Buscan que el país vecino garantice la provisión hasta junio de 2024, cuando la Reversión del Gasoducto Norte permitiría llevar el recurso de Vaca Muerta a las provincias del Norte. Los riesgos detrás de una negociación contrarreloj.
Mientras avanza el proceso para concretar la reversión del Gasoducto del Norte que permitirá llevar gas de Vaca Muerta a las provincias de esa zona del país, el presidente de Energía Argentina S.A. (Enarsa), Agustín Gerez, confirmó que se adelantará el fin del contrato para importar gas desde Bolivia.
“En el marco de las negociaciones, lo que estamos tratando de generar es el contexto para que YPFB (Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos) cumpla con sus obligaciones de entrega de gas hasta junio del año que viene, que entendemos que es el espacio de tiempo que necesitamos para la ejecución de la obra de reversión”, explicó Gerez.
Y agregó que el objetivo de las negociaciones que establecieron con YPFB es tener garantizado el suministro desde Bolivia “en los primeros 5 meses del año que viene, con el compromiso nuestro de tener la reversión lista en mayo de 2024 y algo de tiempo más por las dudas de que pueda aparecer algún imprevisto”.
Se prevé que el Gasoducto del Norte esté operativo en mayo del próximo año. Así se abastecerá a las provincias del norte del país con gas de Vaca Muerta y también se comenzará a exportar al sur de Brasil.
Así, Gerez explicó que el contrato se mantendrá hasta junio del año que viene, lo que implica un nuevo recorte de 6 meses en el plazo.
No es la primera vez que Enarsa negocia con YPFB adelantar la finalización del contrato. El año pasado, como parte de la sexta adenda, se fijó el primer recorte en el plan que data del año 2006.
El plazo se acortó en un primer momento en un año, al 31 de diciembre del 2025 y a principios de este año se volvió a acortar otro año más. Ahora se acortó otro semestre.
Gerez explicó que “las partes ya están entendiendo que, realizada la obra de la reversión del Gasoducto Norte, la disponibilidad por parte del gas boliviano de Argentina no va a ser necesaria porque Argentina ya puede cubrir esos volúmenes enviando gas desde Vaca Muerta”.
Caída de la producción de gas en Bolivia
La anticipación del fin del contrato apunta a garantizar el suministro por lo menos hasta que esté operativa la Reversión del Gasoducto Norte.
“Desde Enarsa somos los titulares del contrato de importación de gas de Bolivia por lo que tenemos un conocimiento bastante acabado de cómo viene la producción de gas de Bolivia”, explicó Gerez.
Además detalló que “hoy por hoy estamos en un escenario en el que YPFB nos ha notificado que quiere firmar un contrato interrumpible. Esto significa: te mando gas si tengo gas y si no tengo no te mando, y eso pone en riesgo todo el abastecimiento del norte argentino”.
Esa situación no solo marcó la premura con la que deberá realizarse la reversión del Gasoducto Norte para permitir reemplazar el gas que no llegará de Bolivia con producción de Vaca Muerta. También traza los límites de la negociación que se encara para el último semestre que tendrá el contrato por 20 años firmado en 2006.
Puntualmente, desde Enarsa se busca que YPFB entregue en forma firme un piso de entre 4 y 6 millones de metros cúbicos por día, que permitan garantizar la demanda de las provincias del norte.
Es que el problema no está solo en el invierno del año que viene, sino los 365 días del año, ya que de la provisión de gas natural dependen casi todas las centrales térmicas de esas provincias.
En la actualidad, una parte considerable de esas centrales ya se encuentran fuera de funcionamiento. Pero a medida que baje la entrega de Bolivia o si comienza a interrumpirse como plantean desde el gobierno de Luis Arce, el riesgo ya no es solo que estas centrales térmicas dejen de funcionar, sino que incluso puedan afectar a todo el sistema eléctrico del país, pues en conjunto superan el 10% de la potencia instalada de la Argentina.
