La petrolera cerró el canje de sus obligaciones negociables, superando el umbral necesario para el traspaso a Tango Energy, que dejará al fundador de Vista, Miguel Galuccio, al frente de la compañía. La operación le permite aliviar un pasivo que superaba los US$ 385 millones.
Aconcagua Energía cerró con éxito el canje de sus obligaciones negociables al alcanzar una adhesión del 96%, superando el mínimo del 90% exigido para activar el acuerdo de capitalización firmado con Tango Energy.
La operación marca un punto de inflexión en la crisis financiera de la compañía, que había suspendido pagos en el marco de un proceso de reestructuración iniciado en junio.
La reestructuración se materializó mediante la emisión de cinco nuevas series de Obligaciones Negociables (ON), con vencimientos entre 2029 y 2032, y distintos esquemas de tasas y monedas.
Según su balance, el pasivo consolidado ascendía a $447.604 millones (US$ 385,9 millones al tipo de cambio oficial), equivalente al 99% de su activo total y casi 17 veces su patrimonio neto.
En julio, la empresa había anunciado un entendimiento con Tango Energy, sociedad cocontrolada por AR Energy Resources (vinculada a la multinacional Trafigura) y Vista Energy (fundada por Miguel Galuccio), en la que también participa Pablo Iuliano, exCEO de YPF.
El convenio prevé una inyección de US$ 36 millones y el traspaso del 90% del capital accionario a Tango Energy, condicionado a la reestructuración de al menos el 90% de los pasivos.
Cumplida esa condición, la petrolera quedará bajo la conducción estratégica de la nueva controlante, con Pablo Iuliano como CEO, mientras que los socios fundadores conservarán el 10% restante.
En el comunicado, la compañía destacó: “De perfeccionarse esta transacción, Tango Energy se convertirá en accionista controlante de Aconcagua Energía, asumiendo la conducción estratégica de la misma. Tango Energy impulsará una nueva etapa de consolidación institucional, operativa y financiera para Aconcagua Energía”.
Los detalles del canje
La reestructuración se materializó mediante la emisión de cinco nuevas series de Obligaciones Negociables (ON), con vencimientos entre 2029 y 2032 y distintos esquemas de tasas y monedas.
La compañía recibió más de 10.000 instrucciones de canje, lo que permitió superar el 96% de adhesión. Además, los tenedores de las ON anteriores recibieron los intereses devengados hasta el 25 de agosto de 2025.
Por ejemplo, los bonistas de la ON Clase X cobraron US$ 236.000 en concepto de intereses acumulados, mientras que los de la ON Clase XVII percibieron US$ 1,25 millones.
Un cuadro financiero delicado
El alivio llega en un contexto desafiante: en el primer semestre de 2025, Aconcagua reportó pérdidas por $207.319 millones y un patrimonio neto negativo de $179.374 millones.
La producción de hidrocarburos neta alcanzó 908.852 barriles de petróleo y 3,3 millones de m³ de gas, lo que implicó una caída del 11% en crudo y del 96% en gas frente al mismo período de 2024.

Fundada en 2015, la compañía opera 14 concesiones hidrocarburíferas en Río Negro, Neuquén y Mendoza, pero arrastraba un nivel de deuda difícil de sostener: de los $447.604 millones del pasivo total, $228.000 millones correspondían a obligaciones negociables y $181.500 millones a pasivos comerciales y fiscales. Un 43% del total vencía en los siguientes 12 meses.
Los problemas que Aconcagua Energía empieza a dejar atrás
Recientemente, Aconcagua contrató al banco de inversión VALO Columbus y al estudio jurídico Tavarone, Rovelli, Salim & Miani, con el objetivo de poder alcanzar un acuerdo con los acreedores y así evitar recurrir a un concurso.
En la notificación enviada al organismo regulador, la petrolera argumentó que su decisión respondía a las “condiciones desafiantes del mercado de capitales”, que dificultan el acceso a nuevas fuentes de financiamiento en condiciones razonables.
A partir de esta situación, la compañía resolvió priorizar el uso de su liquidez para cubrir los gastos operativos corrientes.
“La compañía impulsará un proceso integral de reestructuración de su deuda financiera, ante las condiciones desafiantes del mercado de capitales que han dificultado el acceso a fuentes de refinanciamiento en términos compatibles con la sostenibilidad del giro ordinario de sus actividades operativas”, se anticipaba en el comunicado oficial.
Además de las restricciones financieras, Aconcagua también tuvo que hacer frente a factores operativos que redujeron sus márgenes.
La apreciación cambiaria incrementó los costos en dólares del sector, especialmente para aquellas empresas que explotan áreas convencionales maduras, donde los niveles de productividad son menores en comparación con los desarrollos no convencionales.
En paralelo, el precio internacional del crudo mostró una tendencia descendente desde marzo, lo que afectó la rentabilidad de varios actores medianos.