El Secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, informó en redes sociales los montos que se les debía en diciembre a las constructoras de las plantas compresoras de Tratayén y Salliqueló. Cómo están hoy esas obras.

El Secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, volvió a poner en primer plano el Gasoducto Néstor Kirchner (GPNK) para lanzar críticas al gobierno anterior: reveló que la actual administración heredó una deuda de 11 millones de dólares relacionada con obras complementarias: las plantas compresoras de Tratayén y Salliquelo.

Además, insistió con que el retraso en esas obras, algo que influyó en la crisis de abastecimiento de gas de mayo, venían desde el año pasado y no fueron responsabilidad de la gestión que se inició en diciembre ni respondieron al freno a la obra pública para reducir el déficit del Estado.

En su cuenta de X, Chirillo compartió un conjunto de placas con datos sobre el estado de las obras cuando asumió el nuevo gobierno.

El funcionario detalló que la planta en Vaca Muerta tenía una deuda de 2,5 millones de dólares con contratistas, mientras que en la del distrito bonaerense se le debían 7 millones de dólares a contratistas y 1,5 millón de dólares por certificados de obra impagos.

Chirillo indicó que la planta compresora de Tratayén presentaba un avance del 38% cuando Javier Milei asumió la presidencia, aunque debería haber estado en el 94% y que en el caso de Salliqueló, el avance era solo del 19%.

Así, volvió a señalar deficiencias del gobierno anterior, algo que recientemente le valió una respuesta de su antecesora, Flavia Royón, en un cruce a través de las redes durante la reciente crisis del gas.

Sobre el progreso de las obras, Chirillo indicó que la planta compresora de Tratayén presentaba un avance del 38% cuando Javier Milei asumió la presidencia, aunque debería haber estado en el 94%.

En el caso de Salliqueló, el avance era solo del 19%, pese a que se esperaba que estuviera terminada.

Eduardo Rodríguez Chirillo, Secretaría de Energía, Gas
En su cuenta de X, Eduardo Rodríguez Chirillo compartió información sobre el estado de las obras complementarias del gasoducto Néstor Kirchner al asumir el nuevo gobierno, en diciembre.

En total, las obligaciones impagas ascendían a 11 millones de dólares.

Cómo están hoy las obras de las plantas de compresión

Chirillo también señaló que la planta de Tratayén tenía contratistas con precios desactualizados desde mayo de 2023 y sufrió una demora de 81 días en la entrega del terreno a la empresa adjudicataria Sacde, lo que agravó los retrasos en la finalización de los trabajos.

En cuanto a Salliqueló, el titular del área energética mencionó que se encontró con la posibilidad inminente de rescindir el contrato de construcción con la empresa UTE Eusuco-Contreras Hermanos.

Actualmente, las obras han avanzado y, según documentos oficiales de Energía Argentina S.A., se espera que estén finalizadas para septiembre.

En Tratayén, la construcción había alcanzado el 80,5% de ejecución al 24 de mayo pasado, con la puesta en servicio prevista para el 9 de julio.

Gasoducto Néstor Kirchner GPNK
Por el atraso en la construcción de las plantas de compresión, el Gasoducto Néstor Kirchner opera a la mitad de su capacidad.

Por su parte, la planta de Salliqueló se espera que esté operativa para el 30 de septiembre.

En el estado actual, el gasoducto puede transportar 11 millones de metros cúbicos por día, pero una vez completadas las obras pendientes, su capacidad se duplicará.

El segundo tramo del Gasoducto Néstor Kirchner

Hace unos días, el secretario de Energía anticipó que el Gobierno abrirá la licitación para hacer el segundo tramo del Gasoducto Néstor Kirchner (GPNK II) en julio y espera que la obra se inicier en diciembre, con el objetivo de que entre en operación en marzo de 2026.

El poryecto requiere una inversión estimada en 2.554 millones de dólares y a diferencia del primer tramo, construido en tiempo récord con fondos públicos, esta vez se buscará concretarlo con capitales privados. Para eso, se llevará a cabo una licitación internacional abierta a empresas extranjeras.

El proyecto se adjudicará un único constructor, que tendrá la opción de subcontratar partes de las obras y deberá asegurar el financiamiento a través de un pool de bancos.

Como garantía de pago, la empresa podrá utilizar los contratos firmados con los productores de gas por la capacidad de transporte.

De este modo, se aseguraría el retorno de la inversión y sus ganancias a través de acuerdos con otros actores privados del sector, sin que se involucren fondos del Estado. Se trata del modelo que el gobierno libertario pretende para reactivar toda la obra pública nacional, paralizada desde diciembre en pos de reducir el déficit fiscal del Estado.

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