesiones.

Y abundó: “Nos sacan lo que es nuestro sin consultarnos. Pretendemos cobrar por el uso del agua, y nos pagan 1 de cada 3 pesos de lo que cobran la energía”.

El mandatario se mostró decidido a sostener la postura provincial y aseguró que su ministro de Energía y Recursos Naturales y a la Fiscalía de Estado provincial «están trabajando en esto”. “No quiero judicializar la política, pero estamos obligados por esta medida inconstitucional”, advirtió.

En tanto, tras conocerse la decisión, el gobierno de Río Negro pidió hoy una reunión urgente con Nación. Las autoridades rionegrinas esperan poder reunirse en las próximas horas con Royón y el ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa.

La mesa de diálogo

En agosto próximo vencen las concesiones de las centrales hidroeléctricas ubicadas en los ríos Limay y Neuquén, que hoy administra el Estado nacional y fueron otorgadas a empresas privadas durante la década del ‘90.

La intención de las provincias, en la que trabajan desde hace años legisladores de Neuquén y Río Negro, es que queden bajo la órbita de sus provincias una vez que finalicen los contratos de concesión noventistas.

Frente a ello Nación creó una mesa de negociación con las provincias patagónicas en pos de acercar posiciones en su intención de que regresen a manos del Estado nacional, pero con participación provincial.

El 27 de abril pasado la mesa de diálogo se reunió por primera vez y, tras pasar a un cuarto intermedio, jamás volvieron a verse las caras desde entonces.

En el medio, desde las provincias comenzaron a escucharse las voces de quienes recomiendan judicializar la disputa, algo en lo que ahora Gutiérrez anticipó que podría avanzar.

Además, en la conversación también empezaron a tallar otros sectores. En los últimos días un grupo de ex secretarios de Energía advirtió sobre “el peligro de la nacionalización” de las centrales hidroeléctricas y recomendó volver a confiar su operación a empresas privadas.

Las provincias demandan un nuevo esquema de manejo de las concesiones hidroeléctricas que tenga en cuenta la participación de Neuquén y de Río Negro en el manejo de su cuenca hídrica.

Estas demandas se sintetizan en seis puntos:

• Creación de una empresa para la administración de las centrales, con participación accionaria de las provincias, trabajadoras y trabajadores; y el Estado nacional.

• Definición de la remuneración de la energía sobre la cual se va a definir la renta del negocio.

• Regalías para las provincias y municipios aledaños.

• Creación de un fondo para infraestructura hidroeléctrica en la misma cuenca Comahue.

• Canon de uso del agua.

• Tarifa Comahue

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