La Ciudad eliminará definitivamente la circulación de billetes en sus autopistas. Solo se aceptarán métodos electrónicos como TelePASE y sistemas de identificación por patente. Habrá multas de más de $100.000 para quienes no se adapten.

La Ciudad de Buenos Aires confirmó que en 2026 desaparecerá por completo el pago en efectivo en los peajes de las autopistas porteñas. La medida, impulsada por Autopistas Urbanas S.A. (AUSA), busca agilizar el tránsito, reducir las demoras en los accesos y eliminar errores en el cobro.

El cambio marca el fin de una práctica histórica: pagar con billetes o monedas en cabina. En su lugar, solo se aceptarán métodos digitales, como el TelePASE o el reconocimiento automático de patentes.

“El objetivo es agilizar la circulación, reducir los embotellamientos y minimizar los posibles errores en el proceso de cobro”, explicaron desde el Gobierno porteño.

El nuevo esquema no surge de cero. En julio, se inauguró en algunos accesos de la Ciudad un modelo de peaje sin barreras, con pórticos equipados con cámaras que leen las patentes y eliminan las cabinas físicas.

La transición ya está en marcha. En lo que resta de este año, se acelerará la instalación de pórticos y cabinas automáticas, con sistemas que combinan lectores de matrícula y dispositivos electrónicos.

El TelePASE, que se adhiere al parabrisas y permite el cobro instantáneo al pasar por las estaciones, será obligatorio para todos los vehículos, desde autos particulares hasta motocicletas y transportes urbanos o interurbanos.

La adhesión al TelePASE ya es masiva: supera el 90% entre los usuarios frecuentes de autopistas porteñas.

El salto que propone la Ciudad es alcanzar al 100% de los conductores, incluyendo a visitantes y turistas. Quien no registre su vehículo con anticipación deberá habilitar un método digital compatible antes de ingresar a las autopistas.

Menos demoras y menos riesgos en los peajes

La eliminación del efectivo tiene varias motivaciones. Por un lado, busca evitar largas filas en las horas pico.

Por otro, elimina el manejo de dinero en cabinas, reduciendo los riesgos de robos y la circulación de billetes falsos. Además, simplifica las tareas administrativas y evita errores de cambio que muchas veces generaban discusiones entre automovilistas y empleados.

El impacto será amplio: abarca todos los accesos a la Ciudad, desde la Riccheri y Ezeiza hasta los ingresos por General Paz y Lugones.

Peajes, Rutas nacionales. Autopistas
La Ciudad de Buenos Aires confirmó que en 2026 desaparecerá por completo el pago en efectivo en los peajes de las autopistas metropolitanas.

Miles de vehículos por hora se verán alcanzados por la modernización, que pretende reducir significativamente los tiempos de cruce en los corredores más congestionados del Área Metropolitana de Buenos Aires.

Las multas para los incumplidores

El sistema será estricto. Quienes crucen sin habilitar un medio de pago digital quedarán registrados como infractores.

Las sanciones superarán los 100.000 pesos, una cifra pensada para desalentar incumplimientos y forzar la adhesión temprana.

“Todos los conductores deberán tener habilitado el pago digital o estarán sujetos a multas elevadas”, advirtieron las autoridades.

El mecanismo también prevé instancias intermedias: cuando un vehículo no esté asociado a TelePASE u otro sistema, se generará una notificación automática con un plazo límite para abonar el peaje vía web o aplicación móvil. Si no se cumple, se activa el proceso de infracción.

Antecedentes y pruebas piloto

El nuevo esquema no surge de cero. En julio, se inauguró en un acceso a la Ciudad un modelo de peaje sin barreras, con pórticos equipados con cámaras que leen las patentes y realizan el cobro automáticamente, sin necesidad de cabinas físicas con barrera.

Según evaluó AUSA, la experiencia, similar a la que ya funciona en varios países, mejoró el flujo vehicular en horas pico y fue considerada un ensayo exitoso.

Ese plan piloto sirvió como base para extender la tecnología al resto de los corredores metropolitanos, aunque por ahora coexiste con las cabinas automáticas y de pago manual.

Con la decisión de quitar el efectivo, Buenos Aires busca consolidarse como la primera gran ciudad del país en operar un sistema totalmente digitalizado.

Los usuarios cuentan con distintas vías para adherirse: desde la web oficial y aplicaciones móviles hasta puntos de autoconsulta instalados en accesos estratégicos. El trámite vincula el vehículo a una tarjeta de crédito o cuenta bancaria, y cada paso por las estaciones habilitadas se debita de manera automática.

Para quienes transitan de forma ocasional —como turistas o conductores que llegan desde el interior del país o del extranjero— se habilitará un registro temporal de patentes. Esta opción evita la necesidad de efectivo y permite unificar la experiencia de todos los automovilistas bajo un mismo esquema digital.

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