El conflicto entre trabajadores y la terminal TCP sigue sin resolverse, mientras se aproxima el fin de la tregua de diez días establecida. Negociaciones abiertas y nuevas discusiones.
El cruce entre las autoridades de la principal terminal de contenedores del Puerto de Montevideo y sus trabajadores sigue sin resolución. La implementación de un nuevo software de gestión disparó el reclamo del gremio de la terminal, que paralizó al puerto durante una semana y posteriormente abrió una tregua con fecha de finalización prevista para este fin de semana.
Pese a las reuniones casi diarias entre representantes de Terminal Cuenca del Plata, autoridades gubernamentales y el SUPRA, la solución todavía no apareció. Incluso, desde el ministerio de Trabajo uruguayo subieron la presión sobre los representantes de los trabajadores para no volver a las protestas cuando se cumpla el plazo acordado.
Mientras tanto, empresarios y exportadores reiteraron las inmensas pérdidas que representa cada día de paro, y la oposición política reclama a las autoridades una gestión que garantice la continuidad operativa.
El inicio del conflicto
El miércoles 1 de octubre, la principal terminal de contenedores del puerto de Montevideo anunció su cronograma de cambios hacia un nuevo software de gestión de las cargas. En la presentación se informaban modificaciones en los horarios de atención y ajustes mínimos para poder realizar distintas pruebas.
Tras casi una semana de conflicto, que incluyó amenazas de la empresa de desconocer el convenio colectivo firmado y advertencias de los trabajadores sobre la profundización del paro, finalmente se logró una tregua por diez días, que terminará este fin de semana.
El inicio de la implementación disparó el reclamo del sindicato, que denunciaba que el cambio abría la posibilidad a despidos y cambios en el convenio colectivo que regula sus tareas, y lanzaron una medida de fuerza ante la falta de certezas de la empresa Katoen Natie, a cargo de Terminal Cuenca del Plata (TCP).
Tras casi una semana de conflicto, que incluyó amenazas de la empresa de desconocer el convenio colectivo firmado y advertencias de los trabajadores sobre la profundización del paro, finalmente se logró una tregua por diez días, que terminará este fin de semana.
En el medio, el comercio exterior estuvo paralizado durante una semana, lo que generó airados reclamos de transportistas y exportadores, así como de cámaras empresariales del país, por el perjuicio a toda la actividad.
Para las navieras, en tanto, la discusión obligó a redirigir a sus buques hacia Buenos Aires o Brasil para hacer sus trasbordos allí.

Esa estrategia profundizó las decisiones que generaron preocupación a mitad de año, cuando varias empresas cancelaron recaladas en Montevideo y redujeron sus conexiones.
El titular de la Administración Nacional de Puertos, en tanto, reconoció el “daño invisible” generado a la reputación del país.
Remises y cruceros, la nueva disputa en el Puerto de Montevideo
El paro estuvo a punto de afectar la llegada de los primeros cruceros de la temporada en el puerto de Montevideo, y en caso de reflotar las medidas de fuerza podrían extenderse a los buques turísticos que ya recorren la región.
La gestión de los cruceros generó un nuevo escenario de polémicas en la coordinación del Puerto de Montevideo. Tras varios años de continuidad, la ANP decidió relicitar el servicio de transporte de pasajeros desde el interior del puerto.
La licitación comenzó en junio de este año, y todavía no logró cerrarse. En julio, dos días antes de la recepción de ofertas, se modificó el criterio de adjudicación. Eso llevó a que distintas empresas impugnaran el proceso.
Tras distintos intentos, la ANP resolvió días atrás cancelar nuevamente el llamado, postergando la definición respecto de quién prestará el servicio de vans y remises a los cruceristas.
Curiosamente, la temporada ya comenzó, y los turistas deben salir de la zona portuaria para poder acceder a un servicio de transporte hacia el centro de la capital uruguaya.