Un informe técnico proyecta que la cobertura del Precio Estacional de la Energía Eléctrica por parte de los consumidores se duplicará frente a 2023. Subsidios concentrados en hogares de bajos ingresos y una fuerte reducción del peso fiscal.
El sistema de subsidios de la electricidad en la Argentina atraviesa una transformación de fondo que ya empieza a mostrar números contundentes. Un informe técnico privado, elaborado a partir de la Resolución 848/25 de la Secretaría de Energía, proyecta que en 2026 los usuarios cubrirán, en promedio, el 85,87% del Precio Estacional de la Energía Eléctrica (PEST).
En paralelo, la participación del Estado se reduciría al 24,13%, en un giro relevante del esquema tarifario que se sostuvo en las últimas décadas, a partir de la creisis de 2001.
A fines de 2023, el sistema funcionaba bajo un régimen de subsidios ampliamente generalizados: los usuarios pagaban el 29,42% del precio de la energía, mientras que el sector público absorbía el 70,58% restante.
La magnitud del cambio se entiende mejor al mirar el recorrido completo. A fines de 2023, el sistema funcionaba bajo un régimen de subsidios ampliamente generalizados: los usuarios pagaban el 29,42% del precio de la energía, mientras que el sector público absorbía el 70,58% restante.
Dos años después, hacia septiembre de 2025, esa relación ya se había modificado de manera sustancial. La cobertura a cargo de la demanda alcanzó el 66,89%, con un Estado que redujo su aporte al 33,11%. En términos acumulados, el salto del aporte de los usuarios fue del 127% en apenas dos años.
Las proyecciones hacia 2026 profundizan esa trayectoria. Según el documento técnico, la cobertura promedio del PEST crecería un 191% respecto de 2023.
Segmentación por ingresos y nuevas reglas de consumo
Uno de los ejes centrales del nuevo modelo es la segmentación por nivel socioeconómico, que redefine cuánto paga cada usuario en función de su capacidad contributiva y de su nivel de consumo.
La eliminación de topes tarifarios, la definición de consumos base y la progresiva equiparación entre las bonificaciones aplicadas al PEST y al Precio en el Mercado Eléctrico Mayorista (PIST) explican gran parte del incremento proyectado para los próximos años.
En concreto, el esquema establece consumos de referencia de 350 kWh mensuales para los usuarios N2 (hogares de menores ingresos) y de 250 kWh para los N3 (ingresos medios). Por encima de esos umbrales, el precio de la energía se acerca de forma gradual al costo pleno.
La lógica detrás de este diseño es preservar el acompañamiento estatal para los consumos básicos, pero desalentar el uso ineficiente y reducir distorsiones históricas en la señal de precios.

El impacto de estas decisiones se observa con nitidez al desagregar los datos por segmento. En el caso de los usuarios N2, la cobertura pasó del 8,65% en 2023 al 29,97% en 2025, y se proyecta que llegue al 44,16% en 2026. Esto implica una variación acumulada del 410,52% respecto del punto de partida.
Para los usuarios N3, el recorrido es similar: la cobertura subió del 10,69% en 2023 al 41,25% en 2025, con una proyección del 51,61% para 2026, lo que representa un incremento acumulado del 382,79%.
Desde la óptica oficial, el objetivo no es aplicar ajustes abruptos, sino sostener una transición ordenada. El informe remarca que los cambios responden a una hoja de ruta definida desde fines de 2023, con correcciones escalonadas que permiten anticipar el impacto en cada segmento y evitar saltos tarifarios desordenados.
El foco en los subsidios a la electricidad
La reducción progresiva del aporte estatal aparece como uno de los pilares de la política energética hacia 2026. En ese marco, el Gobierno avanzó recientemente con una nueva herramienta de afinamiento: la ampliación del esquema de georreferenciación para la segmentación de subsidios.
A través de la Disposición 6/2025, la Subsecretaría de Transición y Planeamiento Energético del Ministerio de Economía incorporó urbanizaciones cerradas de la provincia de Córdoba al listado de zonas consideradas de alto poder adquisitivo.
La medida aprobó un nuevo anexo metodológico para identificar suministros energéticos en esa provincia y encomendó a la Subsecretaría de Innovación de la Jefatura de Gabinete la aplicación de la georreferenciación correspondiente.
Los usuarios residenciales detectados dentro de esas áreas y registrados en el RASE serán recategorizados en el Nivel 1, es decir, el segmento de mayores ingresos que no recibe subsidios.
Según explicaron fuentes oficiales, esta decisión profundiza el proceso iniciado en 2025, cuando se identificaron más de 15.500 viviendas en countries y clubes de campo del Gran Buenos Aires y en Puerto Madero que continuaban recibiendo asistencia pese a mostrar una “manifiesta capacidad económica”.


