La terminal de Río Negro cerró operaciones clave en 2025 y anticipa un calendario sostenido para el próximo año, impulsado por iniciativas vinculadas al GNL y el oleoducto Vaca Muerta Oil Sur, entre otras obras de infraestructura.
La actividad reciente en el puerto de San Antonio Este volvió a ubicar a la terminal operada por Patagonia Norte en el centro del movimiento logístico vinculado a los grandes desarrollos energéticos que avanzan en Río Negro. En los últimos días, la empresa completó una operación de descarga de alto volumen que involucró insumos críticos para obras de infraestructura.
El operativo incluyó el desembarque de 2.300 caños destinados a iniciativas energéticas que atraviesan la región. Desde la empresa indicaron que el buque zarpó una vez finalizadas las tareas, sin registrarse desvíos operativos ni contingencias, en una secuencia que reafirmó la capacidad de respuesta del puerto frente a cargas de gran porte.
El futuro de la concesión de Patagonia Norte en San Antonio Este aparece como uno de los temas centrales de los próximos años.
En paralelo, la terminal gestionó el arribo del buque CS Fortune, que transportó infraestructura modular para el proyecto Vaca Muerta Oil Sur.
La carga estuvo compuesta por 130 módulos habitacionales y 140 contenedores de 40 pies, elementos destinados a la instalación de la base operativa del oleoducto.
Tras la descarga, los equipos quedaron sujetos a procesos de inventario y acopio previo a su traslado hacia las áreas de obra.
San Antonio Este, un nodo estratégico para Río Negro
Estos movimientos se inscriben en una tendencia más amplia de diversificación de cargas en San Antonio Este. En los últimos meses, el puerto también canalizó el ingreso de tuberías para el desarrollo del gasoducto de GNL, sumando miles de toneladas a su operatoria.
Desde el ámbito provincial, el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, destacó el impacto institucional de estas operaciones al señalar que “cada buque que llega, cada módulo y cada caño descargado, es parte de una provincia que se proyecta al futuro con trabajo, seriedad y decisión”, y afirmó que el puerto “se consolida como un nodo estratégico para los grandes proyectos energéticos del país”.
La proyección para los próximos meses refuerza ese diagnóstico. Antes de finalizar 2025, Patagonia Norte prevé nuevas escalas vinculadas a los proyectos en curso, mientras que para 2026 se espera un calendario portuario sostenido, con operaciones distribuidas a lo largo de todo el año y no concentradas únicamente en la temporada de exportación de fruta.
Ese esquema anticipa una convivencia entre cargas tradicionales y nuevos flujos logísticos asociados a la industria energética. La presencia permanente de proyectos de oil & gas permitiría reducir la estacionalidad histórica del puerto y sostener niveles de empleo y actividad más estables en el tiempo.
No todas las áreas del complejo portuario muestran el mismo dinamismo. Las operaciones pesqueras, que utilizan un pontón específico, registraron una caída marcada en los últimos meses, con volúmenes mínimos y períodos sin actividad. Aun así, desde la empresa señalaron que una eventual reactivación del sector tendría un efecto positivo inmediato sobre la economía regional.
El contrato de la operadora
En el plano institucional, el futuro de la concesión de Patagonia Norte en San Antonio Este aparece como uno de los temas centrales de los próximos años. El permiso vigente vence en enero de 2028 y la firma ya formalizó ante el gobierno provincial su intención de continuar al frente de la operación.
“Hemos presentado a la provincia nuestra intención concreta de seguir operando el puerto”, explicó el gerente de la empresa, Cristian López, al tiempo que aclaró que la definición quedará en manos de las autoridades.
Con casi tres décadas de gestión acumulada y nuevas inversiones en análisis, la empresa busca ampliar su cartera de proyectos y cerrar acuerdos que refuercen el perfil logístico del puerto. De cara a 2026, San Antonio Este se perfila como un punto de entrada clave para insumos estratégicos, en un contexto donde la infraestructura portuaria se vuelve un componente central del desarrollo energético y productivo de Río Negro.
